Ib¨¢?ez Serrador est¨¢ muy preocupado por el cambio de d¨ªa del 'Un, dos, tres.,

Narciso Ib¨¢?ez Serrador est¨¢ seriamente preocupado por la suerte de Un, dos, tres..., el decano de los programas de entretenimiento, e incluso tiene el presentimiento de que puede ir a morir, como los grandes paquidermos, al lugar en que empez¨® all¨¢ por 1972: en el estudio 1 de Prado del Rey, un lunes por la noche. Los directivos quieren subir la audiencia de los lunes a costa del Un, dos, tres..., pero a Ib¨¢?ez Serrador, que conoce y ha estudiado a fondo el mercado televisivo, no le salen las cuentas. "Es una jugada muy fuerte, y yo respeto mucho a Pilar Mir¨®", dice, "y si le sale, habr¨¢ que quitarse el sombrero y hasta el pelo".El concurso mantiene su formato y casi los mismos personajes de la etapa que concluy¨® en marzo del pasado a?o: se incorporan, entre las azafatas, dos espa?olas y dos j¨®venes inglesas, Beverly y Jenny, seleccionadas en el Reino Unido, seg¨²n el director, por sus dotes para el baile; nuevas mascotas, Boom y Crack, que prolongan esa dicotom¨ªa de la buena o mala suerte de los concursantes, del chollo y del antichollo,- la firma alimenticia Nutrexpa patrocina la participaci¨®n de los sufridores. Contin¨²an Mayra G¨®mez Kerrip, Beatriz Carvajal, Ra¨²l Sender y otros c¨®micos habituales, los autom¨®viles de Seat y los lubricantes CEPSA, que pueden deparar el premio m¨¢ximo del concurso (hasta 10 millones de pesetas). El dinero que pagan a TVE estas firmas compensa con creces, seg¨²n Ib¨¢?ez Serrador, los 11 millones de pesetas de presupuesto por emisi¨®n, de manera que no caben dudas, prosigue, sobre la rentabilidad del mismo. TVE sac¨® a concurso y adjudic¨® en 6.500.000 pesetas los 20 segundos que se reservan para la imagen del coche, que ha sido durante a?os uno de los principales premios.

El concurso no cambia de f¨®rmula, pero s¨ª han sido alteradas dos condiciones muy importantes en su producci¨®n y emisi¨®n. Ya no se graba en el plat¨® de los Estudios Roma, que ha sido reservado para el nuevo programa estrella de TVE: el musical S¨¢bado noche. La grabaci¨®n se efect¨²a en el estudio 1 de Prado del Rey, de menores dimensiones.

Pero la principal alteraci¨®n efectuada por TVE es el cambio en el d¨ªa de, emisi¨®n: de la noche de los viernes a la noche de los lunes. Constituye, junto con el cambio de la pel¨ªcula estelar de los s¨¢bados (que ha pasado al lugar del Un, dos, tres ..., el principal riesgo de los progra madores y del actual equipo directivo. Significa, seg¨²n Ib¨¢?ez Serrador, que sabe de memoria los datos del Estudio General de Medios (EGM), pasar de una audiencia media de 18 millones de telespectadores a seis millones."

Est¨¢ demostrado que Un, dos, tres... aporta un incremento del 35% respecto a la audiencia diaria de ese bloque horario. La audiencia de los viernes se situaba en torno a los 16 millones de espectadores a las nueve de la noche para subir a 18,5 millones a las once de la noche. En la noche de los lunes ocurre exactamente lo contrario: ocho millones de espectadores a las nueve de la noche y cuatro millones a las once. Ser¨¢ un ¨¦xito subir a nueve millones de espectadores, pero que no se nos pida acercarnos a la audiencia de los viernes porque es imposible".

"Y eso es normal. La gente ve m¨¢s televisi¨®n los viernes que los lunes, est¨¢ m¨¢s contenta los viernes por la noche que los lunes por la noche. Y, sobre todo, puede ser visto por los ni?os. Ni en mi casa podr¨¢n verlo, aunque sea el programa de su padre, ya que tienen que madrugar para ir al colegio".

Ib¨¢?ez Serrador no para de dar vueltas a estos problemas, sobre todo porque est¨¢ preparando un proyecto de superconcurso Un, dos, tres... para toda Am¨¦rica Latina en el ¨¢mbito de la programaci¨®n del V centenario, si es que en TVE acaban de dar el visto bueno a la producci¨®n. Ib¨¢?ez Serrador se ha hecho una especie de sketch en la cabeza: "El padre que viene cansado del trabajo y les dice a los ni?os: a la cama, que ma?ana hay cole. Los ni?os: pap¨¢, que queremos ver el Un, dos, tres... Y el padre que se cabrea m¨¢s: nada, a la cama. L¨®gicamente, termina por imponerse el padre, que, ya cabreado por la discusi¨®n con el hijo, se sienta a ver el Un, dos, tres... Suena la musiquita, el ni?o se levanta de la cama y asoma la cabeza por la puerta porque quiere ver el programa. Fin del sketch: el padre, m¨¢s cabreado, cambia y pone la pel¨ªcula de la segunda cadena para que el ni?o le deje en paz. Si esto se repite, puede que hasta tengamos un baj¨®n de audiencia".

Y se podr¨ªa apostillar que el director tiene aqu¨ª una buena coartada contra las cr¨ªticas o la suerte adversa: era un buen programa muy mal programado.

Un, dos, tres... se emite hoy, a las 21.15, por TVE-1.