El fiscal pide seis meses por des¨®rdenes p¨²blicos a dos 'ultras' que mataron a un anarquista
El pr¨®ximo d¨ªa 25 de marzo se celebrar¨¢ la vista oral por la muerte de Jorge Caballero, de 21 a?os y miembro de la CNT, que el 28 de marzo de 1980, a la salida de un cine de Madrid con su novia, fue atacado por un grupo de ultraderechistas, uno de los cuales le dio una pu?alada, como consecuencia de la cual falleci¨® d¨ªas despu¨¦s. El fiscal pide seis meses de c¨¢rcel para Jos¨¦ Miguel G¨®mez Gonz¨¢lez, el Masa, y para Jos¨¦ Mar¨ªa Vargas Villalba, el Jerezano, como autores de des¨®rdenes p¨²blicos, mientras la acusaci¨®n particular pide 17 a?os para cada uno por asesinato.
La abogada Mar¨ªa ?ngeles L¨®pez ?lvarez, acusadora particular en nombre de la familia del joven Caballero, ofrece una versi¨®n de los hechos que explica su calificaci¨®n de los mismos como asesinato. Seg¨²n esta versi¨®n, Jos¨¦ Juan Llobregat, el Loco, en uni¨®n de otros 10 j¨®venes, entre los que se encontraban Vargas y G¨®mez, todos ellos simpatizantes de Fuerza Joven, rama juvenil de la asociaci¨®n Fuerza Nueva, se reunieron para realizar pintadas conmemorativas del inminente 1 de abril, d¨ªa de la victoria franquista en la guerra civil. Llobregat llevaba una navaja tipo machete y los otros procesados palos de k¨¢rate.Pasadas las diez de la noche, al llegar a la altura del cine Azul, en la madrile?a Gran V¨ªa, vieron salir a Jorge Caballero, acompa?ado de su novia y llevando en la chaqueta una insignia con la letra A dentro de un c¨ªrculo, por lo que le identificaron como persona de ideolog¨ªa anarquista y le insultaron y golpearon, sin que pudiera repeler la agresi¨®n. De acuerdo con esta versi¨®n, una vez Caballero en el suelo, Llobregat sac¨® el machete y le produjo una herida en el abdomen que atraves¨® el h¨ªgado e interes¨® el pulm¨®n derecho y determin¨® su muerte a los pocos d¨ªas, a pesar de ser intervenido quir¨²rgicamente de inmediato.
Pu?alada mortal
El informe del m¨¦dico forense se?ala que existi¨® "una relaci¨®n pr¨¢cticamente ¨²nica de causa a efecto entre la agresi¨®n, la grave lesi¨®n abdominotor¨¢cica producida y la muerte". Por su parte, el fiscal coincide sustancialmente con el relato de los hechos realizado por la acusaci¨®n particular, si bien atribuye la autor¨ªa de la muerte de Caballero a Llobregat, declarado en rebeld¨ªa, mientras que, respecto a Vargas y G¨®mez, califica lo ocurrido como des¨®rdenes p¨²blicos, por los que solicita penas de seis meses de arresto para cada uno.La acusaci¨®n particular se ha quejado a la Audiencia Provincial de Madrid de la forma en que se est¨¢ tramitando esta causa y por no haber sido informada de la existencia de unos t¨¦lex de la Interpol, solicitando datos sobre la situaci¨®n del procesado rebelde. En concreto, se refiere a un t¨¦lex de 13 de junio de 1986 procedente de la Interpol de Viena, que ped¨ªa que la respuesta sobre la orden de busca y captura de Juan Jos¨¦ Llobregat se realizara por radio, en raz¨®n de la urgencia del caso. Sin embargo, la sala no contest¨® hasta casi un mes despu¨¦s, sin preguntar a la polic¨ªa austriaca si ten¨ªa localizado al rebelde.
Seguir la investigaci¨®n
Por otra parte, uno de los procesados, el apodado el Masa, declar¨® en noviembre de 1981 al semanario Cambio 16 que desde Fuerza Nueva se segu¨ªan las investigaciones que realizaba la polic¨ªa y "gracias a eso", declar¨® Jos¨¦ Miguel G¨®mez, "poco antes de que se presentaran en casa de Jos¨¦ Llobregat, alias el Loco, para detenerle, Ricardo Alba, subjefe nacional del partido, se hab¨ªa encargado de buscarle un billete de avi¨®n y sacarle del pa¨ªs". Este extremo no ha podido ser verificado judicialmente, ya que, seg¨²n informa la abogada L¨®pez ?lvarez, no ha sido aceptada la petici¨®n de que declare Ricardo Alba, que figura en la lista de testigos propuestos para la vista oral del pr¨®ximo mi¨¦rcoles.La abogada de la acusaci¨®n particular se?ala que, de los cuatro j¨®venes inicialmente procesados por el juez Luis Lerga, la sala levant¨® el procesamiento a Fernando Saliquet de la Torre y a Felipe Queipo Zimmerman, y a los dos restantes les concedi¨® libertad provisional bajo fianza de 25.000 pesetas. Cuando los representantes de varios sindicatos y partidos de izquierda trataron de ejercer la acci¨®n popular, el tribunal exigi¨® una fianza de 3.400.000 pesetas, que lo impidi¨®.
Ante la protesta dirigida al Consejo General del Poder Judicial, en junio de 1981 la secci¨®n disciplinaria del mismo pidi¨® a la sala las circunstancias de tan elevada fianza, por si mediante ella se pod¨ªa "incidir en la privaci¨®n de un derecho reconocido por la ley". El tribunal contest¨® que hab¨ªa aceptado la petici¨®n fiscal de solicitar 100.000 pesetas por cada uno de los 34 querellantos.
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