El hurac¨¢n italiano
Los resultados de los recientes referendos italianos no tienen nada que ver con la crisis de Gobierno provocada por la dimisi¨®n del Ejecutivo de Giovanni Goria. La autora cree que, aunque esto es as¨ª, resulta probable que los asuntos discutidos en la consulta popular pasen a formar parte central de la actual crisis.
Italia es el primer gran pa¨ªs occidental (m¨¢s de 50 millones de habitantes) que desde el domingo 8 de noviembre renuncia al uso civil de la energ¨ªa nuclear. Esta fuente de energ¨ªa ya no se utilizar¨¢ y las obras de las centrales en construcci¨®n (Caorso, Montalto y Trino Vercellese) tendr¨¢n que suspenderse. As¨ª lo decidi¨® por gran mayor¨ªa un refer¨¦ndum popular que las fuerzas pol¨ªticas -excepto socialistas, radicales y m¨¢s tard¨ªamente el Partido Comunista de Italia (PCI)- intentaron evitar de todas las maneras posibles o emplear para otros fines. Por lo dem¨¢s el tipo de crisis que se abri¨® a ra¨ªz de la actitud del Partido Liberal de abandonar la coalici¨®n gubernamental trata de esquivar los problemas que han sido puestos sobre la mesa por el refer¨¦ndum. Ahora no se sabe si ser¨¢ posible evitar la existencia de esos problemas pero en todo caso la aparici¨®n de la crisis no tiene nada que ver con el resultado de esta consulta popular, pero si se prolonga es muy probable que aquellas cuestiones se conviertan en puntos centrales de esta ruptura.Las consecuencias del referendum. ser¨¢n muy grandes tanto por la necesidad de buscar modelos distintos de desarrollo energ¨¦tico, m¨¢s semejantes a los de California (tambi¨¦n han quedado abolidas las disposiciones que permit¨ªan acuerdos con centrales extranjeras), como por el eco que esta resoluci¨®n tendr¨¢ en Europa y, finalmente, por el desbarajuste que crea dentro del marco pol¨ªtico del Gobierno fatigosamente creado despu¨¦s de las elecciones y hoy arrollado por este hurac¨¢n.
Es como si el establishment pol¨ªtico hubiera querido jugar al juego del refer¨¦ndum y saliera escaldado del mismo. Recu¨¦rdese que hace tiempo que en Italia exist¨ªa un comit¨¦ contra el uso civil de la energ¨ªa nuclear. La nube de Chernobil, cuyas radiaciones en Italia fueron registradas d¨ªa a d¨ªa, dando lugar a medidas dr¨¢sticas de prohibici¨®n de ciertos art¨ªculos de consumo, por ejemplo, de verduras y de leche, y que provocaron dram¨¢ticas interrupciones de embarazos, impresion¨® profundamente a la opini¨®n p¨²blica.
M¨¢s tarde las resoluciones contra el uso de la energ¨ªa nuclear adoptadas en el congreso del Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD) llevaron al Partido Socialista Italiano a alinearse con el comit¨¦ pro refer¨¦ndum, que hasta entonces no pod¨ªa contar con el apoyo de los grandes partidos. El partido comunista -dividido entre nuclearistas y no nuclearistas- adopt¨® el punto de vista de los segundos.
De golpe, el refer¨¦ndum, aceptado por el Tribunal Constitucional, se convert¨ªa en un peiigro, sobre todo para la Democracia Cristiana (DC). La DC provoc¨® la crisis del Gobierno pentapartido, pues al ser nuclearista ya no pod¨ªa conseguir que los socialistas aceptasen un compromiso para la construcci¨®n de algunas centrales. En Italia, la disoluci¨®n de las C¨¢maras suspende ipso facto los referendos, y se fue a las elecciones de mayo, cuyo objetivo expl¨ªcito era hacer avanzar a la DC y al PCI y hacer retroceder a los socialistas. Pero las cosas salieron al rev¨¦s, y la DC y el PCI retrocedieron y los socialistas avanzaron. El refer¨¦ndum volv¨ªa a estar en candelero. Tres referendos sobre distintos aspectos del uso civil de la energ¨ªa nuclear y dos sobre cuestiones institucionales: supresi¨®n de algunas inmunidades en el caso de ministros objeto de acusaci¨®n y establecimiento de responsabilidad civil para que el juez que por culpa grave condene injustamente a un ciudadano.
