Paul Newman presenta una versi¨®n literal de 'El zoo de cristal', de Williams
Los supersticiosos aseguran que el sexto d¨ªa, ecuador del festival, trae buena suerte para la ¨²ltima noche, la del reparto de los premios. Es posible que la versi¨®n realizada por Paul Newman de El zoo de cristal, de Tennessee Williams, no se vaya esa noche de vac¨ªo, si las cosas no mejoran en el palacio de La Croisette, donde lo que m¨¢s abunda es el mal cine. El famoso actor norteamericano, en esta ocasi¨®n en funciones de director, ha sido escrupulosamente fiel a la obra teatral, pero su humildad como cineasta contrast¨® con la arrogancia que le rode¨® en la insustancial conferencia de prensa que sigui¨® a la proyecci¨®n de El zoo de cristal.
Se cre¨® en los ¨²ltimos d¨ªas mal ambiente en tomo a Paul Newman, tras el anuncio, inicialmente en forma de rumor, de que s¨®lo acceder¨ªan a su conferencia de prensa los periodistas norteamericanos. Tal vez por esta raz¨®n el actor fue poco a poco ensanchando su manga y ampli¨® el cupo de asistentes, primero a informadores de habla inglesa, para finalmente permitir la entrada a todos los periodistas acreditados de primer rango, es decir a los que representan a un ¨®rgano de informaci¨®n, cualquiera que fuese su idioma.Paul Newman no es de los que necesita este tilo de argucias para crear expectaci¨®n y es posible que la contraproducente maniobra de racismo informativo procediese de otros intereses distintos de los suyos o de un tropiezo de la imaginaci¨®n de los cuidadores de la imagen p¨²blica del actor, crecidos en arrogancia desde que ¨¦ste gan¨® el ¨²ltimo oscar.
El resultado fue que la comparecencia p¨²blica del actor norteamericano, en parte por estar sobrecargada de expectaci¨®n, defraud¨® completamente. Le preguntaron a Newman muchas triviliadades, pero ¨¦ste no demostr¨® tener m¨¢s ingenio que sus interlocutores a la hora de sortearlas.
Por suerte para ¨¦l, su pel¨ªcula hab¨ªa dejado buenas im¨¢genes pegadas en el recuerdo de los presentes y la insustancialidad del di¨¢logo real de Paul Newman se olvid¨® detr¨¢s de la sustancia de su di¨¢logo fingido en El zoo de cristal. La pel¨ªcula no es una obra excepcional, pero s¨ª de esas que dejan alguna huella duradera, debido principalmente a su transparencia, pues se trata de una fiel, humilde y convincente filmaci¨®n de una de las cumbres del teatro de este siglo.
Nudo en la garganta
Elia Kazan, uno de los maestros de Newman y hombre que lo sabe todo de teatro y de cine, no es partidario de filmar obras teatrales, salvo si son de Tennessee Williams. La dramaturgia de Williams tiene un lado cinemat¨®gr¨¢fico innegable. De ah¨ª probablemente su buena fortuna en las pantallas, que ha fructificado ni m¨¢s ni menos que en 20 pel¨ªculas, lo que le convierte, con Shakespeare, en el poeta teatral m¨¢s buscado por las c¨¢maras de cine de todos los tiempos. La primera versi¨®n cinematogr¨¢fica de El zoo de cristal la hizo Irving Rapper en 1950, Jane Wyman, Gertrude Lawrence, Kirk Douglas y Arthur Kennedy. Fue una pel¨ªcula tan s¨®lo aceptable y esta segunda versi¨®n realizada por Newman es m¨¢s que aceptable, pese a que padece algunas arritmias y que su reparto no est¨¢ perfectamente conjuntado.La interpretaci¨®n de Joanne Woodward, esposa del actor, es brillante pero muy discutible, ya que la actriz lleva, en un exceso de lirismo, el personaje de la madre a su propio terreno, mientras que con mejor criterio los otros tres int¨¦rpretes (Karen Allen, John Malkovich y James Naughton) se llevan a s¨ª mismos al terreno de sus respectivos personajes y dentro de ellos hacen magn¨ªficos trabajos, sobre todo Karen Allen, que encarna a una muchacha completamente opuesta a la que le dio popularidad mundial, la hero¨ªna de En busca del arca perdida de Spielberg. La escena final de esta actriz es estremecedora, de esas que hacen bueno el t¨®pico del nudo en la garganta.
Tambi¨¦n se proyect¨® ayer en la secci¨®n oficial, pero fuera de concurso, un filme muy esperado: Good Moming Babilonia, escrito y dirigido por los hermanos Paolo y Vittorio Taviani.
Aunque tiene escenas emotivas y su argumento es muy atractivo, la pel¨ªcula decepcion¨®. La tosquedad habitual del cine de los Taviani, que a estas alturas siguen sin saber sacar partido de sus buenas ideas, llega aqu¨ª al extremo de que unos veteranos de su oficio realicen algunas escenas con torpeza propia de aficionados. A buenos instantes de cine sencillo, los Taviani pegan escenas rematadamente malas y a im¨¢genes bien iniciadas les sigue un p¨¦simo desarrollo.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.