Amelia de la Torre: una escuela que se va
Amelia de la Torre era uno de los ya escasos supervivientes de la gran escuela antigua del arte del teatro que se va extinguiendo.Aprend¨ªan en las tablas, junto a las gran es figuras: en los ensayos, en las noches de conversaci¨®n, en los trenes entre dos plazas. Se iban haciendo lentamente. Amelia entr¨® joven en la compa?¨ªa de Margarita Xirgu; hizo en ella no s¨®lo su aprendizaje sino tambi¨¦n como era frecuente, su hogar: all¨ª encontr¨® a quien ser¨ªa compa?ero de su vida, Enrique A Diosdado, y juntos viviero las giras, el viaje a Am¨¦rica, el largo exilio.
Su elevaci¨®n como actriz fue lenta. Incluso dej¨® que se proyectase sobre ella la sombra poderosa de su marido, a quien consagr¨® toda su vida, especialmente durante los muchos a?os de enfermedad de Enrique, que terminaron en la muerte.
Verdaderas creaciones
Hizo papeles menores hasta que su oficio y su escuela empezaron a estallar dentro de esos papeles y a requerir otros m¨¢s s¨®lidos: cuando se los dieron demostr¨® -como en La loca de Chaillot; m¨¢s tarde, nada menos que Madre coraje, de Brecht- que no solamente Pod¨ªa sacarlos adelante sino hacer de ellos verdaderas creaciones. Ten¨ªa unas virtudes personales extraordinarias. Con una voz seca y dura y un gesto amargo era capaz de producir en el escenario la ternura y las .emociones sentimentales, y tambi¨¦n de brillar en las comedias de humor, g¨¦nero al que dedic¨® mucho tiempo cuando form¨® compa?¨ªa con su marido, y estren¨® obras de los autores m¨¢s importantes de la ¨¦poca.
Aun siendo una representante de una escuela que desaparece y de una forma de teatro que hoy est¨¢ extinguida, de ninguna forma Amelia de la Torre fue una actriz sobrante o sobrepasada.
Ha seguido representando en el teatro actual, ya en los papeles que requer¨ªa su edad, y siempre se ha notado que Amelia de la Torre estaba en la obra: ha puesto su perfecci¨®n, su calidad, su comprensi¨®n del papel y del trabajo de los dem¨¢s al servicio de la obra. Son rasgos que se van haciendo poco frecuentes y que hacen que su vac¨ªo de ahora se pueda percibir como un da?o grave para el teatro.
Babelia
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