Y aqu¨ª dieron comienzo los m¨¢s maquiav¨¦licos juegos pol¨ªticos. La Democracia Cristiana y los dem¨¢s partidos del Gobierno -salvo el peque?o Partido Republicano, firme en su tesis nuclearista- temieron perder a¨²n m¨¢s prestigio si el electorado -con Chernobil en la mente- hubiera votado mayoritariamente s¨ª. Eso pod¨ªa darse incluso en su electorado y resolverse, por tanto, en otra derrota de la DC y del centro y en una victoria socialista, comunista y verde. Por ello, mediante una maniobra pol¨ªtica que en Italia se llama transformismo, dieron la consigna de votar s¨ª. De este modo, la prevista victoria del s¨ª no tendr¨ªa, por as¨ª decir, un color de izquierdas. Pero en este s¨ª -segundo transfonnismo- no se comprometieron a fondo, e indirectamente hicieron correr la consigna de la abstenci¨®n.
En los referendos institucionales ocurri¨® lo mismo, y a¨²n de modo m¨¢s evidente. El s¨ª suprimir¨ªa la inmunidad total del magistrado, en vigor en Italia salvo en caso de dolo, es decir, voluntad expl¨ªcita de perjudicar al acusado. Hay que recordar que en nuestro pa¨ªs se dieron, gracias a las leyes especiales, casos clamorosos de largas permanencias (hasta seis, ocho y diez a?os) en prisi¨®n preventiva, es decir, antes de la vista oral, resueltas en absoluci¨®n o en condenas en primera instancia y absoluci¨®n en apelaci¨®n. En estos casos no se configura voluntad de dolo, sino, precisamente, culpa grave; por ejemplo, la negativa a examinar pruebas, negarse a careos, etc¨¦tera. Estos casos, que afectaron a personas muy conocidas involucradas en estos tristes avatares, impresionaron a la opini¨®n p¨²blica; de ah¨ª el refer¨¦ndum socialista y radical. La magistratura en su conjunto, aunque dividida en la cuesti¨®n de las leyes especiales, form¨® una pi?a declarando que el partido socialista, en el punto de mira de algunos jueces que hab¨ªan descubierto algunas malversaciones, lo que en realidad quer¨ªa no era instituir el principio de reparaci¨®n al ciudadano inocente, sino obstaculizar la independencia del magistrado. Incluso en los partidos que apoyaban el s¨ª se formaron muchos comit¨¦s a favor del no.
Tiro por la culata
Pero el tiro sali¨® por la culata. Italia, que vota mucho, alcanz¨® el r¨¦cord de abstenciones: s¨®lo vot¨® el 66% del electorado (frente al 77% del refer¨¦ndum por la escala m¨®vil). Pero es una solid¨ªsima mayor¨ªa, m¨¢s alta que la de los votantes de muchos pa¨ªses europeos. Y de este 66%, el 70%80% vot¨® s¨ª en los cinco referendos. Hace dos d¨ªas empez¨® la cuenta atr¨¢s de los tres meses al cabo de los cuales se prohibir¨¢ el uso civil de la energ¨ªa nuclear y se preparar¨¢ un plan distinto de energ¨ªa, y habr¨¢ que votar una ley (por otra parte ya elaborada) que establezca el resarcimiento civil por el Estado del condenado injustamente, con una sanci¨®n al juez que haya cometido culpa grave. Queda abierto el debate sobre c¨®mo ser¨¢ sancionado y por qui¨¦n.
El meollo del problema sigue siendo el mismo: el partido socialista de Craxi, que tiene muy poco de socialista y que es un partido burgu¨¦s, din¨¢mico, abierto a las cuestiones referentes a la libertad, muy decisionista y apoyado en lo que en Italia se llama industria rampante, lucha contra la hegemon¨ªa de 40 a?os del elefante democristiano, a la vez m¨¢s interclasista pero integrista. Los comunistas, en su crisis, tambi¨¦n son conscientes de lo dif¨ªcil que resulta una alianza con los socialistas y una alianza, muy comprometida, con la Democracia Cristiana.
Traducci¨®n: ?ngel S¨¢nchez-Gij¨®n.
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