La lucha contin¨²a
Al cumplirse 10 a?os de la firma de los acuerdos entre el entonces jefe de Estado paname?o Omar Torrijos y el presidente de EE UU Jimmy Carter contin¨²a el peligro de un retroceso en las relaciones entre ambos pa¨ªses, afirma la autora, embajadora de Panam¨¢ en Espa?a y hermana del desaparecido dirigente, que resume aqu¨ª las diversas etapas de las negociaciones sobre el canal hasta 1977.
Se cumple en esta fecha el d¨¦cimo aniversario de los tratados sobre el canal de Panam¨¢. Estos tratados fueron la culminaci¨®n de un alpinismo generacional en el que lucharon varias generaciones de paname?os desde la fundaci¨®n de la Rep¨²blica de Panam¨¢, al inicio del presente siglo.Desde los primeros d¨ªas en que se conocen las cl¨¢usulas del tratado de 1903, comienza la lucha, del pueblo paname?o para cambiar esos tratados para nuestro proceso de desarrollo.
El tratado Hay-Bunau-Varilla, de triste recuerdo, nos fue impuesto a cambio de asegurar la permanencia y seguridad de nuestra separaci¨®n de Colombia. Lo que aceptamos de mal grado, comenzamos de inmediato a repudiar a lo largo de una incesante lucha por nuestra nacionalidad, nuestra supervivencia como pueblo y nuestra paname?idad. Vale decir que esta circunstancia ha unido al paname?o, ha delineado su perfil en torno a una lucha total en contra del imperio m¨¢s poderoso y agresivo que conoce el mundo actual. El paname?o tiene un modo de ser, una cultura, un concepto de vida y una filosof¨ªa de su propia existencia, porque ha permanecido unido y alerta en contra de la influencia desnacionalizadora y persistente de la proximidad imperial.
Es interesante observar c¨®mo Estados Unidos, tambi¨¦n desde ese mismo momento, inici¨® una labor solapada, tendente primero a asegurarse de que convertir¨ªa a corto plazo lo que le ced¨ªa el tratado como si fueran soberanos en una simple colonia, como si hubiera sido adquirido por compra. Un sutil rejuego sem¨¢ntico observable en letras de bronce en el edificio de la Administraci¨®n en la ciudad de Balboa ofrece una curiosa gr¨¢fica de la forma de interpretaci¨®n unilateral de aquel tratado. En un principio el letrero dec¨ªa: Administration Building - Panam¨¢ Canal. Alg¨²n tiempo despu¨¦s se le¨ªa: Panam¨¢ Canal Zone; y en el ¨²ltimo cambio tan s¨®lo Canal Zone.
Fue lo que ocurri¨®. En los primeros a?os despu¨¦s de la firma del tratado de 1903, todav¨ªa en ese territorio se izaba la bandera paname?a, todav¨ªa exist¨ªa una poblaci¨®n nativa paname?a, exist¨ªan poblados paname?os como Chagres y Nueva Gorgona, que ten¨ªan autoridades paname?as; y exist¨ªan jueces paname?os. Pero Estados Unidos, unilateralmente, conform¨® a su modo las cosas en todo el territorio de 10 millas de ancho y de costa a costa, de forma tal que desapareci¨® todo lo paname?o de esa zona, la cual fue convertida en un territorio ocupado que dio origen, entre otras cosas, al peligroso fen¨®meno social de los zonians, hijos de norteamericanos nacidos en las m¨¢rgenes del canal paname?o, quienes fueron la chispa que produjo el sangriento estallido de 1964. Este abuso de la fuerza imperial dej¨® a Panam¨¢ solamente con lo que ellos llamaron "soberan¨ªa titular", o sea, absolutamente en la realidad.
La escalada generacional de que sol¨ªa hablar el general Omar Torrijos se nos muestra enfrentada a este colonialismo abusivo, en esfuerzos persistentes de introducir modificaciones al tratado de 1903. Ya en 1921 se formula el primer intento y se repite en1926, en 1936, en 1940, en 1955 y en 1959, pero poco es lo que se logra, porque la forma de negociar Estados Unidos con Panam¨¢ consist¨ªa en tachar bruscamente las propuestas paname?as, dejando muy poco de ellas, y a?adiendo caprichosamente puntos nuevos con los cuales pretend¨ªa forzar a Panam¨¢.
Por eso, solamente en 1936 se logra algo de lo mucho que se intent¨®: los negociadores regresaron de Washington con la eliminaci¨®n de la cl¨¢usula del tratado que permit¨ªa a Estados Unidos intervenir en Panam¨¢ siempre que lo considerara oportuno para la seguridad del canal.
Nivelaci¨®n de salarios
En 1955 se logr¨® nivelar los salarios de algunos trabajadores paname?os con los devengados por los norteamericanos de su misma categor¨ªa.
