Los puntos suspensivos de Norma Duval
Un lector guitarr¨®n, Jaime Garc¨ªa Casabo, provoca, desde Alicante, al defensor de los lectores con un interesante tema: el del fraude de la publicidad. Y para ello, sagaz y p¨ªcaro, ha encontrado el mejor ejemplo en la ropaganda publicada en EL PA?S por la madrile?a sala de fiestas Cleof¨¢s, donde se presenta el show nocturno de Norma Duval. El anuncio propagand¨ªstico sobre dicha artista insertado el pasado 24 de febrero se concreta, en ocho breves rese?as, con las cr¨ªticas realizadas del espect¨¢culo en distintos peri¨®dicos y semanarios. El h¨¢bil publicitario ha resumido, con evidente manipulaci¨®n, alguno de los escritos que se refieren a la labor de la artista y lo ama?a en breves l¨ªneas: "Norma Duval sale al escenario con evidentes deseos de agradar, cosa que consigue... Da muestras de una valent¨ªa temeraria, no se arredra por nada y lo canta todo. La Duval es propietaria de una belleza sin fronteras, cuya sola presencia provoca delirios de pasi¨®n. Ricardo Cantalapiedra (EL PA?S)".Esta publicidad est¨¢ tergiversada. El lector que nos escribe advierte que: "No ha sido transcrito el art¨ªculo [de Ricardo Cantalapiedra] en su totalidad, cosa normal, sino que han sido transcritas s¨®lo algunas frases del mismo". La manipulaci¨®n comienza con los puntos suspensivos (que, seg¨²n la Real Academia de la Lengua, "es un signo ortogr¨¢fico con el que se denota quedar incompleto el sentido de una oraci¨®n o cl¨¢usula de sentido cabal, para indicar temor o duda, o lo inesperado y extra?o de lo que ha de expresarse despu¨¦s").
Lo que Ricardo Cantalapiedra public¨® textualmente en lasecci¨®n de Espect¨¢culos del 20 de febrero fue: "Norma Duval sale al escenario con evidentes deseos de agradar, cosa que consigue s¨®lo a medias: es un recreo para la vista y un tormento para el o¨ªdo. Un espect¨¢culo, por tanto, ideal para sordos. Sin embargo, Norma Duval da muestras de una valent¨ªa temeraria, no se arredra por nada y lo canta todo con inefable osad¨ªa. Pero la Duval es propietaria de una belleza sin fronteras cuya sola presencia provoca delirios de pasi¨®n, ensue?os salaces e ilusiones vanas. Su espect¨¢culo es tan fino, tan as¨¦ptico y tan descafeinado, que si no fuera por los dislates musicales podr¨ªa ser presenciado, sin peligro para su castidad, por todos los p¨²blicos, incluidos menores y se?oras de edad". Es evidente que los publicitarios hab¨ªan reproducido frases del art¨ªculo por separado, para reflejar un significado distinto al que expres¨® el colaborador del peri¨®dico, que precisamente no hab¨ªa salido encantado del espect¨¢culo, sino todo lo contrario.
La publicidad no respeta a los periodistas
La utilizaci¨®n descarada del trabajo de los profesionales, amparada por los puntos suspensivos y sacando las frases de su contexto, como es el caso referido,nos sirve de ejemplo para se?alar lo que suele ocurrir con originales que se publican en este peri¨®dico. Uno de los m¨¢s maltratados, ?ngel Fern¨¢ndez Santos, subjefe de la Secci¨®n de Cultura y cr¨ªtico de cine, comenta: "Hay productores y distribuidores, muy pocos, que piden autorizaci¨®n para emplear frases de comentarios cr¨ªticos escritos por m¨ª en la publicidad de sus pel¨ªculas. No les pongo objeci¨®n porque me parece coherente no entorpecer la difusi¨®n de una obra que he considerado digna de ser difundida. Pero los m¨¢s no piden autorizaci¨®n alguna, lo que no me parece aceptable. Pero esto no es nada si se tiene en cuenta que hay quienes sacan fuera de su contexto a una frase e invierten su significado. Por ejemplo, si se ha escrito: 'Fulanito de Tal, que ha demostrado en otras ocasiones ser un excelente director, ha hecho esta vez una p¨¦sima pel¨ªcula', en la publicidad las palabras en cursiva han sido sustituidas por puntos suspensivos y se lee: 'Fulanito de Tal, que ha demostrado... ser un excelente director', manipulaci¨®n que considero un acto de usurpaci¨®n y falsificaci¨®n inmoral e ilegal".
