La dimensi¨®n cient¨ªfica
Leonardo Torres Quevedo vive en la Espa?a de finales del siglo XIX y del primer tercio del siglo XX, pero a la manera de un cient¨ªfico de excepci¨®n en su tierra y en su ¨¦poca. Las caracter¨ªsticas de su modo de hacer y de la presentaci¨®n de sus haceres lo distinguen de los cient¨ªficos de su generaci¨®n; ¨¦stas pueden ser algunas: automarginaci¨®n en la primera parte de su vida adulta, europeidad, genialidad y generalidad.Torres Quevedo vive hasta los 40 a?os pr¨¢cticamente recluido, "dedicado a pensar en sus cosas", ensimismado seg¨²n el sentido orteguiano; en la tranquilidad del valle de Igu?a piensa, estudia, imagina en soledad.
Al margen de la universidad y de los centros educativos espa?oles y sin los complejos inherentes al cierre cultural de nuestras fronteras y sin padecer la crisis del 98, es un investigador que presenta sus descubrimientos en Europa. Su talante es europeo y sus foros predilectos est¨¢n en Europa, cuando la Junta para Ampliaci¨®n de Estudio a¨²n no ha comenzado el env¨ªo de pensionado allende nuestras fronteras.
El ¨¢mbito de su quehacer fue la ciencia aplicada, f¨ªsica y matem¨¢tica para la ingenier¨ªa, manifestando un portentoso genio creador en campos muy diversos de la t¨¦cnica.
M¨¢quinas
Su obra cient¨ªfica de talla internacional se inicia en 1893 con la presentaci¨®n en la Academia de Ciencias de Madrid de la Memoria sobre las m¨¢quinas alg¨¦bricas, calificada por Eduardo Saavedra como "suceso extraordinario en el curso de la producci¨®n cient¨ªfica espa?ola". Esta l¨ªnea se completa posteriormente con otras memorias en Burdeos (1895) y Par¨ªs (1900).
El telekino es el primer aparato de radiodirecci¨®n del mundo. El aritm¨®metro electromec¨¢nico es una m¨¢quina de calcular gobernada a distancia por medio de una m¨¢quina de escribir ordinaria dotada de contactos el¨¦ctricos y provista de un dispositivo para escribir autom¨¢ticamente los resultados. Posee memoria electromec¨¢nica y un coordinador autom¨¢tico. Sus ajedrecistas aut¨®matas se citan en numerosos tratados de historia de la ciencia. Pionero del mando a distancia y de la memoria artificial, puede considerarse uno de los creadores de la rama de la ciencia denominada autom¨¢tica, de tanta actualidad.
Sus dirigibles semirr¨ªgidos utilizados por los aliados en la I Guerra Mundial y sus transbordadores (a¨²n hoy en uso el del r¨ªo Ni¨¢gara) fueron los inventos quiz¨¢ m¨¢s llamativos por sus dimensiones y espectacularidad.
El declive vital de Torres Quevedo -coet¨¢neo de Cajal- coincide con el surgimiento de una generaci¨®n de cientif¨ªcos (y citaremos s¨®lo a Blas Cabrera y Julio Rey Pastor en los ¨¢mbitos citados de la f¨ªsica y de la matem¨¢tica, respectivamente) que son profesores, trabajan en la universidad y crean escuela.
La obra genial del europeo don Leonardo, vista desde hoy, se nos presenta tambi¨¦n como manifestaci¨®n solitaria netamente espa?ola. Fue demasiado dif¨ªcil continuar la senda del "m¨¢s prodigioso inventor de su tiempo" (Maurice d'Cagne).
es presidente de Amigos de la Cultura Cient¨ªfica, ex rector de la universidad de Cantabria y catedr¨¢tico de la universidad Polit¨¦cnica de Madrid.
Babelia
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