Cientos de pacifistas bloquean la entrada a la CIA

Con un acto de desobediencia civil frente a la sede de la CIA, que provoc¨® la detenci¨®n de m¨¢s de SM personas, concluy¨® ayer la protesta organizada contra la pol¨ªtica de Ronald Reagan en Centroam¨¦rica que, durante tres d¨ªas, ha reavivado en Washington el ambiente pacifista de los a?os sesenta y las manifestaciones contra la guerra de Vietnam. Centenares de manifestantes bloquearon durante tres horas la puerta principal de la Agencia Central de Inteligencia, en un bosque de las afueras de Washington. La movilizaci¨®n nacional contra la pol¨ªtica de Reagan en Centroam¨¦rica, y tambi¨¦n en Sur¨¢frica, sac¨® a la calle en Washington, el pasado s¨¢bado, a 75.000 personas, menos de lo previsto por los organizadores.

El movimiento, que integran 35 grupos religiosos, pacifistas y sindicales, fue boicoteado a ¨²ltima hora por el presidente de la poderosa central sindical norteamericana AFL-CIO, Lane KirkIand. El dirigente sindical pidi¨® a los trabajadores que no acudieran a Washington porque algunos organizadores son comunistas. KirkIand denunci¨® que la protesta va m¨¢s all¨¢ de denunciar la pol¨ªtica de Reagan en Centroam¨¦rica, al "solidarizarse con el r¨¦gimen sandinista" y apoyar abiertamente a la guerrilla marxista-leninista en El Salvador",.Pero su llamamiento no fue seguido mayoritariamente y cinco de los siete sindicatos m¨¢s importantes del pa¨ªs estuvieron representados por sus l¨ªderes en la manifestaci¨®n. Personalidades conservadoras, como Jeanne Kirkpatrick, ex embajadora de Estados Unidos en las Naciones Unidas, han dicho que la movilizaci¨®n es un intento de crear un "frente popular" y que "huele a extrema izquierda".

Ning¨²n congresista liberal dem¨®crata asisti¨® a la manifestaci¨®n del s¨¢bado.

Al amanecer

Unas 1.000 personas se trasladaron ayer antes del amanecer frente a los edificios de la CIA, donde trabajan unos 20.000 empleados, con el exclusivo prop¨®sito de cerrar el acceso del personal de la agencia y dejarse detener.Lograron lo segundo, pero no lo primero. Los funcionarios del espionaje, norteamericano, que dirige la guerra de la contra en Nicaragua, hab¨ªan sido advertidos para que llegaran antes a trabajar.

Algunos retrasados tuvieron, sin embargo, que cruzar las filas de la protesta y fueron saludados con gritos de "asesinos" y "CIA, hoy no vais a trabajar". Sus peticiones de "uniros a nosotros" no fueron escuchadas por los funcionarios de la agencia.

Los manifestantes, una mezcla de estudiantes, personas con traje y aspecto de ejecutivo, veteranos de Vietnam y bastantes mujeres, gritaron el eslogan que mov¨ªa a los pacifistas hace dos d¨¦cadas: "El mundo entero est¨¢ mirando". Siete hombres y mujeres se bajaron los pantalones frente a la. verja de entrada y ense?aron sus traseros, en los que ten¨ªan pintado, letra por letra, "N-o R-e-a-g-a-n". Otros gritos proferidos por los cr¨ªticos fueron "USA, CIA, fuera de Nicaragua" y "la CIA tiene que irse".

Problemas de tr¨¢fico

La manifestaci¨®n provoc¨® serios problemas de tr¨¢fico en la hora punta de llegada al trabajo en Washington, ya que la CIA se encuentra, en Langley (Virginia), junto a una de las autopistas principales de entrada a la capital federal.La protesta se desarroll¨® pac¨ªficamente y la mayor¨ªa de los detenidos lo fueron por "obstrucci¨®n del paso". Fueron puestos en libertad inmediatamente con una multa de 50 d¨®lares (algo m¨¢s de 6.000 pesetas). S¨®lo continuaban detenidos los manifestantes. que se negaban a dar sus nombres.

Dos personajes hist¨®ricos de las manifestaciones anti Vietnam de los a?os sesenta, el ex sacerdote Daniel Barrigan y Daniel Ellsberg, que entreg¨® ¨¢ la Prensa los papeles del Pent¨¢gono sobre la guerra del Sureste Asi¨¢tico, fueron detenidos ayer.

250 polic¨ªas con cascos antidisturbios controlaron a los manifestantes, a los que advirtieron con altavoces que esta manifestaci¨®n es ilegal y si no se van ahora ser¨¢n detenidos".

Ellsberg explic¨® a la Prensa que "este edificio est¨¢ lleno de gente que sabe que lo que se est¨¢ haciendo en Centroam¨¦rica es un error", y agradeci¨® a la polic¨ªa su comportamiento "correcto".

La CIA aparece cada vez m¨¢s implicada en la ayuda ilegal a la contra, cu¨¢ndo ¨¦l Congreso la hab¨ªa prohibido y, ahora legalmente, est¨¢ dirigiendo la ¨²ltima ofensiva de los antisandinistas a los que apoya con informaci¨®n, instructores, material y suministros.

William Casey, director de la CIA hasta hace cuatro meses, ingres¨® el domingo de nuevo en un hospital en estado cr¨ªtico. Casey es un personaje clave en el Irangate, pero est¨¢ incapacitado por un c¨¢ncer cerebral.