Otro ejemplo de la alteraci¨®n que sufren las cr¨ªticas lo se?ala el colaborador y cr¨ªtico de danza de EL PA?S Roger Salas: "Cuando la Compa?¨ªa Danza Teatro de Mar¨ªo Maya estren¨® en Madrid su versi¨®n de El amargo, de Federico Garc¨ªa Lorca, el entonces jefe de la Secci¨®n de Cultura, Juan Cruz, me encarg¨® un breve comentario de apoyo a la cr¨ªtica que har¨ªa ?lvarez Cabafiero de ese espect¨¢culo. Mi texto, nada laudatorio, fue objeto de expolio publicitario por la compa?¨ªa de Maya, extrayendo del contexto alguna frase e incluy¨¦ndola en el anuncio profusamente publicado en la Prensa nacional, que me enfrentaba, sin raz¨®n, a mi colega el cr¨ªtico de flamenco ?lvarez Caballero. Trat¨¦ infructuosamente de que los encargados de Prensa de Maya rectificaran su actitud y colocaran la frase completa o la suprimieran".
Ricardo Cantalapiedra, que es, junto a los lectores, uno de los principales perjudicados por este ¨²ltimo abuso, hubiera preferido que el tema no se reflejase en el peri¨®dico, y nos da sus razones: "Dicen que en el mundo del espect¨¢culo lo importante es que hablen de uno, aunque sea bien. Cuando en la publicidad de un espect¨¢culo se tergiversan y se sacan de contexto fragmentos de una cr¨ªtica se est¨¢ cometiendo una inmoralidad, una desfachatez y un fraude. Pero tambi¨¦n se pretende crispar al periodista para que conteste, para que vuelva a escribir, aunque sea para peor. Esta es la raz¨®n por la que algunos no nos damos por enterados oficialmente de semejante cinismo, que debiera ser perseguido de oficio" Defensa ante la publicidad enganosa
?Qu¨¦ defensas legales tiene el lector ante la publicidad falsa o enga?osa? El presidente del Instituo Nacional del Consumo, C¨¦sar Bra?a Pino, ha atendido generosamente nuestra petici¨®n con un amplio informe donde se detalla cu¨¢l es la situaci¨®n actual. La Ley 61/1964 de junio, por la que se aprueba el Estatuto de la Publicidad, regula la publicidad falsa o enga?osa al establecer en su art¨ªculo 62 los principios de autenticidad, legalidad, veracidad y libre competencia que deben regir en toda publicidad, siendo este el ¨²nico texto legal que con car¨¢cter general establece las normas a seguir en materia publiciaria. Seg¨²n parece, esta norma legal puede considerarseobsoleta en relaci¨®n a las previsiones que realiza de cara a los intereses de los ¨²ltimos destinatarios de los mensajes publicitarios, que son los consumidores. Subraya Bra?a en su informe que, "ante el desfase de la actual legislaci¨®n general sobre la materia y la aprobaci¨®n por el Consejo de las Comunidades Europeas de la directiva de 10 de septiembre de 1984, sobre publicidad enga?osa, se ha elaborado un anteproyecto de ley general de publicidad, en el que se considera enga?osa la publicidad que induzca o sea susceptible de inducir a error a sus destinatarios, incorporando una acci¨®n de cesaci¨®n y rectificaci¨®n, ejercitable ante los ¨®rganos judiciales competentes, y dotada de unos planes de actuaci¨®n breves".
Junto a los mecanismos legales que el ciudadano puede conocer y utilizar acudiendo a las asociaciones de consumidores y usuarios, el lector cuestiona al peri¨®dico para conocer qu¨¦ m¨¦todos de prevenci¨®n internos tiene arbitrados EL PA?S ante este tipo de fraudes. El director de Publicidad del peri¨®dico, Manuel de la Rica, nos informa que su departamento ejerci¨® durante 1986 un riguroso control sobre 43.110 anuncios que se ¨ªnsertaron en la edici¨®n de Madrid y 19.799 en la edici¨®n de Barcelona, sin contar anuncios por palabras y la cartelera, que tambi¨¦n son supervisados por dicho departamento, y matiza: "Este control se realiza tanto en la publicidad que nosotros confeccionamos, como es el caso de los anuncios que llegan a nuestras manos en forma de arte final; desechamos todos aquellos que no cumplen nuestras normas de publicaci¨®n, pero es evidente que, en ocasiones, se pueden dar casos, como el presente, en que la utilizaci¨®n parcial del texto de un art¨ªculo de uno de nuestros cr¨ªticos deforma por completo el contenido del mismo; para captar esta anomal¨ªa deber¨ªamos haber contrastado el texto del anuncio con el del art¨ªculo publicado anteriormente; es obvio que en esta ocasi¨®n no lo hicimos as¨ª. Seguiremos esforz¨¢ndonos para que este tipo de errores sean los menos posibles".
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