Milan Jankovic y Mart¨ªn V¨¢zquez
Hace aproximadamente un a?o, Josep Llu¨ªs N¨²?ez tuvo la extra?a ocurrencia de anunciar el fichaje de Zubizarreta en v¨ªsperas de la final de la Copa de Europa. Era un partido de extrema importancia en la historia del Bar?a, y en el que una eventual victoria del equipo azulgrana deb¨ªa pasar por las manos de Urruti, a quien se informaba as¨ª, pocas horas antes del partido, de que su destino en el club estaba poco menos que liquidado. Aunque a pesar de todo Urruti estuvo francamente bien en el partido, nadie puede negar que N¨²?ez fue inoportuno.Ahora Ram¨®n Mendoza hace algo parecido. El Madrid est¨¢ a dos partidos vista de ganar la Copa de Europa, cosa que no consigue desde hace 21 a?os. Para afrontar esos dos partidos tiene un vac¨ªo en la media punta -el puesto de Valdano- que Jankovic no podr¨¢ cubrir, porque el reglamento no se lo permite. Tampoco, lo podr¨¢ cubrir Juanito, a quien espera una sanci¨®n presumiblemente dura. En la plantilla existe un jugador capaz de realizar esa tarea: el joven Mart¨ªn V¨¢zquez. ?l es el hombre a quien fatalmente va a cerrar el paso el reci¨¦n llegado.De Jankovic se sabe que a sus 27 a?os ha sido intemacional 7 veces por Yugoslavia. La selecci¨®n yugoslava es menos equipo que la espa?ola. Es decir, que el curr¨ªculum con que llega Jankovic es equivalente o inferior al de jugadores como Seti¨¦n, Sandok¨¢n Juan Jos¨¦, o Quique Ramos, que llevan a?os rondando la selecci¨®n espa?ola sin asentarse en ella. Parece demasiado poco para cerrarle el camino, a corto, medio y largo plazo, a Mart¨ªn V¨¢zquez, un futbolista que merece una consideraci¨®n.
Mart¨ªn V¨¢zquez ha ofrecido hasta ahora el 10 % de lo que es. No ha ofrecido m¨¢s porque no se la han concedido minutos y porque arrastra a¨²n algunas confusiones personales. Pero a pesar de todo ha conseguido transmitir a la afici¨®n la idea de que en ¨¦l duerme una estrella. El r¨¢pido ¨¦xito de otros, de calidad cuando menos equivalente -caso Michel- le han ido cerrando caminos y sigue postergado. Quiz¨¢ su situaci¨®n actual sea consecuencia inevitable del devenir de los acontecimientos. Pero cuando la casualidad le hab¨ªa abierto una rendija por la que colarse al fin en el equipo titular el propio club se la cierra con el montaje de una operaci¨®n de dudoso provecho deportivo.
No parece razonable.
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