El c¨¢ncer ocupacional, un riesgo muy poco controlado
La normativa vigente no garantiza una protecci¨®n eficaz a los 500.000 trabajadores expuestos
![Milagros P¨¦rez Oliva](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F97a0c94b-ac81-47d8-9bfb-3446e6cd7b4f.png?auth=5dc3de42d2bc819f90a3b4d0577320f27f1bc02bffdb8dd14dbc977a9970ff03&width=100&height=100&smart=true)
M¨¢s de 500.000 trabajadores est¨¢n expuestos en Espa?a a sustancias cancer¨ªgenas que no se encuentran suficientemente controladas. De las 50 sustancias qu¨ªmicas identificadas en la actualidad como cancer¨ªgenas para el hombre, 29 se utilizan en los procesos industriales y s¨®lo unas pocas -radiaciones ionizantes, cloruro de vinilo, amianto y el benzeno y sus derivados- se encuentran sometidas en Espa?a a una legislaci¨®n espec¨ªfica que limita su uso. Adem¨¢s de ser claramente insuficiente, la normativa espa?ola se convierte en muchos casos en papel mojado por la ausencia de mecanismos de control eficaces que garanticen su cumplimiento. ?stas son las principales conclusiones a que han llegado los expertos reunidos en el Simposio Internacional sobre Prevenci¨®n del C¨¢ncer Ocupacional, organizado por el Centro de An¨¢lisis y Programas Sanitarios en Barcelona.
Los expertos reunidos en el simposio, representantes de diversas administraciones p¨²blicas y organismos relacionados con la salud laboral, llegaron a la conclusi¨®n de que es urgente la aplicaci¨®n en Espa?a de un programa global de prevenci¨®n del c¨¢ncer ocupacional en el que se establezcan las prioridades en relaci¨®n a la peligrosidad de la sustancia cancer¨ªgena y de la poblaci¨®n afectada.Seg¨²n puso de manifiesto el doctor Francesco Carnevale, al hablar sobre la normativa vigente en la CE, "parad¨®gicamente, la legislaci¨®n est¨¢ mucho m¨¢s desarrollada para las sustancias que tienen un reducido o nulo uso industrial que para la de amplia utilizaci¨®n en los procesos productivos. Son muy pocos los pa¨ªses que han adoptado normativas espec¨ªficas, y las sustancias sometidas a control son diferentes en cada pa¨ªs, sin que existan criterios homog¨¦neos".En Espa?a, s¨®lo cuatro grupos de sustancias demostradamente cancer¨ªgenas han sido objeto de una normativa espec¨ªfica: el amianto, el cloruro de vinilo, las radiaciones ionizantes y los derivados del benzeno. Y la comparaci¨®n del tratamiento normativo que reciben estas sustancias en Espa?a con el resto de pa¨ªses ponen de manifiesto hasta qu¨¦ punto son arbitrarios y poco fiables los l¨ªmites por debajo de los cuales se considera que no son peligrosas para la salud.Amianto y aminas arom¨¢ticas
Este diferente tratamiento se aprecia, por ejemplo, en el caso del amianto, que en Espa?a se utiliza sobre todo en la industria del autom¨®vil y de la construcci¨®n, cuando en Estados Unidos existe una normativa que prohibe construir escuelas con materiales que lo contengan, porque se considera peligroso para los escolares, seg¨²n explic¨® el profesor Lorenzo Tomatis, director de la Agencia Internacional de Investigaci¨®n sobre el C¨¢ncer, organismo dependiente de la OMS.
La relaci¨®n del amianto con dos tipos de c¨¢ncer (el mesotelioma pleural y el mesiotelioma intestinal) est¨¢ perfectamente demostrada, corno tambi¨¦n se ha establecido que aumenta el riesgo de contraer c¨¢ncer de pulm¨®n y de est¨®mago. Los l¨ªmites de exposici¨®n establecidos en Espa?a han sido reducidos recientemente, siguiendo la directiva de la CE relativa a esta sustancia. Algunos pa¨ªses, sin embargo, establecen restricciones m¨¢s severas que la CE e incluso existe un pa¨ªs, Suecia, donde est¨¢ totalmente prohibida la utilizaci¨®n del amianto.
Pero el mayor drama de la normativa espa?ola es que no existen garant¨ªas de que llegue a aplicarse realmente. A pesar de que en teor¨ªa existe la obligaci¨®n de que las empresas notifiquen a las autoridades el uso de amianto, la Administraci¨®n ni siquiera tiene informaci¨®n precisa sobre el n¨²mero total e identidad de las empresas que lo manipulan, seg¨²n indic¨® Bernardino Bassols, del Centro de Seguridad e Higiene de la Generalitat de Catalu?a, quien explic¨® las dificultades que ha tenido esta entidad para llegar a identificar las 60 empresas que se sabe que manipulan esta sustancia en Catalu?a, y precis¨® que no est¨¢n controladas todas las que existen.
