El jefe de los GAL que juzgar¨¢ hoy la Audiencia Nacional sigue en Tailandia

Ismael Miquel Guti¨¦rrez, el jefe del comando de los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL) cuatro de cuyos integrantes ser¨¢n juzgados hoy en la Audiencia Nacional por el asesinato del s¨²bdito franc¨¦s Robert Caplanne, contin¨²a detenido en una prisi¨®n de Tailandia bajo el nombre supuesto de Antonio Solero. Los magistrados han rechazado la petici¨®n presentada por el abogado querellante, que reclamaba la suspensi¨®n de la vista en espera de que Miquel Guti¨¦rrez, el responsable del comando, fuera trasladado a Espa?a.La carrera delictiva de Ismael Miquel Guti¨¦rrez se inici¨® en junio de 1976, cuando fue detenido, en compa?¨ªa de su hermano Javier, acusado de los delitos de robo a mano armada, falsificaci¨®n de documento oficial y mercantil y placa de veh¨ªculo. Esta detenci¨®n fue el inicio de una larga y fruct¨ªfera colaboraci¨®n con las fuerzas de orden p¨²blico, que a partir de aquella fecha le contrataron como confidente.

Triple personalidad

Miquel Guti¨¦rrez ha vivido durante m¨¢s de 10 a?os a caballo de una triple personalidad. Hijo de una familia de clase media acomodada, estudi¨® el bachillerato sin excesivo ¨¦xito y acab¨® convirti¨¦ndose en un discreto decorador de tercera categor¨ªa, con escaso ¨¦xito y muy pocos clientes. Como delincuente nunca pas¨® de los golpes de poca monta. Sin embargo, logr¨® triunfar como confidente.

La peripecia vital de Ismael Miquel se quebr¨® en el oto?o de 1985, cuando con un grupo de amigos y colaboradores, entre los que se encontraba el ex empleado de una videoteca, form¨® un comando de los GAL. Durante cerca de dos meses, el grupo planific¨® su primera acci¨®n, que culmin¨® el 24 de diciembre de 1985 en Biarritz, al disparar sobre el franc¨¦s Robert Caplanne, a quien confundieron por error con un refugiado etarra llamado Enrique Errasti.

Ismael Miquel huy¨® de Espa?a, mientras que los miembros del comando eran detenidos en una operaci¨®n rel¨¢mpago, iniciada en Andorra, donde hab¨ªan alquilado un veh¨ªculo para trasladarse al Pa¨ªs Vasco franc¨¦s. Meses m¨¢s tarde, un funcionario de polic¨ªa con el que hab¨ªa colaborado recibi¨® desde Tailandia una carta en la que Ismael Miquel le desvelaba su pen¨²ltima aventura y le solicitaba su ayuda.

Ismael Miquel hab¨ªa sido detenido en Bangkok, capital de Tailandia, cuando intentaba comprar un alijo de hero¨ªna a un piloto de aviaci¨®n. Ismael, que escond¨ªa su verdadera personalidad con el nombre de un empleado de su taller de decoraci¨®n, pretend¨ªa que la polic¨ªa saliera en su defensa y confirmara que se hallaba en aquel pa¨ªs desempe?ando un servicio para Espa?a. Pero Ismael ha tenido que contentarse con un herm¨¦tico silencio policial, con una dura condena dictada por los jueces de Bangkok y con la esperanza de un indulto que se prev¨¦ para el pr¨®ximo viaje de los Reyes de Espa?a a Tailandia.