El acoso a Pilar Mir¨®
LOS TRES principales directivos del centro de Televisi¨®n Espa?ola en Barcelona han presentado su dimisi¨®n. La decisi¨®n responde al rechazo por parte del consejo de administraci¨®n de RTVE a la propuesta de desconexi¨®n, durante dos horas diarias, de la segunda cadena estatal a fin de emitir, para el ¨¢rea de cobertura de dicho centro, espacios producidos en Sant Cugat. El hecho de que la iniciativa fuera avalada por la directora general, Pilar Mir¨®, y de que entre los que votaron en contra figurasen todos los consejeros designados por el PSOE, con una sola excepci¨®n, pone de manifiesto una vez m¨¢s la guerra, nada larvada, existente entre el consejo y la directora general. Guerra que es reflejo de la oposici¨®n de sectores del partido socialista afines al vicepresidente del Gobierno a la gesti¨®n de Pilar Mir¨®, hasta ahora avalada personalmente por Felipe Gonz¨¢lez.Pilar Mir¨® fue designada contra la opini¨®n expl¨ªcita del anterior director general, Jos¨¦ Mar¨ªa Calvi?o. Desde su toma de posesi¨®n, Mir¨® dej¨® claro que se propon¨ªa realizar una gesti¨®n no continuista, rompiendo con la filosof¨ªa de su antecesor en el cargo, m¨¢s preocupado por cuadrar los balances que por una mejora de la gesti¨®n empresarial y de la calidad de la oferta del servicio p¨²blico puesto en sus manos. Es decididamente temprano todav¨ªa para juzgar el resultado de la gesti¨®n de Mir¨®. Algunas de sus iniciativas han producido incluso cierta irritaci¨®n, como la de intentar forzar los h¨¢bitos dom¨¦sticos de los espa?oles con la supresi¨®n de la tradicional sesi¨®n de cine de las noches del s¨¢bado. Otras decisiones tomadas por algunos de sus subalternos no parecen precisamente inspiradas en razones profesionales.
Pero lo verdaderamente llamativo del nuevo per¨ªodo es el persistente obstruccionismo y la beligerante oposici¨®n a la directora general de los miembros del consejo de administraci¨®n, aupados a esta funci¨®n por el propio partido del Gobierno. A su regreso de un viaje a Cuba, Mir¨® se encontr¨® con que el grupo socialista hab¨ªa designado consejeros a los ex directores que ella acababa de destituir en las tres sociedades de RTVE.
En un primer momento pudo pensarse que se trataba de una medida encaminada a la continuidad de los tres altos ex directivos de RTVE en la n¨®mina p¨²blica. Pero el planteamiento era m¨¢s ambicioso. Con este gesto, como los hechos posteriores han confirmado, poderosos segmentos del Gobierno situaban estrat¨¦gicamente sus peones para controlar y desautorizar a la directora general.
Y as¨ª Mart¨ªn Toval, un pol¨ªtico que no desea nunca quedarse rezagado en cualquier carrera de desprop¨®sitos, reproch¨® recientemente como portavoz socialista, en el curso de una comparecencia de Mir¨® en el Congreso, el tono catastrofista de las informaciones de TVE sobre las movilizaciones estudiantiles y otros conflictos sociales. El rechazo de la iniciativa de desconexi¨®n del segundo canal en Catalu?a, que s¨®lo ampliaba una pr¨¢ctica que ya se viene realizando, completa por el momento este abanico.
El centro de TVE en Barcelona es el m¨¢s antiguo e importante con que cuenta la televisi¨®n p¨²blica fuera de Madrid. Sant Cugat est¨¢ en disposici¨®n de ofrecer una cobertura especializada pensada en el inter¨¦s de los telespectadores de Catalu?a, con lo que podr¨ªa mejorar sensiblemente su oferta. Por otra parte, en el terreno ling¨¹¨ªstico la desconexi¨®n ejemplificar¨ªa por fin que un servicio p¨²blico, aunque sea estatal, debe tener en cuenta las caracter¨ªsticas de los ciudadanos a los que va dirigido, y acabar¨ªa con la lamentable simplificaci¨®n de que la utilizaci¨®n y difusi¨®n del catal¨¢n se considere una materia que ¨²nicamente compete al Gobierno aut¨®nomo.
El principal argumento esgrimido por la mayor¨ªa del consejo es que con la modificaci¨®n propuesta se abrir¨ªa paso en la pr¨¢ctica a la regionalizaci¨®n de las cadenas nacionales, "desvirtuando el car¨¢cter estatal que les otorga el estatuto de Radiotelevisi¨®n". Razonamiento grotesco que maliciosamente podr¨ªa ser utilizado en todo caso para sustentar la tesis de que el estatuto entorpece la adaptaci¨®n de ese servicio p¨²blico a la demanda efectiva de los ciudadanos y a la realidad pol¨ªtica y cultural de la Espa?a auton¨®mica.
De cualquier manera este episodio no hace sino confirmar el ensimismamiento del Gobierno de turno para juguetear, controlar y dirimir sus diferencias con el instrumento de la televisi¨®n p¨²blica, no s¨®lo en confrontaci¨®n con otros grupos pol¨ªticos sino tambi¨¦n en su interno reparto de cuotas de poder. Los esfuerzos de Pilar Mir¨® por mejorar la televisi¨®n p¨²blica y ofrecer a los espectadores una programaci¨®n m¨¢s solvente tropiezan, como en tantas otras ocasiones, con el muro de intereses tejido por quienes se han apropiado de la televisi¨®n como instrumento para ejercer su poder y desprecian el elemental derecho de los ciudadanos a poder distraerse e informarse con este medio de comunicaci¨®n.
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