Umberto Eco defiende el racionalismo en el discurso de apertura de la Feria de Francfort
ENVIADO ESPECIALCon un an¨¢lisis de la tradici¨®n irracionalista, especialmente centrada en el hermetismo y la gnosis del siglo Il despu¨¦s de Cristo, Umberto Eco inaugur¨® el pasado martes por la noche la Feria del Libro de Francfort. Una feria que, seg¨²n sus propias palabras, recuerda el universo cultural de aquel siglo que aceptaba todos los dioses, "mientras que aqu¨ª se aceptan democr¨¢ticamente todos los libros y todas las descripciones decualquier universo posible, incluidas las contradictorias". Eco preside un comit¨¦ internacional contra la aplicaci¨®n al libro del impuesto sobre el valor a?adido (IVA) en varios pa¨ªses, entre ellos Espa?a. La feria se clausurar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 12.
"El siglo II despu¨¦s de Cristo", explic¨® Eco "es la ¨¦poca en la que se define el concepto de educaci¨®n global con vistas a producir una figura del hombre completo y versado en todas las disciplinas". "Pero este saber describe un mundo perfecto y coherente mientras que el mundo del siglo II es un cruce de razas y lenguas, de pueblos y de ideas, donde son tolerados todos los dioses", prosigui¨® Umberto Eco.Tambi¨¦n en la feria editorial son tolerados los nuevos dioses, aun los contradictorios, y no ocurre, record¨® Eco, como en aquel pa¨ªs ¨¢rabe donde un califa consideraba los libros de la siguiente manera: si lo que contienen ya est¨¢ en el Cor¨¢n son in¨²tiles, si dicen algo distinto son falsos y perjudiciales.
El discurso de Eco fue un intento de definir el irracionalismo que, no ocult¨® en ning¨²n momento, part¨ªa de una voluntad medianamente racional de entender el mundo.
No creer en nada
Umberto Eco empez¨® recordando, no sin cierta iron¨ªa, que muchos de los que hace algunos a?os ve¨ªan la acci¨®n pol¨ªtica o cient¨ªfica como un proyecto racional de transformar el mundo se hab¨ªan entregado hoy a lo sacro y a lo mist¨¦rico. Las librer¨ªas, sigui¨® diciendo, en las que hace a?os se encontraba El asalto a la raz¨®n, de Luk¨¢cs, ahora contienen textos de autores orientales, manuales de alquimia, de astrolog¨ªa, de adivinaci¨®n y de magia negra. Y recordaba Eco a Chesterton: "cuando los hombres ya no creen en Dios, no es que no crean en nada es que se lo creen todo".El intento de definir el irracionalismo llev¨® a Eco a rastrear la noci¨®n de raz¨®n, si bien advirtiendo que cualquier raz¨®n es siempre irracional para una raz¨®n distinta y que con frecuencia la historia ha cambiado de raz¨®n seg¨²n el momento.
A pesar de ello, el escritor italiano crey¨® encontrar un punto de partida aceptable en la noci¨®n de racional utilizada por el pensamiento grecolatino y especialmente en la formulaci¨®n del principio de identidad (algo es igual a s¨ª mismo), el de no contradicci¨®n (es imposible que una cosa sea y no sea al mismo tiempo) y el principio del tercio excluso (una proposici¨®n cualesquiera o es verdadera o es falsa y no hay una tercera posibilidad). Estos tres principios dan lugar al modus ponens.
"Este modelo es el que domina a¨²n en las matem¨¢ticas, la l¨®gica, la ciencia o la programaci¨®n de computadores", pero record¨® Eco, no es el ¨²nico pensamiento que aparece en la antig¨¹edad, junto a ¨¦l est¨¢n tambi¨¦n los cultos mist¨¦ricos y el hermetismo.
Este ¨²ltimo acepta que una verdad no puede ser conocida a trav¨¦s de un ¨²nico libro, por tanto "imagina o espera que cada libro contenga una chispa de verdad".
Muchas cosas pueden ser verdaderas en el mismo momento aunque se contradigan entre s¨ª. "Pero si los libros dicen la verdad incluso cuando se contradicen, entonces cada una de sus palabras es una ilusi¨®n, una alegor¨ªa".
Por esta v¨ªa se llega a una visi¨®n del mundo en interrelaci¨®n sistem¨¢tica y constante. Todos los puntos del universo est¨¢n relacionados entre s¨ª y el saber consiste en ir desvelando el secreto de su relaci¨®n, ahora bien, "un secreto revelado no sirve para nada".
Si bien con frecuencia ocurre que un secreto remite a otro secreto y que en realidad se trata de un "movimiento progresivo hacia el secreto final", Eco mostr¨® c¨®mo esto hace entrar en crisis "la idea de una linealidad, temporalmente ordenada de las causas y de los efectos" y tambi¨¦n del tiempo y de la historia.
Naturalmente, Eco no estaba s¨®lo interesado en el siglo II. Y el ¨²ltimo tercio de su discurso fue derivando hacia el siglo XX hasta decir: "es dificil sustraerse a la tentaci¨®n de reencontrar una herencia gn¨®stica en muchos aspectos de la cultura moderna y contempor¨¢nea".
Entre otros aspectos cit¨¦: la celebraci¨®n est¨¦tica del mal como experiencia de revelaci¨®n (Sade), la decisi¨®n de algunos poetas modernos de buscar experiencias visionarias a trav¨¦s del accesis sexual, el ¨¦xtasis m¨ªstico, la droga o el delirio verbal, tambi¨¦n en pensadores como Heidegger, en Jung y en Cioran.
Secretismo
Finalmente Eco anot¨® como de particular actualidad dos aspectos relacionados con el hermetismo y la gnosis: el s¨ªndrome del secreto y el s¨ªndrome del compl¨®. Para Eco, la degeneraci¨®n del modelo herm¨¦tico que propon¨ªa un secreto c¨®smico ha llevado a algunos a persuadirse o a intentar persuadir de que el poder consiste en hacer creer que se posee un secreto pol¨ªtico.Paralelamente, aparece la teor¨ªa del compl¨®, y aqu¨ª record¨® Eco a la hip¨®tesis de la existencia de los protocolos de los sabios de Si¨®n y el fen¨®meno del macartismo. La caracter¨ªstica principal de este s¨ªndrome estriba en que el mal es siempre ajeno y que no nace jam¨¢s del propio error.
Eco termin¨® afirmando que era consciente de que el intento de acotar lo que fuera el racionalismo no dejaba de ser bastante racionalista y a?adi¨®: "perdonadme: yo creo todav¨ªa que el principio de identidad y el modus ponens son instrumentos que a¨²n vale la pena usar".
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