Esta es una visi¨®n panor¨¢mica de la angustiosa relaci¨®n entre un peque?o pa¨ªs en lucha desigual con la potencia gigante, cuya grandeza arranca precisamente de haber logrado la oportunidad de construir un canal, no para beneficio del mundo, como reza nuestro lema nacional Pro mundi beneficio, sino para la consolidaci¨®n de una Roma moderna que ha gravitado y gravita como una l¨¢pida de plomo o como una espada de Damocles sobre el desarrollo de la Am¨¦rica Latina. Ella nos apunta necesariamente a la tragedia del 9 de enero de 1964, cuando el pa¨ªs literalmente explot¨® y 22 j¨®venes paname?os fueron inmolados en las calles por la metralla inmisericorde del imperio. En esta ocasi¨®n Panam¨¢ rompi¨® relaciones diplom¨¢ticas con Estados Unidos, y de esa situaci¨®n ins¨®lita naci¨® el compromiso bilateral de sentarse a negociar un nuevo tratado del canal.
Las primeras gestiones terminaron en los llamados tratados tres en uno, que nunca llegaron a ratificarse porque en 1968 ocurri¨® el golpe de Estado que desemboc¨® de inmediato en el proceso revolucionario torrijista, que consider¨® los tratados no ratificados como totalmente inadecuados para satisfacer las realidades del pueblo paname?o.
El proceso torrijista sugiere la reiniciaci¨®n de las negociaciones, lo que se logra, y esta vez las negociaciones se realizan de cara al pueblo y con un concepto enteramente nuevo del inter¨¦s nacional. Esto encontr¨® la resistencia tenaz de EE UU y dio origen por parte del Gobierno paname?o al empleo de recursos de defensa, como el peregrinaje del general Torrijos por los pa¨ªses de Am¨¦rica y el mundo, para explicar la verdad de Panam¨¢.
Esta gesti¨®n incluye el ingreso de Panam¨¢ en el Consejo de Seguridad de la ONU y la celebraci¨®n en Panam¨¢ de una reuni¨®n de ese importante organismo. En esta hist¨®rica reuni¨®n, Panam¨¢ logr¨® la aprobaci¨®n casi un¨¢nime de una resoluci¨®n en la cual EE UU se compromet¨ªa a respetar la soberan¨ªa de Panam¨¢ y su integridad territorial. Dram¨¢tico e hist¨®rico momento para todos los pa¨ªses d¨¦biles de la Tierra: EE UU vet¨® la resoluci¨®n y el mundo vet¨® a EE UU.
El 7 de septiembre de 1977 se firma en Washington el actual tratado del canal, que obliga a los firmantes a asegurar su servicio y eficiencia para beneficio de todas las naciones del globo, al igual que para responder por su seguridad y su defensa. Resumo a continuaci¨®n los efectos pol¨ªticos m¨¢s importantes que se derivan del tratado:
1. La restituci¨®n plena a la jurisdicci¨®n de la Rep¨²blica de Panam¨¢ de la zona del canal. 2. La participaci¨®n real de Panam¨¢, junto con las naciones usuarias del canal, en las decisiones concernientes a los usos alternativos de la posici¨®n geogr¨¢fica. 3. El establecimiento entre Panam¨¢ y los EE UU de una relaci¨®n equilibrada, sin complejos ni lastres, ante la comunidad internacional. 4. La asunci¨®n por parte del pa¨ªs de graves responsabilidades ante las naciones del mundo, y en especial ante los usuarios del canal. 5. La conclusi¨®n de la lucha hist¨®rica por el perfeccionamiento de la independencia nacional; y 6. El inicio de una etapa distinta de lucha que se orienta hacia la construcci¨®n de una naci¨®n pr¨®spera, capaz de asumir seriamente las responsabilidades que corresponden a una potencia peque?a y madura.
No obstante, el pueblo paname?o se encuentra en estos momentos ante la amenaza de una vuelta atr¨¢s en sus relaciones con EE UU. Tanto el Departamento de Estado como una fracci¨®n conservadora y poderosa del Senado norteamericano se han empe?ado en la tarea de desestabilizar al Gobierno de Panam¨¢, con miras a destruir el proceso torrijista y crear as¨ª un clima apropiado para negociar con un nuevo Gobierno, por ellos manejable, nuevos acuerdos que les permitan quedarse en Panam¨¢ por todos los siglos de los siglos.
Pero las amplias bases populares de mi pa¨ªs, con la direcci¨®n de l¨ªderes del torrijismo y de las Fuerzas de Defensa, han manifestado su total repudio a los intentos norteamericanos y se aprestan para una lucha por la defensa de la integridad y la soberan¨ªa nacional, lucha por la cual la mayor¨ªa de las naciones de la Am¨¦rica Latina est¨¢n prestando su decidido apoyo.
es embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de Panam¨¢ en Espa?a.
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