Los jesuitas editan una colecci¨®n de tebeos sobre las heroicas aventuras de sus misioneros
En un momento en el que la Iglesia cat¨®lica va en busca de h¨¦roes para proponer a los j¨®venes indiferentes, y mientras Juan Pablo II busca para llevar a la gloria de los altares santos y beatos en los cuatro continentes, tambi¨¦n la Compa?¨ªa de Jes¨²s ha decidido hacer propaganda de sus antiguos h¨¦roes, los misioneros que defendieron a los indios y ha decidido hacerlo de un modo original: con tebeos mensuales de bolsillo que se vender¨¢n en todos los quioscos de Italia a un precio equivalente a 200 pesetas. El primero est¨¢ para salir a la calle, su t¨ªtulo es Missions y la idea les ha venido a los hijos de san Ignacio tras el gran ¨¦xito de la pel¨ªcula de parecido t¨ªtulo protagonizada por Robert de Niro.El primer tebeo narra la historia y la aventura del encuentro de los primeros jesuitas con los indios guaycuru en Paraguay a principios del siglo XVII. La publicaci¨®n tiene 160 p¨¢ginas, la cubierta es a color y el resto en blanco y negro. En la portada aparece un indio desnudo al que un hacha esconde los genitales. Lleva a sus espaldas a una joven india, casi como Dios la cre¨®. Pero dentro, en los dibujos, de Tullio Brunone, de t¨¦cnica casi fotogr¨¢fica, los desnudos totales masculinos y femeninos en todas las posturas son numerosos.
Desnudos
Los jesuitas explican que el tebeo quiere ser tambi¨¦n hist¨®rico y que los indios, cuando los descubrieron los misioneros, iban como Ad¨¢n y Eva en el para¨ªso terrenal antes de la expulsi¨®n. Y a quien les ha indicado que, sobre todo, los desnudos genitales de los indios varones son visiblemente voluminosos y que podr¨ªan llamar la atenci¨®n a los lectores m¨¢s j¨®venes, responden que no es culpa de ellos si la naturaleza hab¨ªa dotado con generosidad a los pobres indios esclavizados por el blanco, y considerados inferiores por nosotros.En la publicaci¨®n que est¨¢ a punto de aparecer figuran todos los ingredientes del tebeo cl¨¢sico de aventuras: pistolas, hachas, lanzas, cabezas y genitales cortados y ensangrentados, y hasta indios asados en grandes calderas, porque se explica que los indios guaycuru eran can¨ªbales antes de su conversi¨®n por los misioneros.
Secuestrada la hija del gobernador por los feroces indios, los ¨²nicos que pueden hacer de intermediarios para salvarla son los soldados de Jes¨²s. Un Col¨®n espa?ol se opone diciendo que los jesuitas "ponen ideas malas en la cabeza de los indios, como la igualdad entre los hombres y la libertad". Pero al final los misioneros salvan a la hija del gobernador y hasta se bautiza el terrible jefe de la tribu india.
Los jesuitas justifican estos tebeos diciendo que en esta ¨¦poca en la que se presentan tantos ¨ªdolos profanos a los j¨®venes, es positivo el que conozcan tambi¨¦n a estos h¨¦roes desconocidos del pasado, como lo fueron los primeros misioneros jesuitas en tierras lejanas.
Los otros tebeos ya en preparaci¨®n narrar¨¢n la historia de los hurones, los indios de Canad¨¢, de un explorador del T¨ªbet y de otros indios m¨¢s, por lo que seguir¨¢ el elemento desnudo. En el primero no faltan tampoco los cl¨¢sicos protagonistas de estas publicaciones: el bueno, que es el misionero jesuita, y el malo, que es l¨®gicamente el colonizador espa?ol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.