Peres, incapaz de superar el veto de Shamir a una conferencia de paz

El laborista Sim¨®n Peres, ministro Israel¨ª de Asuntos Exteriores, est¨¢ en dificultades -atrapado entre su voluntad de que se convoque una conferencia para tratar de la paz en Oriente Pr¨®ximo y la Imposibilidad de traducir en hechos esas intenciones- ante el rotundo no a la iniciativa del jefe del Gobierno, el l¨ªder del Likud Isaac Shamir.

"Peres se juega su destino pol¨ªtico, convencido de que, sin una extensi¨®n del proceso de paz a Jordania y a los palestinos, el porvenir mismo de Israel est¨¢ amenazado", se dice en el entorno m¨¢s pr¨®ximo del dirigente laborista.Si bien la mayor¨ªa de los gobernantes extranjeros, en Europa y Estados Unidos, apoya los esfuerzos de Peres, en el interior de Israel su posici¨®n es m¨¢s bien precaria. Y no ¨²nicamente porque Shamir y sus correligionarios del Likud se oponen abiertamente a sus proyectos, sino tambi¨¦n porque el hombre de la calle observa con una desconfianza creciente los viajes incesantes de su ministro de Exteriores -Washington, Londres, Bruselas, Bonn, Par¨ªs, Ginebra...- en busca de nuevos apoyos para su idea.

Cuando el jefe de Gobierno dice y repite que no le desea buena suerte, esto suena a mezquino. Sin embargo, cuando el Likud se pregunta: "?Se ha visto alguna vez a un titular de Asuntos Exteriores actuar contra la opini¨®n de su primer ministro?", la gente mueve la cabeza con comprensi¨®n. Sobre todo cuando el portavoz de Shamir a?ade: "Si Peres y los otros ministros laboristas consideran que la l¨ªnea pol¨ªtica de Shamir les resulta intolerable, que dimitan. Luchar desde la oposici¨®n ser¨ªa m¨¢s honorable que minar la pol¨ªtica del jefe del Gobierno en el extranjero".

Descenso laborista

Peres se niega a dimitir porque no quiere ceder a sus coyunturales aliados del Likud carteras tan importantes como las de Defensa, Agricultura y Educaci¨®n. "Ser¨ªa llevar al pa¨ªs al desastre", afirman.Entre tanto, la cota de popularidad de los laboristas baja y baja, seg¨²n los sondeos, cuando hace apenas unos meses obten¨ªan casi el doble de intenciones de voto que el Likud.

Despu¨¦s del encuentro de esta semana en Ginebra entre Peres y el presidente egipcio, Hosni Mubarak, ¨¦ste ha declarado a la televisi¨®n de Israel que no quiere intervenir en los asuntos internos de este pa¨ªs. Sin embargo, el corresponsal de la televisi¨®n asegur¨® que los consejeros de Mubarak apoyan la lucha de Peres contra Shamir en torno a la conferencia. Algo que el Likud utiliz¨® inmediatamente: "Como no tiene el apoyo del pueblo de Israel, busca el apoyo de Mubarak contra Shamir".

Las razones de Peres son, al parecer, imperiosas. Por una parte, se ha comprometido personalmente, ante Mubarak y el rey Hussein de Jordania, a no dejar morir el proceso de paz, y ha aceptado la idea de la conferencia internacional como el mejor medio para lograrla. Por otro lado, est¨¢ convencido de que la perpetuaci¨®n de la ocupaci¨®n de Cisjordania y Gaza, sin perspectivas de soluci¨®n, es muy peligrosa para Israel.

Es preciso salir del marasmo. De ah¨ª la necesidad urgente de comenzar conversaciones con una delegaci¨®n jordano-palestina, una negociaci¨®n que tan s¨®lo es posible en el marco de una conferencia internacional.