Los restos del escritor rom¨¢ntico Enrique Gil y Carrasco, enterrados en su pueblo natal

Los restos del escritor rom¨¢ntico leon¨¦s Enrique Gil y Carrasco, que muri¨® en Berl¨ªn en 1846, a los 31 a?os, de tuberculosis y abrumado por las deudas, reposan desde el domingo en el pante¨®n del convento de la Anunciada, en su pueblo natal de Villafranca del Bierzo. Nueve a?os de dilatados tr¨¢mites burocr¨¢ticos entre la Embajada de Espa?a en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA) y el Ayuntamiento de Villafranca han logrado localizar el verdadero ata¨²d con los restos del escritor leon¨¦s, que se encontraba enterrado bajo otra tumba, a varios metros de profundidad, en el cementerio de Santa Eduvigis, en Berl¨ªn Oriental.

Los restos fueron localizados en 1978, a ra¨ªz de la publicaci¨®n de un libro de Jean-Louis Picoche. Otras dos versiones oficiales anteriores situaban el f¨¦retro de Gil y Carrasco en una fosa com¨²n y a los pies del muro de Berl¨ªn.Las gestiones definitivas que han propiciado la exhumaci¨®n del autor de El se?or de Bembibre a miles de kil¨®metros de su tierra han sido realizadas por el actual embajador en la RDA, Alonso ?lvarez de Toledo, a instancias del compositor Crist¨®bal Halffter y su mujer, Marita Caro, prima de ?lvarez de Toledo, que residen habitualmente en Villafranca. Los restos de Enrique Gil y Carrasco se encuentran depositados desde el domingo, de forma provisional y sin que se haya llevado a cabo ninguna ceremonia f¨²nebre, en el pante¨®n de los marqueses de Villafranca hasta que la nueva corporaci¨®n municipal que salga de los pr¨®ximos comicios acometa la construcci¨®n de una zona en el cementerio municipal destinada a personas ilustres, tal y como est¨¢ previsto.

Asimismo, la Fiesta de la Poes¨ªa que se celebra anualmente en Villafranca del Bierzo se dedicar¨¢ este a?o, en su 22? edici¨®n, a la figura del escritor leon¨¦s. Enrique Gil y Carrasco est¨¢ considerado como uno de los mejores representantes de la novela hist¨®rica rom¨¢ntica espa?ola, aunque su mejor obra y ¨²nica novela, El se?or de Bembibre, no logr¨® en su ¨¦poca la total aceptaci¨®n del p¨²blico. La novela est¨¢ basada en la extinci¨®n de la Orden del Temple en Espa?a y est¨¢ considerada, junto con El doncel, de Lara, como la m¨¢s valiosa producci¨®n del g¨¦nero hist¨®rico del siglo XIX.

Su Eleg¨ªa a la muerte de Espronceda, en 1842, con quien le un¨ªa una fuerte amistad, fue reproducida por varios peri¨®dicos de su tiempo. M¨¢s tarde ejerci¨® como cr¨ªtico literario en El Pensamiento y El Laberinto.

Gil y Carrasco lleg¨® a Madrid en 1836, donde curs¨® estudios de Derecho, y logr¨® introducirse en los medios literarios. Tambi¨¦n se dedic¨® a la diplomacia, y en 1844 march¨® a Prusia para gestionar la reanudaci¨®n de relaciones diplom¨¢ticas. Muri¨® el 22. de febrero de 1846, tras una larga agon¨ªa de una enfermedad t¨ªpicamente rom¨¢ntica, la tuberculosis, a escasos metros donde, 36 a?os despu¨¦s, Robert Koch descubri¨® el bacilo causante del mal.