El nuevo Sandok¨¢n
El democristiano Giovanni Goria, el nuevo primer ministro italiano, comienza su aventura con un r¨¦cord que nadie puede discutirle: es el presidente del Gobierno m¨¢s joven de la historia republicana italiana. Y tambi¨¦n el primer presidente barbudo. Ma?ana cumplir¨¢ 44 a?os. Tiene exactamente 35 menos que su predecesor, Amintore Fanfani. Esto es ya un punto a su favor en un pa¨ªs acostumbrado a ver siempre las mismas caras en pol¨ªtica.Algunos le pronostican pocos meses en el cargo, otros creen que puede dar una sorpresa. De hecho, seg¨²n un sondeo in¨¦dito del instituto Doxa, los italianos conflan m¨¢s en ¨¦l que en el mism¨ªsimo Giulio Andreotti, y lo consideran m¨¢s preparado que el secretario de su partido, Ciriaco de Mita.
De ¨¦l se dice que tiene dos ventajas: una externa, la de "no parecer un democristiano", y otra interna, en su partido, la de no ser filosocialista. De hecho, De Mita lo ha considerado siempre como su hijo espiritual, la cara nueva de la Democracia Cristiana.
De Mita, afirman algunos, ha querido presentar una especie de doble de Craxi, es decir, un personaje que pueda, ante la opini¨®n p¨²blica, acabar siendo el hombre del presente: moderno, joven, atractivo para las mujeres, con rostro mediterr¨¢neo y, al mismo tiempo, intimista y sensual. Y con una ventaja sobre Craxi: su simpat¨ªa personal. Seg¨²n el famoso estilista Giorgio Armani, Goria podr¨ªa aparecer ante los italianos como una especie de Sandok¨¢n de la pol¨ªtica.
A quienes menos gusta es a los comunistas, porque Goria ha sido siempre estimado por la clase empresarial y porque es un conservador en materia econ¨®mica.
Los socialistas, por su parte, no le perdonan que en 1985, siendo primer ministro Bettino Craxi, concediera al Chile de Pinochet un cr¨¦dito de 2.200 millones de pesetas.
Est¨¢ casado con Eugenia Obermitto, perteneciente a una rica familia de constructores de Asti, ciudad natal del nuevo presidente. Ella es abogada y trabaja como asesora de una sociedad de seguros.
El matrimonio tiene dos hijos: Marco, de 16 a?os, y Paolo, de 11. Goria da la imagen del padre moderno y algo feminista. Se queja de que tiene un poco abandonada a la familia desde que trabaja en la pol¨ªtica. ¨²nicamente los ve, y no siempre solo, los fines de semana. El resto del tiempo vive en Roma, en un pisito, de una sola habitaci¨®n, en la calle de Monserratto.
Viste como un hombre com¨²n de provincias y su atractivo y su fascinaci¨®n sugieren, dicen, serenidad. De ah¨ª que tanta gente de la calle se identifique f¨¢cilmente con ¨¦l. Como han comentado soci¨®logos y psic¨®logos, tiene una gran ventaja frente a la mayor parte de los pol¨ªticos: habla con el lenguaje de la gente de la calle. Y en esto tambi¨¦n se parece a Craxi.
'Nasometr¨ªa'
De s¨ª mismo, de quien suele hablar con gran modestia, dice que todo en su vida lo ha hecho, m¨¢s que con ¨¦l estudio, con la nasometr¨ªa. Se trata de un neologismo inventado por ¨¦l -que equivaldr¨ªa en castellano a olfatometr¨ªa- para explicar que las decisiones en pol¨ªtica las toma sobre todo por intuici¨®n.No es hombre de mucho deporte. Le gusta el mar, aunque nada muy mal, y su pasi¨®n de joven era el f¨²tbol. Era un buen delantero centro, pretendido por el Torino. Pero, como ¨¦l mismo ha confesado, entonces los equipos ataban para toda la vida, lo que le daba miedo "por esa pizca de libertario que he llevado siempre dentro".
A pesar de ser democristiano de toda la vida, no se le conoce a Goria demasiada inclinaci¨®n por los asuntos de la Iglesia, hasta el punto de jactarse de que se diga que "no tiene pinta de eclesi¨¢stico". Si acaso, todo lo contrario.
Hasta hace poco tiempo fumaba dos cajetillas de Gauloises al d¨ªa. Se presume, sin embargo, que volver¨¢ al tabaco, por esa barriga que le ha crecido desde que ha dejado el cigarro y que le obliga a usar trajes cruzados, para su disgusto.
Seg¨²n el director de Il Giornale, Indro Montanelli, el nuevo presidente triunfar¨¢ en Italia "porque inspira sentimientos maternales y tiene la cara limpia". Eugenio Scalfari, director de La Repubblica, le adjudica el m¨¦rito de haber controlado la inflaci¨®n en Italia y de haber "guiado el Tesoro durante cuatro a?os en perfecta armon¨ªa con la banca italiana".
Las mujeres suelen dar de Goria juicios m¨¢s bien elogiosos. Quien lo ha tratado peor ha sido la nueva esposa del escritor Alberto Moravia, la bella tudelana Carmen Llera, quien le ha definido en el semanario L'Espresso como un personaje "aburrido, demasiado comme il faut, sin una pizca de fantas¨ªa".
Por su parte, el famoso director de cine Francesco Rossi ha declarado al mismo semanario que, para ¨¦l, el hecho de que un democristiano tan joven como Goria llegue a la jefatura del Gobierno es ya de por s¨ª "un hecho revolucionario".
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