Una carrera peligrosa
La inform¨¢tica es una carrera peligrosa. ?Qu¨¦ motiva esta afirmaci¨®n? M¨¢s de 2.000 alumnos, m¨¢s de 150 profesores y m¨¢s de 30 miembros del personal no docente de la facultad de Inform¨¢tica de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a pasan sus horas de trabajo y estudio en un edificio y unos barracones situados en el lugar de cita diaria de los travestidos de Barcelona.Desde que cae la tarde hasta entrada la ma?ana estamos acompa?ados de un ambiente nada universitario. Ninguna farola ilumina la calle. Ninguna patrulla de polic¨ªa osa pasar por ella. Caravanas incesantes de coches bloquean los accesos a la facultad, de tal forma que no merece la pena ni permitirse el lujo de pedir un taxi que no podr¨¢ llegar. Y aquel profesor o alumno que vino en su coche quiz¨¢s no pueda desaparcar, quiz¨¢s tenga su coche abollado...
Como la actividad en nuestra facultad empieza alrededor de las siete de la ma?ana y termina normalmente sobre las tres de la madrugada (hora en la que acaba el servicio de ordenador para los alumnos), no nos queda m¨¢s remedio que pasar miedo y sufrir vejaciones. No es dif¨ªcil resbalar en la calle al pisar un preservativo usado. No es dif¨ªcil, al acercarse a los barracones un poco antes de la primera hora de clase de la ma?ana para coger un buen sitio, encontrarse alg¨²n travestido semidesnudo, dormido, drogado... No es dif¨ªcil coleccionar las jeringuillas tiradas junto a manchas de sangre y otras inmundicias.
Se han producido ya agresiones f¨ªsicas a miembros de la facultad y se han causado desperfectos en los coches de algunos de ellos. Se ha cambiado el horario de limpieza de los barracones porque era peligroso. Hay miedo, rabia y una sensaci¨®n de total impotencia.
?Por qu¨¦ no se soluciona? ?Qu¨¦ intereses ocultos existen? ?Por qu¨¦ se habla tanto de potenciar las nuevas tecnolog¨ªas mientras la facultad de Inform¨¢tica est¨¢ sumergida en el fango de la sociedad?
Es evidente que existe un problema social. Pero es m¨¢s evidente que no se puede solucionar escondi¨¦ndolo en alg¨²n rinc¨®n de la ciudad donde alguien cree que no malestan. Pensamos que todo el mundo es libre de actuar como quiera. S¨®lo pedimos la libertad que nos pertenece para trabajar y estudiar en paz.-
y 21 firmas m¨¢s. Profesores de la facultad de Inform¨¢tica.
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