Expertos espa?oles rechazan contundentemente la hip¨®tesis de que Goya firm¨® obras atribuidas a c¨¦lebres artistas
Un investigador canadiense asegura que el pintor aragon¨¦s es el autor de 'La Venus del espejo', de Vel¨¢zquez
Expertos espa?oles en la obra de Goya, consultados por este diario, rechazan sin matices la tesis expuesta por el investigador canadiense Rolph Medgessy seg¨²n la cual el pintor aragon¨¦s falsific¨® una treintena de obras atribuidas a pintores c¨¦lebres (como Vel¨¢zquez, Rembrandt, Leonardo da Vinci y otros) e incluy¨® microfirmas suyas para hacer reconocible la autor¨ªa de estas piezas. El lunes, en v¨ªsperas de la inauguraci¨®n de las exposiciones sobre arte espa?ol que se celebrar¨¢n en Par¨ªs, el diario franc¨¦s Lib¨¦ration public¨® un reportaje de tres p¨¢ginas en las que se reproduc¨ªa la tesis de Medgessy seg¨²n la cual durante la estancia del pintor en Roma (entre 1766 y 1771) ¨¦ste pint¨® una treintena de cuadros que han sido hist¨®ricamente atribuidos a grandes pintores.
En la lista de falsificaciones figuran, entre otros, La Venus del espejo y el retrato de Inocencio X, de Vel¨¢zquez; Un estudio de mano, de Leonardo da Vinci y varias piezas de Rembrandt. Siempre seg¨²n el investigador canadiense, Goya inscrib¨® su firma en detalles microsc¨®picos para que no pudiera achac¨¢rsele una voluntad de enga?o. Los responsables del Louvre, Prado, Museo Brit¨¢nico y la National Gallery destacaron ayer a la agencia France Presse el "absurdo" de un Goya falsificador.Todos los especialistas consultados por este diario han coincidido en denunciar la nula fiabilidad de la citada tesis. El catedr¨¢tico de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona Jos¨¦ Milicua afirm¨® que esta persona no figura en ninguna bibliograf¨ªa especializada y consider¨® "lamentable que un diario supuestamente serio" dedicara tres p¨¢ginas a "estas tonter¨ªas".
Para Milicua hay abundantes datos que desautorizan la citada tesis. "La Venus del espejo, por ejemplo, es un cuadro de Vel¨¢zquez documentado un siglo antes de que supuestamente lo pintara Goya, quien s¨®lo habr¨ªa podido inscribir esa te¨®rica microfirma de la que se habla manipulando el original en casa de los duques de Alba. Es verdad que Vel¨¢zquez s¨®lo tiene media docena de cuadros firmados pero es que la incripci¨®n de la firma, en la historia del arte, es aleatoria y no se universaliza hasta la consolidaci¨®n de los circuitos mercantiles. Mientras pintores del siglo XV, como Durero o Bellini, suscriben todas sus obras, artistas posteriores no lo hacen quiz¨¢ porque consideran suficientemente reconocible su estilo".
Versatilidad
Para Milicua, Goya nunca tuvo la versatilidad suficiente para poder confundir copiando estilos ajenos y menos a¨²n obras tan supremas y diversas como algunas de las mencionadas. "Cuando Goya hace reproducciones, en grabado, de Vel¨¢zquez para publicarlas -y en las que Goya no enga?a sobre la autor¨ªa- ves el desmayo del copista. Goya es incapaz de asumir el lenguaje velazque?o"."Tengo un libro editado por un autor bilba¨ªno en que se atribuye a Goya un cuadro titulado Corea en la que, seg¨²n el investigador, se puede ver un peque?o detalle sobre Churchill con el puro. Ante la evidencia del anacronismo, el autor del libro afirma que se trata de misterios del genio", explica Milicua.
Manuela Mena, subdirectora del Museo del Prado, rechaza de plano la informaci¨®n publicada en Lib¨¦ration. "No me lo creo en absoluto. El hecho de ver firmas miniaturizadas de artistas conocidos en obras famosas obedece a una conducta cuya explicaci¨®n se puede encontrar en los manuales de psiquiatr¨ªa". Mena asegura que son incontables los casos que han llegado a su despacho en el Prado en el que personas de la m¨¢s variada procedencia creen ver en un cuadro importante la firma miniaturizada de un conocido artista.
"Te dicen, por ejemplo, que en la composici¨®n de la hierba leen un nombre famoso. Ellos est¨¢n convencidos, pero la realidad es muy otra". La subdirectora de la primera pinacoteca del pa¨ªs a?ade que, al margen de estas consideraciones, Goya no estuvo en Roma entre 1766 y 1771, tal como afirma el canadiense Rolpf Medgessy, sino que las ¨²ltimas investigaciones, entre las que cita a Pierre Gassier, aseguran que el pintor no estuvo m¨¢s de seis meses en Roma.
En t¨¦rminos semejantes se manifiesta Mercedes ?gueda, profesora de Arte Contempor¨¢neo en la Universidad Complutense de Madrid. "Desconozco las investigaciones realizadas por Rolpf Medgessy, pero de entrada me parece algo descabellado e incre¨ªble. Todos los que trabajamos con la obra de un pintor estamos acostumbrados a que nos lleguen firmas inveros¨ªmiles situadas en lugares tan pintorescos como el pliegue de un vestido o el hueco de una oreja". Mercedes ?gueda afirma que s¨®lo hay dos obras de Goya en las que firme en un lugar calificable de pintoresco. Son dos retratos de la duquesa de Alba. En uno de ellos la firma est¨¢ en un anillo y en el otro se puede leer sobre la arena. En general, explica esta investigadora, las firmas de Goya son sencillas y legibles, por tanto muy imitables, y muy parecidas a lo largo de toda su vida.
Mercedes ?gueda afirma que actualmente no existe ninguna manera cient¨ªfica de comprobar la autenticidad de una firma. "Con los m¨¦todos modernos en los que se pueden utilizar microscopios, infrarrojos o pigmentaciones, se puede determinar la etapa en que la obra fue realizada. Para certificar que una obra pertenece a un determinado artista, s¨®lo nos queda estudiar la pincelada".
Algunos especialistas consultados mostraron su extra?eza de que, entre la serie de pinturas supuestamente realizadas por Goya, y que se atribuyen a pintores c¨¦lebres, figure una pieza (Retrato de Antonio de Commenduno) que no tiene autor¨ªa y que, seg¨²n se deduce de? informe period¨ªstico, pertenece a un coleccionista privado de Montreal, del mismo pa¨ªs que Medgessy. Sin adjudicar ninguna intencionalidad a Medgessy, los expertos reconocen que del supuesto esc¨¢ndalo que se deriva de la noticia, la pieza m¨¢s beneficada mercantilmente es la del autor an¨®nimo.
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