Los sue?os de la tercera edad
El autor analiza un estudio realizado sobre los perturbadores sue?os de las personas ancianas y se pregunta sobre las razones sociales que provocan en estas personas un angustioso mundo on¨ªrico de mensajes tan destructores.
En Espa?a, m¨¢s de dos millones de ancianos se encuentran en los l¨ªmites de la pobreza. Y de este contingente, alrededor del 50% padece enfermedades e invalideces que podr¨ªan haberse evitado o compensado. Y este inmenso contingente de ancianos marginados tambi¨¦n sue?a. Pero sus sue?os, por lo general, tienen una alta frecuencia de claros mensajes destructores. Mensajes que reproducen el temor de su supervivencia y abandono.Un estudio realizado por la Sociedad Europea de Biosociolog¨ªa entre ancianos mostr¨® la alta incidencia de sue?os perturbadores, cuando no destructores. Sue?os que han ido acentu¨¢ndose por lo frecuentes durante los ¨²ltimos a?os y que van desplazando a los contenidos on¨ªricos m¨¢s optimistas, haci¨¦ndose casi exclusivos de las vivencias nocturnas. Son muy, especialmente sue?os adversos de amanecida, que se acompa?an de m¨²ltiples molestias f¨ªsicas (tos, calambres, deseo de micci¨®n, molestias g¨¢stricas, escalofr¨ªos, sensaciones de inestabilidad de la cama, angustia precordial, dolores abdominales o articulares, acorchamiento de las manos, etc¨¦tera). Pero existen unas constantes frecuent¨ªsimas en los contenidos on¨ªricos de estos ancianos que, de forma esquem¨¢tica, podr¨ªan resumirse en las siguientes:
Sue?os de amputaci¨®n de diversos ¨®rganos, especialmente v¨ªsceras internas o la lengua, 11 por necesidad, para evitar mayores males". La amputaci¨®n suele ser por mandato o sugerencia exterior. La amputaci¨®n de los vestidos puestos (considerados como parte propia) no es infrecuente.
Sue?os de ca¨ªda, con Imposibilidad de lograr el vuelo (las situaciones de volar pr¨¢cticamente no existen). Ca¨ªdas en el interior de espacios oscuros, tuber¨ªas, a veces retretes, o precipitaci¨®n desde el aire sobre calles llenas de autom¨®viles. Cuando la ca¨ªda se consuma, nadie se acerca ni le recoge.
Sue?os de mendicidad, con sentimiento irrefrenable de verg¨¹enza, en los que nadie concede limosnas. La acci¨®n mendicante se desarrolla durante interminables marchas por las calles o en el interior de los edificios.
Sue?os de expulsi¨®n, desde el remedo de la escena b¨ªblica del para¨ªso a la muy frecuente de ser expulsado de pueblos, casas o establecimientos p¨²blicos. La mayor¨ªa de las veces esta expulsi¨®n se efect¨²a por personal unlform'zado que parece estar dotado de autoridad. La expulsi¨®n por familiares es muy poco frecuente.
Sue?os de no poder llorar. Son sue?os con un alto contenido ansioso. Se han observado casos en los que este tipo de sue?o preced¨ªa en poco tiempo (minutos) a procesos vasculares cerebrales o hemorragias viscerales agudas.
Igualmente, son frecuentes los sue?os de ocultamiento (enterrar comida o dinero, que suele ser descubierto); de huida (buscando salidas, puertas cerradas, pasillos que no conducen a ninguna parte, aduanas, muros infranqueables, aguas torrenciales bioqueadoras); de enfermedad, invalidez y aislamiento.Ausencia de risaEste tipo de sue?os se caracteriza porque en los mismos no existe apenas la risa ni la sonrisa en sus protagonistas, reiter¨¢ndose los sentimientos de frustraci¨®n e incapacidad, la imposibilidad de finalizar una acci¨®n, la p¨¦rdida de la iniciativa, la falta de ni?os, la sensaci¨®n de fatiga, las situaciones depresivas, el sentimiento de abandono e insolidaridad, la incapacidad creadora y los intentos de autodestrucci¨®n.
Igualmente, ha podido apreciarse que esta clase de sue?os adversos se presenta m¨¢s abundantemente en el medio urbano, en personas de la clase media (especialmente funcionarios) y con menos intensidad en trabajadores aut¨®nomos, artesanos y pensionistas de medi¨®s rurales. Los sue?os adversos aumentan en intensidad en ancianos abstemios, institucionalizados y de marcados prejuicios. En las inu jeres predominan las situaciones on¨ªricas de b¨²squeda, mostrando mayor actitud de fortaleza ante la adversidad. Los sue?os adversos (productores de terribles pesadillas) predominan en establecimientos institucionalizados (residencias, hospitales, centros de acogida, etc¨¦tera).
Desde un punto de vista de higiene mental y de la ¨¦tica social habr¨ªa que preguntarse hacia d¨®nde es conducido tal enorme contingente de ancianos y por qu¨¦ razones psicosociales han sido desprovistos hasta de la capacidad de so?ar.
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