Presentaci¨®n en Mosc¨² de la primera revista pol¨ªtica no oficial

La revista Glasnost (Transparencia), la primera publicaci¨®n pol¨ªtica no oficial sovi¨¦tica con vocaci¨®n de legalidad, fue presentada ayer al p¨²blico por su Redacci¨®n, un colectivo del que forman parte conocidos disidentes pol¨ªticos, muchos de los cuales -incluido el redactor jefe, Serguei Grigoriants- han salido de la prisi¨®n o de los campos de internamiento hace unos meses.

Reconocemos el peligro de la acci¨®n, pero la inacci¨®n es intolerable", afirma el primer n¨²mero de Glasnost -55 p¨¢ginas trabajosamente mecanografiadas a base de papel carb¨®n y una edici¨®n de algo m¨¢s de 50 ejemplares formato folio-, distribuido ayer entre una veintena de periodistas occidentales en el domicilio, discretamente vigilado por agentes policiales de paisano, de Serguei Grigoriants. Los periodistas de los medios de comunicaci¨®n sovi¨¦ticos oficiales no acudieron al acto, pese a haber sido invitados, seg¨²n dijo Grigoriants, un cr¨ªtico literario de 45 a?os liberado el pasado febrero de la condena pol¨ªtica que cumpl¨ªa en la prisi¨®n de Chistopol."?sta es la primera vez en la historia del Estado sovi¨¦tico que surge una revista no gubernamental, no de partido y pol¨ªtica. Consideramos que es un acontecimiento de extraordinaria importancia", dijo Grigoriants. ?ste ha entregado una copia de Glasnost en el Comit¨¦ Central del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS), y no ha recibido respuesta a su petici¨®n de permiso) para poder imprimir la revista, que se propone salir a la calle tres veces al mes. Glasnost podr¨ªa ser impresa por una editorial cooperativa de las que han comenzado a permitirse actualmente en la URSS, pero para ello debe tener una organizaci¨®n oficial detr¨¢s, seg¨²n explic¨® Grigoriants.

Dadas las circunstancias, el primer n¨²mero de Glasnost se difunde de forma muy mitigada, y no se vende para evitar las acusaciones de practicar actividades comerciales no permitidas por la ley. La intervenci¨®n rad¨ªof¨®nica efectuada por el premio Nobel sovi¨¦tico Andre¨ª Sajarov para agradecer el Premio El Minuto de Oro, otorgado por la emisora Radio Minuto de Barcelona, forma parte de los art¨ªculos recogidos en este primer n¨²mero.

Otros art¨ªculos est¨¢n dedicados a los clubes de discusi¨®n que proliferan actualmente en Mosc¨², a comentar obras aparecidas en Samizdat (edici¨®n casera en la URSS) y a dar a conocer acontecimientos de la vida cultural sobre los que no escriben los peri¨®dicos. Una secci¨®n recoge un muestrario de cartas no publicadas por la Prensa oficial, que, en opini¨®n de Grigoriants, cuenta a¨²n con muchas limitaciones para tratar temas cr¨ªticos. El n¨²mero 2 de Glasnost, ya en preparaci¨®n, contendr¨¢ un "gran art¨ªculo sobre el Comit¨¦ de Seguridad del Estado (KGB)", seg¨²n Genrik Altunian, otro colaborador de la revista.

Vocaci¨®n de apertura

Glasnost se diferencia de Samizdat (habitual forma de edici¨®n en medios disidentes hasta ahora) por su vocaci¨®n de ser abierta y por pedir ayuda al Gobierno.Glasnost pretende ser "un mecanismo" y una "ayuda" en el proceso de democratizaci¨®n de la sociedad sovi¨¦tica, en palabras de Lev Timofeiev, periodista de profesi¨®n y ex preso pol¨ªtico. La "indiferencia social", la "ausencia de h¨¢bitos democr¨¢ticos", son definidos por la revista como los "poderosos enemigos pasivos de la democracia".