Lucio Fontana, una revisi¨®n exquisita de su ¨²ltimo per¨ªodo
Con la exposici¨®n que actualmente le dedica el Centro Georges Pompidou, en cuyo itinerario ulterior, por cierto, est¨¢ previsto su paso por nuestro pa¨ªs, todo parece indicar que nos hallamos en un momento ¨®ptimo para conocer la obra del artista Lucio Fontana (Rosario de Santa Fe, Argentina, 1899-Comabbio, Italia, 1968).
La vanguardia
Fontana: obras entre 1960 y 1968
Galer¨ªa Theo. Marqu¨¦s de la Ensenada, 2. Madrid. Del 20 de octubre al 9 de diciembre de 1987.
Fontana es probablemente uno de los artistas m¨¢s relevantes de la vanguardia europea tras la II Guerra Mundial. En sincron¨ªa con esta atenci¨®n que actualmente se le presta a Fontana, dos galer¨ªas espa?olas, la de Ren¨¦ Metras, de Barcelona, y la de Theo, de Madrid, han organizado sendas muestras diferentes del artista italo- argentino, que, dicho sea de paso, ya fue objeto de una exposici¨®n retrospectiva en Madrid, ahora hace un poco m¨¢s de cinco a?os (Lucio Fontana: el espacio como exploraci¨®n, palacio de Vel¨¢zquez del Retiro, abril-mayo de 1982).?Demasiadas muestras sobre un mismo artista en un corto espacio de tiempo? No ser¨¦ yo quien opine as¨ª, no s¨®lo porque las obras de los cl¨¢sicos -y, desde luego, Fontana lo es- deban ser frecuentadas cuantas m¨¢s veces mejor y porque, adem¨¢s, como siempre, en nuestros museos tambi¨¦n estemos pr¨¢cticamente ayunos de ejemplos de este gran creador, sino porque la revisi¨®n cr¨ªtica de Fontana es un tema particularmente apasionante y hasta ahora no muy bien resuelto.
Clara demostraci¨®n de esto ¨²ltimo es la extraordinaria monogr¨¢fica que ha montado el Pompidou, en la que, a pesar de los precedentes de las muestras de Nueva York y Mil¨¢n, se nos revela, por fin, la verdadera dimensi¨®n creadora, harto compleja, de Lucio Fontana.
Mas ?de d¨®nde procede esa complejidad para situar cr¨ªticamente la obra de Lucio Fontana, cuyas incisiones espaciales, rompiendo el concepto cl¨¢sico del lienzo le han hecho ocupar un lugar indiscutido en el arte del siglo XX? Sin poder extenderme en esta cuesti¨®n, quiero al menos apuntar que la reivindicaci¨®n cr¨ªtica de su obra no se reduce hoy ya solamente al problema de establecer una valoraci¨®n paralela entre lo que ¨¦l hizo en Europa con lo que simult¨¢neamente estaba haciendo Pollock en Am¨¦rica, sino que nos obliga a apurar la totalidad de la obra de Fontana en s¨ª y por s¨ª, como conjunto de m¨²ltiples caminos de investigaci¨®n abiertos en ella todav¨ªa no suficientemente analizados y sistematizados.
Concisi¨®n
Tambi¨¦n, por otra parte, revisitar su amplia y proteica trayectoria nos compromete con la asimilaci¨®n actual de una cualidad elegante y l¨ªrica, a veces bordeando lo soportable por nuestra sensibilidad tan marcada por la concisi¨®n, la crudeza y la frialdad anal¨ªticas, cualidad, por lo dem¨¢s, muy dentro de la tradici¨®n de toda la Europa meridional, mediterr¨¢nea y espec¨ªficamente italiana.?stas y otras pesquisas podr¨¢ plantearse el visitante de la muestra que se exhibe en Theo, que re¨²ne piezas significativas del ¨²ltimo per¨ªodo de Fontana, bien seleccionadas y montadas con una exquisitez relevadora de un amor profundo por las mismas.
Hay 24 piezas, y dentro de la gen¨¦rica titulaci¨®n de "conceptos espaciales" con la que Fontana quer¨ªa reflejar su intenci¨®n ¨²ltima nos encontramos con ejemplos de sus series m¨¢s c¨¦lebres: Buchi (Agujeros), Pietre (Piedras), Tagli (Cortes), Olii (Oleos), Teatrini- (Teatritos) y, sobre todo, de una, magn¨ªfica,, denominada Fine di Dio (Muerte de Dios).
En fin, que la muestra de la galer¨ªa Theo es excelente, no s¨®lo por la importancia y representatividad de las obras que contiene, sino porque se ha recreado el esp¨ªritu Lucio Fontana, lo que es particularmente meritorio en una galer¨ªa comercial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.