La propuesta naval de Gorbachov coincide con la entrada en vigor de una nueva doctrina de EE UU

A. O. La propuesta de Mijail Gorbachov para reducir la actividad aeronaval en los mares del norte de Europa supone nuevos apuros para EE UU. Seg¨²n fuentes occidentales, esta propuesta coincide con la entrada en vigor de una nueva doctrina naval norteamericana en la zona, y esta coincidencia no escapa a algunos medios de la OTAN.

La importancia del factor mar¨ªtimo es mayor para la OTAN que para el Pacto de Varsovia, en raz¨®n de la distancia que separa a Estados Unidos de Europa, se?alan funcionarios occidentales. La OTAN, que estudiar¨¢ la propuesta, no quiere comprometer las, posibilidades para la llegada de refuerzos a Europa en caso de crisis. Por ello, y por sus intereses globales en los que la fuerza naval tiene un importante papel, EE UU nunca ha querido, ni seguramente querr¨¢ ahora, incluir las fuerzas navales -salvo los submarinos con armamento nuclear estrat¨¦gico- en negociaciones sobre control de armamentos.

[La portavoz del departamento de Estado norteamericano, Phyllis Oakley, declar¨® ayer que Ee UU tiene escaso inter¨¦s en la propuesta formulada por Gorbachov, porque las "actividades mar¨ªtimas y a¨¦reas en esa regi¨®n son vitales para la defensa de los aliados y la seguridad de la OTAN en su conjunto", informa Reuter. Por su parte, el ministro de Defensa noruego, el socialdem¨®crata Johan Holst, afirm¨® ayer que la propuesta de Gorbachov "es interesante", informa Efe desde Copenhague.]

La nueva doctrina naval norteamericana, que ha causado cierta preocupaci¨®n en los pa¨ªses de la zona, como Noruega, es una adaptaci¨®n a ese entorno de la doctrina de la batalla aeroterrestre (airland battle). La nueva doctrina naval implica, en caso de guerra, bombardeos con aparatos instalados en portaviones contra la pen¨ªnsula de Kola, donde se encuentra la principal base sovi¨¦tica de la zona, la persecuci¨®n activa de submarinos bajo los hielos y otros elementos t¨¢cticos en los que predomina la ofensiva sobre la defensa, indican las citadas fuentes.

[Por otra parte, el Senado de EE UU aprob¨® el jueves un proyecto de ley por el que se exige al presidente Ronald Reagan el cumplimiento del tratado SALT II, de 1979, sobre limitaci¨®n de armamentos estrat¨¦gicos, que nunca fue ratificado por el Congreso norteamericano. Es probable que Reagan lo vete.]