"Algunos jueces confunden independencia con impunidad", afirma Mart¨ªnez Zato

Juan Jos¨¦ Mart¨ªnez Zato, portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), rechaza la actuaci¨®n de algunos jueces y magistrados "que en sus resoluciones no conectan", dice, "con el sentir mayoritario de la sociedad". En declaraciones a EL PA?S, Mart¨ªnez Zato lamenta que, cuando se trata de corregir ese defecto por la v¨ªa penal, civil o disciplinaria, desde sectores judiciales conservadores se considere que, dice, "se ataca la independencia, que es tanto como confundirla con la impunidad".

El portavoz del CGPJ reconoce que hay materias, como el aborto, sobre las que la opini¨®n p¨²blica est¨¢ dividida, pero manifiesta su irritaci¨®n ante la respuesta judicial a otras muchas cuestiones en torno a las que existe pr¨¢ctica unanimidad en la sociedad y que, sin embargo, "se interpretan de forma contraria al sentir de los ciudadanos".Juan Jos¨¦ Mart¨ªnez Zato asegura que el consejo apoya y defiende la independencia judicial y nada puede hacer para influir en la decisi¨®n de un tribunal, "pero se siente preocupado por ese alejamiento de algunas resoluciones respecto al sentir mayoritario de la sociedad".

En su opini¨®n, la respuesta penal, civil o disciplinaria a esas desviaciones judiciales respecto a la opini¨®n mayoritaria "no es nunca un ataque a la independencia, porque nuestra Constituci¨®n la hace compatible con la responsabilidad cuando habla de jueces independientes, inamovibles y responsables". En relaci¨®n con la posici¨®n de la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM), contraria a la informaci¨®n sobre las actuaciones disciplinarias contra jueces y magistrados, Mart¨ªnez Zato afirma que "los ciudadanos esperan una respuesta, y hay que d¨¢rsela, aunque la mayor¨ªa de las veces s¨®lo se informa de expedientes que ya han trascendido a la opini¨®n p¨²blica".

Ante esta versi¨®n de la independencia defendida por el sector m¨¢s conservador de la magistratura, el portavoz del consejo se?ala: "Ser¨¢ necesario impartir a algunos magistrados cursos de formaci¨®n profesional acelerada, para que entiendan de una vez que independencia no es igual a impunidad y que en nombre de ella no pueden hacer lo que quieran". Y a?ade: "Me hubiera gustado verme acompa?ado de algunos de ellos hace a?os, durante el franquismo, cuando un grupo de magistrados y fiscales luch¨¢bamos en solitario por la independencia".

La corrupci¨®n

Respecto a la demanda mantenida por la APM contra el ex diputado socialista y vocal del actual consejo Pablo Castellano por sus declaraciones sobre la corrupci¨®n judicial, Mart¨ªnez Zato manifiesta: "Con todos los respetos a la futura decisi¨®n de los tribunales, mantener despu¨¦s de tres a?os esta demanda me parece absurdo y rid¨ªculo. Es desconocer la categor¨ªa humana de Pablo Castellano, en quien la magistratura espa?ola tiene un valedor como pocos Por otra parte, lo que dijo hace unos a?os sobre la corrupci¨®n en la justicia lo dicen hoy todos los d¨ªas los medios de comunicaci¨®n social y los ciudadanos, y lo suscribo yo".En concreto, sobre la corrupci¨®n econ¨®mica en las oficinas judiciales, Mart¨ªnez Zato recuerda la declaraci¨®n inicial del consejo, las jornadas celebradas sobre la materia y la acci¨®n institucional un¨¢nime para erradicarla, "a pesar de las reacciones de alg¨²n sindicato de funcionarios". Y agrega: "Es necesario que tomen conciencia de que las corruptelas se han terminado y que al Estado pueden reivindic¨¢rsele mayores retribuciones, pero no recurrir a la corrupci¨®n. El que no se conforme que se marche. Los honrados no deben preocuparse".

Sobre el arbitrio judicial que ha permitido la fuga del ultraderechista Emilio Hell¨ªn, previo permiso penitenciario, el portavoz del Consejo General del Poder Judicial insiste: "El poder de los magistrados es el poder del Estado, que se encuentra por encima de los tres poderes, aunque algunos jueces se consideren ciudadanos por encima del bien y del mal y, a diferencia del legislativo y el ejecutivo, fuera de todo control".

Mart¨ªnez Zato estima que, ante determinadas interpretaciones judiciales, la soluci¨®n no es reformar las leyes, sino que los jueces "piensen m¨¢s en el Estado y en la sociedad a la hora de administrar el poder que tienen".