Suspendidas en Medell¨ªn las tareas de rescate ante el temor de que se produzca un nuevo alud
Una gran cruz de madera y una bandera de Colombia fueron colocadas ayer en medio del lodazal que sepult¨® a centenares de personas el pasado domingo en Medell¨ªn. Tres d¨ªas despu¨¦s de la tragedia se habla de m¨¢s de 600 muertos, y se han suspendido las labores de rescate, pues la inminencia de un nuevo alud se hace cada vez m¨¢s peligrosa.
"Yo lo ¨²nico que quiero es que me traigan el cuerpo de mi hijo. Quiero enterrarlo en un lugar conocido, para visitarlo todos los domingos", suplica constantemente una anciana. No ha sido posible convencerla de que permanecer cerca del sitio de la tragedia resulta tan peligroso como jugar a la ruleta rusa.El desalojo de la zona contin¨²a. El problema es que son tantos los pobres que viven en la ladera del cerro que amenaza con derrumbarse que no hay lugar para alojarlos.
Las dos escuelas elegidas como albergues est¨¢n copadas. Ayer se colocaron carpas para recibir a nuevas familias.
El martes, cuando se oficiaba una misa campal sobre el barrizal convertido en camposanto, los damnificados se agolparon alrededor de los ministros y funcionarios oficiales que asistieron al acto religioso y los bombardearon a preguntas. Un hombre que cont¨® que era obrero y que apenas ganaba 20.000 pesos (unas 10.000 pesetas), implor¨®: "Ministro, no tengo para donde irme. En las escuelas no hay lugar para nosotros. Tengo ocho peladitos [ni?os]. Con mi mujer somos diez. Hemos dormido dos noches a la intemperie. ?Qu¨¦ hacernos?".
Para ¨¦l y para todos los damnificados hay promesas: en seis meses, les han dicho, tendr¨¢n casas en un lugar seguro. Si el dinero no alcanza para casas con cuarto de ba?o, les dar¨¢n lotes con servicios.
Ayer, en medio del mont¨®n de personas que bajaban del cerro Pandeaz¨²car cargando colchones, ollas y ropa, apareci¨® una mujer que narr¨® una historia a¨²n m¨¢s dolorosa.
Es una superviviente de Armero (Armero fue el pueblo colombiano que qued¨® sepultado bajo el lodo cuando hizo explosi¨®n, hace dos a?os, el volc¨¢n Nevado del Ruiz). En esa ocasi¨®n esta mujer busc¨® refugio en casa de su hermana, en Villa Tina, el barrio sepultado el domingo. Hoy, por segunda vez en su vida, tiene que huir del sitio en que tuvo su vivienda. Algunos piensan que en medio de todo ella tiene suerte. Ha escapado dos veces junto a sus cuatro hijos, de morir atrapada en medio de toneladas de lodo, barro y piedras.
M¨¢s de 300 ni?os muertos
Un albergue de ni?os es el mayor centro de refugiados de los habitantes de la zona. Los m¨¢s tristes son los ni?os.Se calcula que m¨¢s de 300 murieron en la tragedia. Marisol, una peque?a de ocho a?os, est¨¢ all¨ª. "Mis tres primos y todos mis amigos murieron. Estaban en la fiesta de primera comuni¨®n. Yo no fui porque estaba enferma. Pero muri¨® Juan; ¨¦l no iba a la escuela; vend¨ªa cigarrillos en la calle. Jos¨¦ -¨¦l s¨ª iba a la escuela-, estaba en segundo. Marina, Elber, Wilsor...".
La mayor¨ªa de los ni?os muertos eran peque?os trabajadores. En Colombia hay tres millones de ni?os menores de 12 a?os que tienen que ayudar a sostener a su familia.
Aunque trabajan en jornadas de m¨¢s de ocho horas diarias, ganan en promedio el equivalente a 6.000 pesetas mensuales.
El Congreso exhort¨® al Gobierno y a los que poseen riquezas a ayudar a los damnificados. Ayer se supo que el estudio geol¨®gico que anunciaba la tragedia no fue jam¨¢s conocido por el Gobierno.
[La Comunidad Europea decidi¨® ayer otorgar una ayuda de urgencia de 25.000 ecus (casi 3.500.000 pesetas) a las v¨ªctimas de Medell¨ªn, informa Efe].
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