El t¨²nel de Europa
EL PRESIDENTE Mitterrand y la primera ministra Thatcher han firmado solemnemente la ratificaci¨®n del tratado para la construcci¨®n del t¨²nel bajo el canal de la Mancha. Por primera vez, los Parlamentos de los dos pa¨ªses han votado la aprobaci¨®n del proyecto y, por tanto, no existen ya obst¨¢culos, al menos en el terreno del derecho internacional, para que un t¨²nel enlace tierra francesa y brit¨¢nica. Tampoco subsisten dificultades de orden pol¨ªtico: del lado franc¨¦s, el Gobierno de Chirac ha adoptado en este tema la misma actitud iniciada por el Gobierno socialista de Laurent Fabius. En Londres, Margaret Thatcher es firme defensora del proyecto y su permanencia al frente de los destinos brit¨¢nicos est¨¢ consolidada.El apoyo al t¨²nel es mucho m¨¢s entusiasta en Francia, donde los sondeos registran un 75% de opiniones favorables. Pero las reticencias brit¨¢nicas han ido disminuyendo por el proceso de acercamiento a Europa. Que corresponda hoy a Margaret Thatcher dar estado jur¨ªdico a esa corriente profunda, cultural y pol¨ªtica de la mentalidad brit¨¢nica es, quiz¨¢, una de las paradojas de la historia.
El proyecto consiste en tres t¨²neles, uno de ellos para servicios y ventilaci¨®n, por los cuales circular¨¢n trenes a 160 kil¨®metros por hora. Est¨¢ previsto que en la primavera de 1993 se podr¨¢ llegar en tres horas del centro de Par¨ªs al de Londres por tierra firme. Se prev¨¦ una circulaci¨®n, el primer a?o, de 30 millones de viajeros y de 13 millones de toneladas de mercanc¨ªas, que luego iran en aumento. El t¨²nel ayudar¨¢ no s¨®lo a ampliar las relaciones entre brit¨¢nicos y franceses sino a las relaciones europeas en general y, con ello, a la europeizaci¨®n de Europa.
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