El agotamiento del modelo
A partir de ahora habr¨¢ que escribir un nuevo cap¨ªtulo en la organizaci¨®n sanitaria, afirma el autor, porque se ha creado un consenso generalizado en el sentido de que el modelo actual est¨¢ agotado y que el deseado Servicio Nacional de Salud -no es el ¨²nico modelo posible. La soluci¨®n, seg¨²n el articulista, est¨¢ en el modelo social-liberal, que prev¨¦ la paulatina introducci¨®n de la libertad de empresa en la estructura de los servicios sanitarios en Espa?a.Despu¨¦s de 10 a?os de sistema democr¨¢tico, con una clara voluntad pol¨ªtica de mejora, con distintos cambios en busca siempre de la eficacia, el resultado es que no existe un avance perceptible aceptado com¨²nmente como tal, y, por el contrario, se ha llegado a una evidente desmoralizaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica y del profesional.
Un m¨ªnimo de historia. Primer cap¨ªtulo: antecedentes de la situaci¨®n actual, la nacionalizaci¨®n de la asistencia sanitaria en el r¨¦gimen anterior. Ante una demanda de servicios m¨ªnima, en un pa¨ªs que no ten¨ªa casi nada, evidentemente cualquier planteamiento que creara algo ten¨ªa que ser bien recibido. En aquel momento, ?qui¨¦n era capaz de exponer, ni siquiera concebir, cualquier alternativa?
Segundo cap¨ªtulo: creciente oposici¨®n al r¨¦gimen e introducci¨®n de la primera doctrina sanitarista. Como en todos los campos del bienestar social, la izquierda fue la pionera de un cambio, que en el campo de la sanidad se limit¨® a pedir mayor democratizaci¨®n y unas pocas mejoras de tipo t¨¦cnico que no chocaban frontalmente con el andamiaje nacional-sanitarista que, no debemos olvidar, nacionaliz¨® de hecho la parte m¨¢s importante de la sanidad del pa¨ªs.
En estas condiciones, pedir mayor integraci¨®n de los aspectos preventivos con los asistenciales, mayor coordinaci¨®n, mayor planificaci¨®n, no era otra cosa que consolidar, mejorar la estructura de la sanidad franquista. Adem¨¢s, con facilidades de comprensi¨®n para todo el mundo: no se trataba de imitar a Rusia, ?qu¨¦ va!, se trataba de imitar a cualquier pa¨ªs capitalista europeo, pero como por casualidad s¨®lo se citaba al Reino Unido.
En el Reino Unido, el National Health Service lo ten¨ªa todo socializado, y no hubo durante a?os otro modelo que el modelo brit¨¢nico, ni hubo un solo partido pol¨ªtico en el momento de la transici¨®n que planteara seriamente ninguna alternativa al sistema brit¨¢nico, el que aqu¨ª se llam¨® el Servicio Nacional de Salud (SNS), al que se ha tendido siempre en la teor¨ªa y en la pr¨¢ctica hasta desembocar en la reciente ley general de Sanidad.
Modelo agotado
Y tercer cap¨ªtulo, el que nos toca escribir a partir de ahora, porque se ha creado un consenso generalizado en el sentido de que el modelo actual est¨¢ agotado, que el deseado modelo del Servicio Nacional de Salud no es el ¨²nico modelo posible para lograr los fines previstos por la Constituci¨®n en materia de sanidad.
Al contrario, es hora ya de decir p¨²blicamente que el modelo del Servicio Nacional de Salud (sanidad gratuita, de calidad, controlada econ¨®micamente y a cargo b¨¢sicamente de los Presupuestos Generales del Estado) es solamente un cuento de hadas en un pa¨ªs sin ninguna tradici¨®n de gesti¨®n p¨²blica eficaz y con un d¨¦ficit p¨²blico insoportable. Ante esta conclusi¨®n hay pocas alternativas, todas ellas basadas en la gradual, controlada y encauzada introducci¨®n de la libertad de empresa. El modelo alternativo ser¨ªa aquel que conjugara el socialismo de la planificaci¨®n central y la cobertura obligatoria para toda la poblaci¨®n con un sistema de libre competencia en la prestaci¨®n de los servicios asistenciales.
El modelo alternativo ser¨ªa aquel que compatibilizara la responsabilidad p¨²blica de planificar, controlar, asegurar una asistencia de calidad para el ciudadano con la responsabilidad privada de gestionarla adecuadamente.
El modelo alternativo ser¨ªa aquel en el que, garantizando al ciudadano a trav¨¦s de su cuota -como hoy- o de la aportaci¨®n del Estado su inclusi¨®n dentro del sistema sanitario nacional, este mismo ciudadano elegir¨ªa libremente la mutualidad o sociedad m¨¦dica (Insalud incluido) en la que deseara ser atendido.
El modelo alternativo ser¨ªa aquel que dirigir¨ªa los recursos de la asistencia hacia aquellas sociedades que en un mercado competitivo de servicios asistenciales fueran elegidas libremente por un mayor n¨²mero de ciudadanos (con lo que quedar¨ªa autom¨¢ticamente establecido que el ciudadano merece toda la atenci¨®n del mundo).
El modelo alternativo ser¨ªa aquel en el que los grandes centros nacionales de investigaci¨®n y asistencia m¨¢s avanzada (por cierto, no siempre p¨²blicos) estar¨ªan en disposici¨®n de concertar sus servicios con aquellas sociedades m¨¦dicas privadas que para su acreditaci¨®n tuvieran que poder utilizarlos.
?Est¨¢ claro? El modelo alternativo ser¨ªa a¨²n aquel en el que si es cierto que no existen econom¨ªas, sino deseconom¨ªas de escala en el funcionamiento de los grandes hospitales, ¨¦stos nunca se habr¨ªan construido. A¨²n m¨¢s, el modelo alternativo ser¨ªa aquel que dinamizar¨ªa la iniciativa privada de un sector que detrae el 4%. del PIB a cambio de ning¨²n dinamismo empresarial. Aquel que incentivar¨ªa a los buenos profesionales, que no crear¨ªa condiciones artificiales de trabajo que distorsionan el mercado laboral, que se regir¨ªa por los principios empresariales de productividad, etc¨¦tera.
Social liberal
Tampoco vamos a ser tan ut¨®picos como para atribuir al modelo alternativo el car¨¢cter de piedra filosofal para todos los problemas.
El modelo social liberal expuesto presenta tales problemas que s¨®lo hacen aconsejable su introducci¨®n paulatina, sin renunciar ni a la ley de Sanidad en vigor ni a ninguna de las conquistas sociales que signific¨® la creaci¨®n del Seguro Oficial de Enfermedad.
Pero tampoco es menos cierto que hoy ning¨²n socialista es tan poco liberal como para no reconocer las ventajas de la iniciativa privada. Conjugar ¨¦sta con el mantenimiento de un servicio de responsabilidad p¨²blica como es la sanidad, ¨¦se es el reto, ¨¦se es el problema y ¨¦sa es la soluci¨®n.'
Salvador Casas G¨¹ell es economista sanitario de diversos hospitales e instituciones sanitarias p¨²blicas y privadas, y autor del, libro El mapa sanitario.
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