Una mala imagen

Al regresar a Espa?a tras las vacaciones de verano, me he topado con una desgradable visi¨®n que desear¨ªa no pasara desapercibida a quienes tengan la competencia para solucionarla. Este verano he visitado en coche tres pa¨ªses europeos: Francia, B¨¦lgica y Holanda, y al atravesar la frontera de cada pa¨ªs nos saludaba un cort¨¦s cartel, en la lengua oficial del Estado, dando la bienvenida al visitante. Cu¨¢l fue mi sorpresa cuando, al entrar a Espa?a tras atravesar la frontera francesa, nos encontramos frente a un gran cartel, en el que antes deb¨ªa poner Espa?a o Bienvenidos a Espa?a, que ahora estaba pintado en azul y pintarrajeado en distintos colores con frases espont¨¢neas.Teniendo en cuenta que este espect¨¢culo se da en la frontera de La Jonquera, la m¨¢s frecuentada por el turismo que se dirige a la costa mediterr¨¢nea, resulta ins¨®lito y tercermundista encontrarse con una imagen que dice muy poco a favor de un pa¨ªs que est¨¢ ya plenamente integrado en las estructuras europeas. Algunos podr¨ªan decir que al no darse la bienvenida a nadie todos se encuentran como en su propia casa... Pero lo cierto es que un pa¨ªs que es de todos, sin una personalidad propia que le defina ante los dem¨¢s, acaba siendo un pa¨ªs de nadie-