El Gobierno filipino acusa a grupos de extrema derecha de fomentar un golpe

ENVIADO ESPECIALEl director de la Seguridad Nacional de Filipinas, Emmanuel Soriano, acus¨® ayer, al t¨¦rmino de una reuni¨®n del Comit¨¦ Ministerial de Crisis celebrada en el palacio de Malaca?ang, en Manila, a cinco grupos de extrema derecha y a varias facciones del Ej¨¦rcito de constituir, la pasada semana, una alianza t¨¢ctica para derrocar al Gobierno de Cory Aquino. Aunque no cit¨® nombres en sus acusaciones, cabe destacar la alianza creada entre el actual vicepresidente, Salvador Laurel, que dimiti¨® recientemente como titular de Asuntos Exteriores y ha pasado a la oposici¨®n de Aquino, con el ex ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile.

Soriano excluy¨® la posibilidad de que Aquino decrete la imposici¨®n de la ley marcial para controlar la actual crisis pol¨ªtica y social que vive Filipinas. "Los intentos golpistas descarrilaron la semana pasada", puntualiz¨® ante los periodistas con la clara intenci¨®n de tranquilizar las arenas movedizas de la pol¨ªtica filipina.

Al mismo tiempo, unos 5.000 obreros izquierdistas realizaron una marcha hacia el palacio presidencial en demanda de mejores salarios. Polic¨ªas fuertemente armados y provistos de m¨¢scaras de gas siguieron a los manifestantes sin que se produjeran enfrentamientos. Ayer se cumpli¨® la segunda jornada de la semana de huelgas planeada por los cuatro mayores sindicatos de Filipinas, que ha tenido una escasa respuesta.

Cory Aquino, que aparece cada vez m¨¢s debilitada pol¨ªticamente, se ve acosada por la presi¨®n de la derecha y la de los sindicatos, que piden un aumento salarial lineal de 10 pesos por d¨ªa (unas 70 pesetas), en contra de los seis aprobados por la Asamblea Nacional, o los ocho pesos prometidos por la presidenta.