Los editores hispanoamericanos estudian medidas contra la pirater¨ªa internacional
La reproducci¨®n ilegal de libros se analizar¨¢ en un congreso en Bogot¨¢
Un congreso internacional, en el que participar¨¢n editores de todos los pa¨ªses de habla hispana, estudiar¨¢ la situaci¨®n de la reproducci¨®n ilegal de libros, que afecta gravemente a las exportaciones y ediciones. En estos momentos, los editores recogen datos sobre la edici¨®n pirata, que no se limita a la reproducci¨®n por fotocopia, sino que llega a la edici¨®n de obras ¨ªntegras, en las que incluso figura el nombre de la editorial realmente propietaria de los derechos. El punto de partida es un estudio realizado por los editores ingleses que describe lo que viene ocurriendo en ocho pa¨ªses de Asia y ?frica, en los que la pirater¨ªa de libros y grabaciones fonogr¨¢ficas llega a producir p¨¦rdidas al Reino Unido de casi 160 malones de libras (unos 32.000 millones de pesetas) al a?o.
En el ¨¢rea idiom¨¢tica inglesa, seg¨²n el estudio sobre la pirater¨ªa internacional efectuado por los editores brit¨¢nicos, la capitalidad del mundo de la reproducci¨®n ilegal corresponde, por m¨¦ritos propios, a Singapur, seguida de Malasia, Taiwan, Corea del Sur, Indonesia y Pakist¨¢n. La edici¨®n de libros y cintas en estos pa¨ªses no se dedica exclusivamente al mercado interior, sino que buena parte de los productos se dedican a la exportaci¨®n. Arabia Saud¨ª y Nigeria son los dos principales compradores de productos de este tipo, con el a?adido de que Arabia es, al mismo tiempo, reexportador hacia los Emiratos ?rabes.Algo similar ocurre en los pa¨ªses de habla hispana, aunque no pueden a¨²n facilitarse cifras fidedignas respecto al impacto de la pirater¨ªa. En cambio, la situaci¨®n ha mejorado notablemente en relaci¨®n con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, con quien la pr¨®xima semana ser¨¢n renovados diversos acuerdos tendentes a favorecer el intercambio cultural y la protecci¨®n en aquel pa¨ªs de los derechos de autor espa?oles.
Reducir el paro
El principal editor no autorizado parece ser, seg¨²n fuentes del sector editorial espa?ol, la Rep¨²blica Dominicana. En una reuni¨®n de editores celebrada hace algunos meses, se recrimin¨® al representante gubernamental dominicano la permisividad respecto a la edici¨®n ilegal, a lo que ¨¦ste respondi¨® que, aunque no era una pol¨ªtica excelente, contribu¨ªa a reducir el paro en el pa¨ªs y el analfabetismo en la zona.Tanto los editores espa?oles como el informe elaborado por los editores brit¨¢nicos discrepan de esta opini¨®n. Para ellos, la pirater¨ªa reduce la investigaci¨®n en el propio pa¨ªs y facilita la dependencia cultural, ya que la mayor¨ªa de las obras objeto de reproducci¨®n ilegal son textos cient¨ªficos elaborados en otros pa¨ªses.
El informe brit¨¢nico define la pirater¨ªa como la "reproducci¨®n y venta de material con propiedad intelectual sin el consentimiento del autor o del editor" y cifra las p¨¦rdidas producidas a la industria brit¨¢nica en unos 160 millones de libras. Un estudio similar realizado por la Alianza Americana de la Propiedad Intelectual (agencia estadounidense encargada de la defensa de los derechos de autor) cifraba las p¨¦rdidas producidas a la industria de los Estados Unidos en 1.300 millones de d¨®lares (unos 156.000 millones de pesetas).
En Pakist¨¢n, la edici¨®n de libros universitarios est¨¢ pr¨¢cticamente controlada por los piratas, hasta el punto que los editores brit¨¢nicos han cerrado sus instalaciones en el pa¨ªs durante los ¨²ltimos 20 a?os, con excepci¨®n de Oxford University Press. En la India, la pirater¨ªa afecta al mercado acad¨¦mico y a los libros de bolsillo.
Pero la capitalidad mundial de la pirater¨ªa corresponde a Singapur. Seg¨²n el citado informe, el 85% del mercado de cintas magnetof¨®nicas es pirata, con una producci¨®n de unos 60 millones de unidades anuales, de las que 50 millones se dirigen a la exportaci¨®n, mientras que el resto se distribuye en el mercado interior. Respecto a los libros, la producci¨®n ilegal de Singapur est¨¢ valorada en unos 16 millones de libras (unos 3.200 millones de pesetas) anuales. El 75% de la producci¨®n se dedica a la exportaci¨®n. En Singapur se halla tambi¨¦n uno de los centros de reproducci¨®n ilegal de programas de ordenador. El mismo programa que en el Reino Unido puede costar varios miles de libras, all¨ª puede ser adquirido por s¨®lo 1.500 pesetas.
Traducciones
En Malasia, el 85% de la producci¨®n de cintas y discos es pirata, mientras que Taiwan se sit¨²a a la cabeza en la reproducci¨®n ilegal de libros, la mayor¨ªa de los cuales son exportados a Arabia Saud¨ª y Nigeria. En Corea, el 75% de la edici¨®n corresponde a obras traducidas, en su inmensa mayor¨ªa sin autorizaci¨®n de sus propietarios de origen.El caso de Pakist¨¢n, donde el mercado de libros m¨¦dicos est¨¢ casi ¨ªntegramente en manos de los piratas, as¨ª como buena parte de la producci¨®n de libros universitarios, es tanto m¨¢s llamativo por cuanto el pa¨ªs es miembro de la Convenci¨®n de Berna, que reconoce el derecho internacional a la propiedad intelectual.
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