Renzo Piano, el placer de construir
Los experimentos con las formas y materiales de un arquitecto 'biotecnol¨®gico'
El arquitecto Renzo Piano (G¨¦nova, 1937) comenz¨® a ser conocido del gran p¨²blico tras la inauguraci¨®n del Centro Georges Pompidou, en Par¨ªs, construido en colaboraci¨®n con Richard Rogers, hace exactamente 10 a?os. No inici¨® su carrera con esta obra gigantesca -que sin duda debe gran parte de su notoriedad a su lenguaje arquitect¨®nico, pues no en vano Renzo Piano piensa sus edificios "como un ¨²til de comunicaci¨®n"- sino con "una estructura espacial", construida con formas piramidales de poli¨¦ster reforzado, que no s¨®lo era econ¨®mica y f¨¢cil de trabajar sino fundamentalmente ligera.Sigui¨® en 1966 otra estructura, m¨®vil en este caso, para la extracci¨®n del azufre, y un complejo industrial, el mismo a?o, para el que estudi¨® a fondo "la materia en tensi¨®n".
En estos proyectos aparecen ya algunas de las tendencias, desarrolladas m¨¢s tarde, que caracterizar¨¢n -si se puede emplear esta palabra para alguien que transforma continuamente su lenguaje- sus edificios: inter¨¦s, estudio y valoraci¨®n al m¨¢ximo de los materiales nuevos, de sus posibilidades de transformaci¨®n, comportamiento y de la manera en que se forman y deforman, flexibilidad de los espacios interiores (trabajados con elementos inmateriales, como la luz o el color), y estructuras lo m¨¢s a¨¦reas posible para conseguir "un m¨¢ximo de cohesi¨®n con un m¨ªnimo de material".
Del encuentro feliz entre material y estructura surgir¨¢ espont¨¢neamente la forma necesaria, la m¨¢s l¨®gica y eficaz, lo que no le impedir¨¢ ser tambi¨¦n hermosa, como lo demuestran muchas de sus realizaciones, por ejemplo una de las ¨²ltimas, el museo de la colecci¨®n Menil (Houston), donde la exigencia de luz natural, impuesta por su propietaria fue solucionada por Piano inventando -no concibe la arquitectura sin experimentaci¨®n- un techo formado por grandes elementos de ferrocemento (hojas), una pantalla que filtra la luz solar mediante un mecanismo de reverberaci¨®n m¨²ltiple.
Cient¨ªfico y humanista
En la exposici¨®n que le dedica este a?o el festival de oto?o de Par¨ªs en la Chapelle de la Sorbonne -hasta el 17 de diciembre- se recoge a trav¨¦s de una serie de maquetas, planos, fotograf¨ªas, diapositivas y v¨ªdeos la trayectoria de este arquitecto biotecnol¨®gico -como lo han denominado algunos- mezcla de cient¨ªfico y humanista pero hombre sin duda de terreno (herencia quiz¨¢ de su padre constructor), cuya concepci¨®n de la arquitectura debe mucho -una deuda, por otra parte, voluntariamente reconocida- en primer lugar a Franco Albini, arquitecto racionalista milan¨¦s, profesor de la Escuela Polit¨¦cnica de Mil¨¢n, donde se gradu¨®, que le ense?¨® "el rigor met¨®dico, la obstinaci¨®n y el rechazo de lo aproximativo", y a Frei Otto, Makowski, Prouv¨¦, Zamuso y L. I. Kahn, con quienes trabaj¨®.
Hacia el futuro
Discutido y cuestionado hoy en d¨ªa por los posmodernos, que le reprochan ser partidario a ultranza de la high tech -un amor correspondido por otra parte, puesto que ¨¦l considera el movimiento posmoderno como un fen¨®meno aberrante-, de lo que no cabe duda es de que la obra de Piano est¨¢ proyectada m¨¢s hacia el futuro que hacia el pasado, que no es ni grandilocuente ni nost¨¢lgica y que para imponerse no necesita estar avalada con citas hist¨®ricas ni hacer concesiones a est¨¦ticas decadentes, como ocurre con algunas de las realizaciones actuales muy en boga.En un edificio del arquitecto Renzo Piano, es evidente, cada elemento es lo que es, sin disfraz ni mixtificaciones: nervios y v¨ªsceras a la vista, aunque a veces sus formas parezcan cada vez m¨¢s inspiradas en la naturaleza, su polo magn¨¦tico.
Una arquitectura racional org¨¢nica, que se adapta a los problemas m¨¢s diversos -como pone de relieve el libro / cat¨¢logo que con esta ocasi¨®n ha editado el Centro Georges Pompidou con el t¨ªtulo de Renzo Piano, una publicaci¨®n que est¨¢ dirigida a todos los p¨²blicos.
Hay palacios de deportes, como el de R¨¢vena, en forma de concha; reestructuraci¨®n de espacios ya existentes: la f¨¢brica de Lingotto es un ejemplo magn¨ªfico, reconvertida y dedicada hoy a m¨²ltiples funciones; rehabilitaci¨®n de barrios o ciudades antiguas: la experiencia del Laboratorio del barrio de Otrante (Italia) es significativa: una unidad m¨®vil, equipada para la rehabilitaci¨®n y restauraci¨®n de casas antiguas, creada con el objetivo de hacer participar a sus habitantes sin desalojarlos; la colaboraci¨®n con la Unesco, creando en Senegal una peque?a f¨¢brica itinerante para investigar y ense?ar las t¨¦cnicas de reutilizaci¨®n de los recursos locales en materia de construcci¨®n; el autom¨®vil dise?ado para la Fiat o la colaboraci¨®n con artistas, como el espacio musical creado para el Prometeo, de L. Nono, en madera, "un gigantesco instrumento musical", una enorme caja de resonancia que adem¨¢s permit¨ªa instalar a los m¨²sicos en diferentes niveles.
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