El arte de ser sin estar

No habr¨¢ despedida de ning¨²n tipo para Deng Xiaoping cuando hoy, a sus 83 a?os de edad, descienda por la escalinata del poder. Su ausencia del Comit¨¦ Central del Partido Comunista Chino (PCCh), del Politbur¨® y de su Comit¨¦ Permanente no minar¨¢, sin embargo, su enorme influencia pol¨ªtica; m¨¢s bien la acrecentar¨¢. En China, menos puede significar m¨¢s. Un solo cargo visible, el control estatal de las comisiones militares y del partido (de composici¨®n id¨¦ntica), permitir¨¢ al hombre fuerte de China seguir desempe?ando el papel de gu¨ªa hasta que la edad o la enfermedad pongan coto a su larga y fruct¨ªfera vida.

Cuando el PCCh celebre, si es que lo celebra, su primer congreso del siglo XXI, que se celebrar¨¢ en el a?o 2002, Deng Xiaoping tendr¨ªa 98 a?os, y si vive, ha asegurado ya, seguir¨¢ siendo marxista-leninista. No se puede augurar lo mismo sobre el destino de su pa¨ªs, y mucho menos sobre el de la Rep¨²blica Popular China.Tan seguros est¨¢n los dirigentes chinos de que Deng Xiaoping seguir¨¢ ejerciendo el poder desde detr¨¢s de las bambalinas que incluso un alto funcionario lleg¨® ayer a bromear ante los periodistas con la posible inmortalidad de Deng, al pregunt¨¢rsele si el partido no le va a rendir un homenaje por los servicios prestados. ?se ser¨¢, si acaso, dijo, "un tema para el orden del d¨ªa del XIV Congreso, o del XV..., incluso del XVI".

Deng Xiaoping lleva a?os advirtiendo que el partido ha de rejuvenecerse o morir¨¢, y sin duda pretende pasar a la historia como aquel que supo delegar a tiempo.

Mover los hilos

Deng seguir¨¢ moviendo los hilos de la pol¨ªtica a trav¨¦s de los generales Yang Shangkung y Qin Jiwie, de los viceprimeros ministros Quiao Shi, Tian Jiyun y Li Peng (probable primer ministro), del todav¨ªa jefe del Estado, Li Xiannian, y del secretario general, Zhao Ziyang.

Incluso del propio Hu Yaobang, especialmente se confirma que el ex responsable del partido pasar¨¢ a presidir, el pr¨®ximo a?o, la Asamblea Nacional Consultiva de la Rep¨²blica Popular China.

Zhao ensalz¨® ayer repetidamente la figura de su mentor pol¨ªtico, y el congreso alab¨® "encarecidamente la significativa contribuci¨®n realizada por el camarada Deng Xiaoping en la formaci¨®n y desarrollo de la l¨ªnea del partido desde el tercer pleno del XI Comit¨¦ Central", all¨¢ en 1978, cuando los chinos empezaron a recuperar la dignidad perdida durante los desatinos de la banda de los cuatro.

Ayer, Deng Yiaoping levant¨® por ¨²ltima vez su mano para votar en un congreso del partido que ¨¦l ayud¨® a fundar, en la clandestinidad, all¨¢ en 1927.

Muchos vieron, a la vez, en ese gesto, una despedida emocionada, pero tranquila, una despedida en el que el protagonista controla plenamente la situaci¨®n y sabe que domina el arte de ser sin estar.