El nuevo alcalde de Manresa propone concentrar la prostituci¨®n en un solo burdel
El nuevo alcalde de Manresa, Juli Sanclimens, de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), afirma disponer de informes m¨¦dicos seg¨²n los cuales la pr¨¢ctica totalidad de las prostitutas de calle de Manresa (Barcelona) es portadora del virus del SIDA. Por ello ha empezado a sondear a los ciudadanos sobre la oportunidad de promover la apertura de un burdel con un estricto control sanitario como paso previo a la erradicaci¨®n total, por medios policiales, de los contactos callejeros sin garant¨ªas.
Sanclimens afirma que en sus visitas de presentaci¨®n a los centros sanitarios de la ciudad tuvo conocimiento de la existencia de una paciente hospitalizada que por su adicci¨®n a la hero¨ªna "se hab¨ªa convertido en prostituta, y que padec¨ªa a la vez el SIDA y la s¨ªfilis".
Tras conocer este caso, el alcalde de Manresa, preocupado por los peligros sanitarios que engendra la prostituci¨®n, solicit¨® informes m¨¦dicos m¨¢s amplios que han evidenciado, seg¨²n afirma Sanclimens, que la inmensa mayor¨ªa de las prostitutas de calle de Manresa ha dado positivo en la prueba del SIDA. Seg¨²n el alcalde, si no se act¨²a con rapidez, "dentro de unos a?os la enfermedad puede haberse propagado extensamente por la comarca".
35 profesionales
Seg¨²n c¨¢lculos del Ayuntamiento y de la Asociaci¨®n de Vecinos del Casco Viejo, en Manresa hay unas 15 prostitutas ocupadas en cuatro o cinco casas discretas, mientras que otras 20 ejercen su oficio en la calle. De estas ¨²ltimas, menos de la mitad es fija y el resto va y viene cada d¨ªa desde otras poblaciones y se renueva constantemente, por lo que su control es muy dif¨ªcil.La prostituci¨®n callejera en Manresa es de muy baja categor¨ªa y ofrece sus servicios por precios que oscilan entre las 600 pesetas y las 1.500 pesetas.
Sanclimens afirma que hasta ahora s¨®lo ha encontrado "reacciones favorables a la idea del burdel controlado", ya que el ejercicio de la prostituci¨®n en la calle "no s¨®lo representa una amenaza sanitaria, sino un problema de orden p¨²blico y de convivencia en las calles donde se concentran los bares de contacto".
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