Un domingo musical

Dos pel¨ªculas con bailes y canciones ofrece hoy Televisi¨®n Espa?ola, en sesiones de tarde y noche. La primera de ellas, En alas de la danza, es un genuino musical, uno de los muchos que interpretaron juntos en la d¨¦cada de los treinta Fred Astaire y Ginger Rogers, una pareja de baile que est¨¢ en la memoria de todos los buenos aficionados. Bailar¨ªn excepcional ¨¦l, haciendo f¨¢cil lo dificil; compa?era ideal ella, menos alada y m¨¢s terrestre, para establecer un contraste entre la pareja, pues precisamente en el contrapunto se basan la mayor¨ªa de las parejas cinematogr¨¢ficas.Parece que fuera de la ficci¨®n Astaire y Rogers no se llevaban bien: disfrutar¨ªan, pues, en las numerosas ocasiones en que discuten ante las c¨¢maras, ya que en el vaiv¨¦n de peleas y reconciliaciones se basa el argumento de este filme, hasta el punto de que, a veces la danza era un intervalo para reanudar la disputa una vez que para la m¨²sica y cesa el baile.

Swing time, t¨ªtulo original de la pel¨ªcula de hoy, convence principalmente porque contiene algunos de los m¨¢s c¨¦lebres n¨²meros musicales de la pareja y de Astaire en solitario bailando con su propia sombra.

La pel¨ªcula de la noche, La canci¨®n de la antorcha, presenta en principio menor inter¨¦s. Se trata de un melodrama con incursiones en el musical, debido a que se desarrolla en el ambiente de las variedades. El conflicto fundamental, un tanto t¨®pico, pero con posibilidades si se sabe llevar bien, gira en torno al ¨¦xito y sus consecuencias. El director, Charles Walters, un especialista en musicales y comedias un tanto r¨ªgido y poco imaginativo en la puesta en escena (por ejemplo, en Alta sociedad desaprovech¨® una buena situaci¨®n de comedia y las posibilidades de Grace Kelly y Frank Sinatra), no ofrece muchas garant¨ªas. En cambio, la presencia de Joan Crawford un a?o antes de su inquietante y fascinante papel de Vienna en Johnny Guitart es un aliciente.