Escuadrones suicidas tamiles contra las tropas indias

Los Tigres de Liberaci¨®n de Tamil Eelam est¨¢n formando escuadrones suicidas con los que detener a las tropas indias que tratan de hacerse con Jaffna, en el norte de Sri Lanka. El asedio a la ciudad dura ya 13 d¨ªas, y aunque los soldados indios han penetrado hasta el coraz¨®n de la misma, los guerrilleros tamiles siguen oponiendo una fiera resistencia. Fuentes oficiales declararon ayer en Nueva Delhi que las tropas indias controlan s¨®lo una tercera parte de la ciudad cingalesa.

Mayattaya, subjefe de los Tigres, grupo rebelde que protagoniza la resistencia al asalto indio, declar¨® ayer que 500 de sus hombres se han presentado como voluntarios para misiones kamikazes. Ambos bandos consideran que la batalla ha entrado en su fase final. Seg¨²n Mayattaya, han sido los Tigres los que han permitido que las tropas indias se adentraran en Jaffna. "Ahora podemos atacarles por detr¨¢s con nuestros escuadrenes suicidas", dijo Mayattaya, que lucha tambi¨¦n en la ciudad. Sus declaraciones llegaron a trav¨¦s de un periodista tamil que ayer sali¨® de Jaffna. El periodista, que trabaja para la agencia brit¨¢nica Reuter, afirm¨® que son muchas las mujeres que combaten en Jaffna. Fuentes militares cingalesasas, indicaron que en el este de Sri Lanka, en Batticaloa, han sido descubiertas algunas j¨®venes tamiles que trataban de hacer llegar explosivos a los guerrilleros transport¨¢ndolos en sus sujetadores.Radio Sri Lanka cifra en 20.000 el n¨²mero de soldados indics desplegados en Sri Lanka. Una gran parte de ellos combate en la pen¨ªnsula de Jaffna. El resto trata de controlar el noreste de la isla, zona tambi¨¦n habitada por tarliles, donde se han refugiado m¨¢s de 800.000 tamiles. Los Tigres de Liberaci¨®n quieren formar el Estado independiente de Tamil Ee.am en el norte y noreste de Sri Lanka. All¨ª vivir¨ªan los 1,6 millones de tamiles que forman el 13% del total de la poblaci¨®n del Estado situado al sur de la India.

Nueva Delhi envi¨® sus tropas para cumplir el acuerdo firmado con el Gobierno de Junius Jayewardene, en julio pasado, en el que la India se compromet¨ªa a desarmar a los guerrilleros. Los Tigres no lo aceptaron por considerar que no se respetaban suficientemente los derechos de los tamiles. Ahora, la negociaci¨®n parece absolutamente inviable.

Los guerrilleros acusan a los indios de cometer "m¨¢s atrocidades" que el Ej¨¦rcito de Sri Lanka, cuyos efectivos son de la mayor¨ªa cingalesa. La oferta hecha el mi¨¦rcoles por la India de conceder una amnist¨ªa a quienes se entreguen con sus armas a¨²n no ha tenido respuesta.