Recibimiento hostil al Real Madrid en N¨¢poles
Los problemas surgidos en el ¨²ltimo encuentro de la Liga italiana del N¨¢poles, en Pisa, el domingo, ocupan un primer plano en estas v¨ªsperas de la visita del Real Madrid. El Pisa-N¨¢poles fue una batalla. El equipo del Sur perdi¨® y ahora espera que le den la victoria por 2-0. Los hinchas del Pisa gritaron durante el partido "?Real, Real!", y eso no ayuda a que el Madrid halle buen ambiente en N¨¢poles. El conjunto blanco fue recibido ya en el aeropuerto con muestras de hostilidad. Su autocar fue apedreado al abandonarlo. Butrague?o comentaba: "Esto es lo nunca visto".
N¨¢poles recibi¨® al Real Madrid con alta temperatura, pr¨®xima a los 30 grados, m¨¢s molesta por la fuerte humedad, y un clima de extraordinario apasionamiento futbol¨ªstico. Por si fueran pocas las expectativas que crea el encuentro de vuelta de la eliminatoria de la Copa de Europa, el disputado el domingo por el N¨¢poles en la Liga italiana no ha contribuido a calmar los ¨¢nimos de los tifosi napolitanos, sino todo lo contrario.El N¨¢poles visit¨® al Pisa y perdi¨® por 1-0, gol de penalti. El partido fue duro. En el primer tiempo fue expulsado Elliot, un brit¨¢nico de piel oscura que juega de defensa en el Pisa. Recita a Shakespeare y es lector del Financial Times, pero, vi¨¦ndole jugar sobre el campo, nadie ser¨ªa capaz de asegurarlo. Tuvo un rifirrafe con Bagni y fue expulsado. En el descanso, los ¨¢nimos de los hinchas del Pisa ya estaban muy calientes y, cuando los dos equipos se retiraban al t¨²nel, el libero napolitano, Renica, fue alcanzado por un tornillo. En el segundo tiempo no pudo jugar. Los hinchas del Pisa mortificaron despu¨¦s a los napolitanos gritando "?Real, Real!". Il Matino, el diario de N¨¢poles, aseguraba en su edici¨®n de ayer que la federaci¨®n le dar¨¢ el partido por ganado al cuadro de Maradona por 2-0. Existen precedentes.
Evidentemente, esto no ha venido a tranquilizar unos ¨¢nimos ya de por s¨ª excitados ante este encuentro de vuelta. El Madrid hizo el viaje ayer tranquilo, pero entre los jugadores exist¨ªa la conciencia de que el partido de ma?ana va a ser muy duro. Hay confianza en que el ¨¢rbitro, el alem¨¢n occidental Pauli, que ya arbitr¨® el Juventus-Madrid de la ¨²ltima Copa de Europa, sea autoritario y corte los m¨¢s que presumibles brotes de dureza del equipo local. Si no es as¨ª, entre los m¨¢s veteranos existe el temor de que algunos de sus compa?eros respondan a la agresi¨®n con la agresi¨®n y acaben expulsados. No ser¨ªa ni mucho menos la primera vez en la ¨²ltima ¨¦poca en que el Madrid acabase con ocho o nueve jugadores. En sus salidas europeas ha sido relativamente frecuente que esto ocurriera. La consigna entre todos es guardar los nervios y no responder a las provocaciones.
La llegada al aeropuerto de N¨¢poles fue espectacular. En torno al avi¨®n se concentraron casi todos los trabajadores de la instalaci¨®n, que abuchearon a los madridistas y corearon el grito de "?Diego, Diego!". En el mirador del edificio terminal algunos centenares de tifosi gritaban, agitaban el pu?o con los dedos ¨ªndice y me?ique estirados o lanzaban cortes de mangas. El Madrid fue embarcado en el autocar por una salida disimulada. Pero, cuando advirtieron la caravana, precedida de un buen despliegue de carabinieri que tomaba la carretera, los tifosi lo rodearon, gritaron y atacaron el autocar por detr¨¢s con algunas pedradas y un botellazo. La verdad es que hab¨ªa casi m¨¢s aire de juerga que de agresividad pura en la actitud de los tifosi, pero esas consideraciones dejan de tener valor cuando una piedra llega a su objetivo.
A 50 kil¨®metros
El Madrid est¨¢ hospedado en un hotel a unos 50 kil¨®metros de la ciudad. Es antiguo y tranquilo, rodeado de una zona ajardinada y, sobre todo, de una firme verja. En la puerta de entrada se concentran permanentemente unos 300 aficionados, cuya actitud est¨¢ entre curiosa, divertida y hostil. Media docena de veh¨ªculos de la fuerza de los carabinieri, con sus correspondientes efectivos, protege la calma del grupo.El Madrid se entren¨® ayer en un campo pr¨®ximo. El que no se consintiera el paso de los periodistas italianos ni de los tifosi, que volvieron a ejercitarse con las piedras y derribaron una verja, para presenciarlo no ha contribuido precisamente a atemperar los ¨¢nimos. Los informadores transalpinos tampoco tuvieron acceso libre al hotel. Aunque Leo Beenhakker no ha asegurado nada, parece claro que repetir¨¢ el equipo inicial que jug¨® en Las Palmas, aunque Buyo tiene un corte en la barbilla. Del N¨¢poles es dif¨ªcil conocer la alineaci¨®n titular. Renica jugar¨¢ muy probablemente, aunque tendr¨¢ que hacerlo con la cabeza vendada. Los puntas, Careca, Giordano y Carnevale, est¨¢n medio sanos y medio lesionados y no se sabe qu¨¦ hay de verdad o de disimulo en sus dolencias. Sin duda, el entrenador, Bianchi, no dar¨¢ la alineaci¨®n hasta el final.
Ni que decir tiene que todo el aforo est¨¢ vendido desde hace tiempo. Las localidades del San Paolo van desde las 3.000 pesetas hasta las 12.000 y encontrar ahora alguna entrada de reventa a cinco veces su precio ser¨ªa casi un sue?o. En N¨¢poles existe locura en torno al equipo. 3.5.00 millones de pesetas lleva interesados el club en lo que va de temporada. Es el vigente campe¨®n de Liga y Copa en Italia y la de ma?ana es su gran prueba: eliminar al Madrid y lanzarse hacia la conquista de la Copa de Europa. Maradona, que tanto ha coqueteado con el Madrid, hace estos d¨ªas protestas de fidelidad al N¨¢poles y asegura estar dispuesto a renovar hasta 1993. Le pagar¨ªan unos 600 millones de pesetas al a?o.
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