John Hunt
Dirigi¨® la primera expedici¨®n que conquist¨® el Everest
Sir Edmund Hillary y el sherpa Tensing Norgay alcanzaron la cima del Everest, el pico m¨¢s alto del mundo, el 29 de mayo de 1953. Sin embargo, aquella haza?a tuvo m¨¢s de dos protagonistas; en concreto, 12 expedicionarios brit¨¢nicos y 30 sherpas de elite, capitaneados por John Hunt, un militar aficionado al alpinismo desde ni?o. Ninguna otra escalada realizada posteriormente por Hunt, que a sus 77 a?os afirma no haber dejado el alpinismo activo, puede compararse a aquella primera conquista del techo del mundo.
Incansable, John Hunt, l¨ªder de aquella primera expedici¨®n que coron¨® la cima del Everest, volvi¨® a revivir aquel d¨ªa hist¨®rico para el alpinismo mundial durante su ¨²ltima visita a Barcelona, frente a un numeroso p¨²blico aficionado a este deporte. "Hay dos momentos de aquella expedici¨®n que recuerdo con especial claridad", afirma John Hunt. "El peor fue cuando llegu¨¦ a la altura de 8.400 metros y no pod¨ªa respirar debido a que la botella de ox¨ªgeno estaba bloqueada por el hielo. El mejor, claro, fue cuando Hillary y Tensing llegaron al campamento y nos relataron su ¨¦xito en la conquista del Everest". Sir Hillary tom¨® posesi¨®n de la monta?a en nombre de la humanidad, y en la cima plant¨® las banderas del Reino Unido, Nepal, Naciones Unidas e India, mientras que Tensing enterraba en la nieve su ofrenda a los dioses que habitan la monta?a, compuesta por chocolate, caramelos y galletas, componentes b¨¢sicos en la dieta de los alpinistas. "Un a?o antes, en 1952", recuerda el alpinista, "la expedici¨®n suiza hab¨ªa fracasado en el intento, aunque estuvieron muy cerca de la cima. La valiosa informaci¨®n t¨¦cnica de esta ¨²ltima escalada, junto al moderno y ligero equipo que llev¨¢bamos, que inclu¨ªa abundantes botellas de ox¨ªgeno, adem¨¢s del trabajo en equipo, fueron las claves de nuestro ¨¦xito".La vida de este deportista est¨¢ llena de actividad y de amor al riesgo y la aventura, que ha sabido compaginar con sus responsabilidades como militar, profesi¨®n que eligi¨® siguiendo la tradici¨®n familiar, y, m¨¢s tarde, como pol¨ªtico. En 1976, el premier Harold Wilson le otorg¨® el t¨ªtulo de lord. La defensa del medio ambiente y el apoyo a la libertad condicional de los presos han sido sus caballos de batalla en la pol¨ªtica. Sus otras aficiones son el esqu¨ª, la omitolog¨ªa y los idiomas. Tambi¨¦n en lapr¨¢ctica del deporte blanco consigui¨® destacar, y ha sido presidente de la National Ski Federation y miembro del equipo parlamentario de esqu¨ª.
Combati¨® durante la II Guerra Mundial contra el Ej¨¦rcito alem¨¢n en Italia, y antes de ello estuvo destinado en la India, pa¨ªs que le vio nacer, donde inici¨® su carrera militar. Pero mucho m¨¢s temprana fue su afici¨®n al monta?ismo, que se despert¨® en Suiza, donde se educ¨®, a los 15 a?os. Hunt ha sabido dejar constancia escrita de sus muchas aventuras en las alturas, condensadas en varios libros, el primero consagrado a la expedici¨®n de 1953. "Alguien dijo que la vida es un reto, "y creo que cada persona debe encontrar algo que le exija todo lo que puede dar de s¨ª, tanto a nivel f¨ªsico como interiormente, de valent¨ªa y capacidad de determinaci¨®n. En mi caso, las monta?as han sido ese desaf¨ªo".
A sus 77 a?os, lord Hunt, cuyas robustas y enormes manos evidencian. su pasi¨®n por las cumbres, sigue todav¨ªa en la brecha. "Hace tan s¨®lo cinco a?os", recuerda, "todav¨ªa fui capaz de escalar un pico de 6.000 metros".
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