Sarney dice que gobernar¨¢ sin los partidos, tras reducirse su mandato
El presidente brasile?o, Jos¨¦ Sarney, sufri¨® el pasado domingo la peor de todas las derrotas desde que asumi¨® la jefatura del Estado, en 1985. La comisi¨®n parlamentaria encargada de aprobar el texto de la nueva ley fundamental que se someter¨¢ al pleno de la Asamblea Constituyente determin¨® que su per¨ªodo presidencial termina el d¨ªa 15 de marzo de 1989, un a?o antes de lo pretendido por Sarney. Rodeado de sus asesores m¨¢s ¨ªntimos, inmerso en la m¨¢s absoluta soledad, Jos¨¦ Sarney anunci¨® que no tiene candidato personal y que a partir de ahora gobernar¨¢ sin los partidos.Habr¨¢ elecciones presidenciales en noviembre de 1988, las primeras realizadas en el pa¨ªs desde 1960. No hay dudas, tanto entre los asesores directos de Sarney como entr6 los dirigentes pol¨ªticos, de que el pleno de la Asamblea Constituyente respaldar¨¢ la decisi¨®n.
El domingo, Sarney sufri¨® tambi¨¦n otro fuerte rev¨¦s, al ser aprobado que a partir del pr¨®ximo 15 de marzo entrar¨¢ en vigor el sistema parlamentario en Brasil, con el nombramiento de un primer ministro, figura totalmente extra?a en la tradici¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs.
La Prensa ha destacado la derrota de Sarney. El m¨¢s influyente peri¨®dico del pa¨ªs, el Jornal do Brasil, afirm¨® que "Sarney lleg¨® inesperadamente a la presidencia gracias a la fatalidad [en referencia a la muerte de Tancredo Neves] y sale antes del tiempo gracias a su incompetencia".
De acuerdo con la actual Constituci¨®n, creada por la dictadura militar, el per¨ªodo presidencial en Brasil ser¨ªa de seis a?os. Sarney, consciente de su debilidad, hab¨ªa anunciado su disposici¨®n de renunciar a un a?o de mandato. Ya se delinean en el horizonte las principales candidaturas para las elecciones de noviembre del a?o que viene.
Hasta ahora, el presidente Sarney tuvo muy poca iniciativa personal al frente del Gobierno, y cedi¨® invariablemente a las presiones del todopoderoso presidente del PMDB (el mayor partido brasile?o), Ulises Guimar?es. Nunca antes un jefe de Estado hab¨ªa pedido tanto que lo dejaran gobernar.
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