Los participantes en este simposio consideraron especialmente escandaloso que no se haya regulado en Espa?a el uso de las aminas arom¨¢ticas, que son precisamente las primeras en que se demostr¨® su cancerog¨¦nesis. Un estudio cient¨ªfico realizado por el doctor Carlos A. Gonz¨¢lez, epidemi¨®logo y director del simposio, ha demostrado que la utilizaci¨®n de aminas arom¨¢ticas en la industria textil y del tinte ha provocado en la comarca del Maresme (Barcelona) un espectacular incremento de la incidencia de c¨¢ncer de vejiga.
No existe en estos momentos en Espa?a ninguna limitaci¨®n a su utilizaci¨®n, a pesar de que existen cuatro compuestos de estas sustancias (la benzidina, la betanaftilamina, la ortotolidina y el 4-aminodifenil) cuya utilizaci¨®n se encuentra totalmente prohibida en varios pa¨ªses, entre ellos Reino Unido, Suecia y Jap¨®n. Un producto denominado negro directo-38, derivado de la benzidina, se utiliza normalmente en Espa?a en la pintura que recubre los coches de este color y en la industria del tinte que se aplica en los zapatos. En el simposio se llam¨® la atenci¨®n sobre determinados colorantes derivados de esas sustancias que pueden ser utilizados en la industria de la alimentaci¨®n y se cit¨®, como ejemplo a controlar por parte de las autoridades sanitarias, los colorantes que se utilizan en las grasas alimentarias.
El cloruro de vinilo, asociado al angiosarcoma hep¨¢tico, es la ¨²ltima sustancia cancer¨ªgena sometida a reglamentaci¨®n en Espa?a. Este producto tiene una amplia utilizaci¨®n para la fabricaci¨®n de envases de pl¨¢stico, en los revestimientos de paredes y en la industria del autom¨®vil. Se demostr¨® que era canceroso en 1974, pero la reglamentaci¨®n que limita la exposici¨®n de los trabajadores no ha llegado hasta una d¨¦cada m¨¢s tarde. Mientras tanto, la utilizaci¨®n de este producto en la industria se ha cuadruplicado, seg¨²n el profesor Tomatis.
El mayor riesgo lo sufren, sin embargo, los trabajadores de las industrias qu¨ªmicas que transforman el cloruro de vinilo mon¨®mero en pol¨ªmero. La multinacional Solvay tiene en Espa?a dos plantas de transformaci¨®n, una en Torrelavega (Santander) y otra en Martorell (Barcelona), aunque algunos de los asistentes afirmaron tener noticias de otras plantas, una de ellas en Tarragona, pero no pudo ser confirmado.
Los expertos resaltaron que si esto es lo que ocurre con las sustancias sometidas a reglamentaci¨®n, cu¨¢l no ser¨¢ el riesgo para los trabajadores en relaci¨®n a las muchas otras sustancias que se sabe con certeza que son cancer¨ªgenas y que no est¨¢n reguladas. Ello sin contar que son 65.725 los ,compuestos qu¨ªmicos diferentes que se utilizan en la industria y que, en su inmensa mayor¨ªa, se desconocen por completo los efectos qu¨¦ puedan tener.
Los sectores m¨¢s expuestos
Dom¨¨nec Turuguet, documentalista del Consejo Superior de Investigaciones C¨ªent¨ªficas, indic¨® en su ponencia los cinco procesos industriales en los que se concentra el mayor riesgo para los trabajadores por utilizar productos clasificados como cancer¨ªgenos por la Agencia Internacional de Investigaci¨®n sobre el C¨¢ncer. Son los de fabricaci¨®n de calzados, muebles, aplicaci¨®n de herbicidas y citost¨¢ticos y el tratamiento del caucho. A estos hay que a?adir la industria qu¨ªmica, la del autom¨®vil y la de papel.A pesar de las precarias fuentes estad¨ªsticas disponibles en Espa?a sobre esta problem¨¢tica, Dom¨¨nec Turuguet estim¨® en 550.000, aproximadamente, el n¨²mero de trabajadores directamente expuestos. El simposio puso de manifiesto la existencia de grandes dificultades para calcular la incidencia del c¨¢ncer ocupacional.
Seg¨²n uno de los estudios expuestos, entre 1955 y 1975 se ha apreciado en Espa?a un incremento en la incidencia de determinados tumores en la poblaci¨®n masculina. Concretamente, un aumento del 4% en el c¨¢ncer de vejiga, el 7% en el de pulm¨®n, el 2,8% en el de colon, el 3,9% en el de enc¨¦falo y el 5,9% en los linfosarcomas, pero faltan los datos de los ¨²ltimos 12 a?os, que son los m¨¢s significativos porque el c¨¢ncer ocupacional puede tener una latencia de hasta 15 o 20 a?os.
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