El exilio irrenunciable
O trouveurs de raison pour pour sen aller ailleurs!Un verso clave en la vida de Saint-John Perse: razones para irse a otra parte. Se dir¨ªa que tal fue el designio del hombre Alexis Saint-Leger y del poeta SaintJohn Perse. Irse a otra parte constantemente; no una raz¨®n de hu¨ªda sino m¨¢s bien de b¨²squeda, de conocimiento, una necesidad de que nada se le escape. Un movimiento continuo de fundaci¨®n y desmantelamiento, de instalaci¨®n y abandono.
De las Antillas, donde naci¨®, a Francia. De Francia a China, ya convertido en diplom¨¢tico. De China a los Mares del Sur, y vuelta a Francia. Aqu¨ª las convulsiones de la pre-guerra mundial que ¨¦l vivi¨® intensamente desde el Qai d'Orsay. Emigraci¨®n en 1940 a los Estados Unidos, despojado de su nacionalidad y de sus bienes por el Gobierno de Vichy. Y desde Estados Unidos, recorridos pausados, rigurosos por toda Am¨¦rica, la del Norte y la del Sur. Hasta su retorno definitivo a Francia, ya cargado de honores, para recibir el premio Nob6l y morir.
B¨²squeda
La vida de Saint-John Perse no es, sin embargo, la de un via ero j
o peregrino inquieto. Atraves¨® el planeta de lado a lado como pod¨ªa haberlo hecho un dios humilde y depredador, en busca de las .huellas de las civilizaciones, de la nomenclatura de la i3aturaleza, de los movimientos ocultos delas gentes y sus costumbres. No por af¨¢n de coleccionar recuerdos. Saint-John Perse vive sencillamente el j¨²bilo secreto de la creaci¨®n; incorpora a su poes¨ªa un mundo que es preciso nombrar, a la manera de los grandes textos fundacionales.
En 1942 relata a un amigo una vivencia que debi¨® marcarle profundamente: "uriC d¨ªa en el umbral de una yurta mogola, en pleno desierto de Cobi, en el momento de volver a montar mi caballo, me hago traducir una hermosa frase gutural de un Lama errante de una gran secta roja: 'El hombre nace en la casa, pero muereen el desierto'... Durante d¨ªas y d¨ªas, en el transcurso de largas cabalgadas silenciosas, -mastico y mastico esta frase, deleitosa,para el paladar de un occidental-que nunca est¨¢ seguro de haber enjuagado bastante su boca de todo resabio rom¨¢ntico... Hasta' el d¨ªa en que, en un templo de lamas a la salida del desierto, se me da una explicaci¨®n trivial: el moribundo debe ser colocado fuera de la tienda para no ensuciar la morada de los vivos. ?Buena bofetada a las incurables asociaciones de ideas de la culturaliteraria.1".En cualquier caso, y al margen de la puya contra la cultura occidental, la sentencia del lama proporciona una imagen bastante exacta del extra?amiento caracter¨ªstico de Saint-John Perse, de la soledad de su. exilio radical (no geogr¨¢fico). Como dice el Extranjero de su inmenso poema Exil.- "todo en el mundo me es nuevo!..." Y el nacimiento de su canto no le es menos extra?o".
Cosmogon¨ªa
A prop¨®sito de Saint-John Perse siempre suele hablarse de cosmogon¨ªa, y es que ciertamente su universo po¨¦tico es una creaci¨®n global, totalizadora y eso a trav¨¦s d un solo poema, pues todos sus libros son finalmente un ¨²nico gran poema ¨¦pico construido con materiales muy concretos. Perse lo expresa con extraordinaria lucidez: "el poeta tiene el perfecto derecho, e incluso el deber, de ir a explorar los m¨¢s oscuros dominios; pero cuanto m¨¢s lejos va en esa direcci¨®n, m¨¢s debe emplear medios de expresi¨®n concretos. Cuanto m¨¢s lejos penetra en el dominio irracional o m¨ªstico, m¨¢s obligado est¨¢ a expresarse por medios reales, incluso extra¨ªdos de su vida experimental. Tened los pies, en el suelo y construid con todo eso una obra fuera del,tiempo, fuera del lugar, edificada en esta recreaci¨®n".
Fuera del tiempo, fuera del lugar. Una obra as¨ª s¨®lo puede elevarse desde una conciencia de exilio radical; la del que sabe que se nace en la casa, pero se muere en el desierto.
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