Shultz y Shevardnadze intentar¨¢n el lunes en Ginebra superar los escollos de ¨²ltima hora para la 'cumbre'

Los jefes de las diplomacias de EE UU y la URSS, George Shultz y Edvard Shevardnadze, respectivamente, se reunir¨¢n el lunes y el martes en Ginebra (Suiza) para intentar despejar el camino de la cumbre entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, del 7 al 10 de diciembre en Washington. Quedan por resolver detalles importantes del tratado de supresi¨®n de los misiles de alcance intermedio y otras cuestiones -armas estrat¨¦gicas, derechos humanos y problemas regionales- que abordar¨¢n los m¨¢ximos dirigentes. Esta ser¨¢ la quinta reuni¨®n de Shultz y Shevardnadze este a?o. Shultz informar¨¢ el mi¨¦rcoles en Bruselas a los aliados de la OTAN.

El encuentro entre Shultz y Shevardnadze fue anunciado oficialmente ayer en Washington, Mosc¨² y Ginebra. Shultz dijo ayer que el encuentro no representa una nueva amenaza de suspensi¨®n de la cumbre y se mostr¨® confiado de concluir el tratado durante su estancia en Ginebra. El borrador consta de 14 o 15 art¨ªculos m¨¢s tres anejos importantes de 30 p¨¢ginas cada uno. Est¨¢ resuelto, seg¨²n fuentes norteamericanas, en un 95%.El acuerdo otorga el derecho a cada parte de efectuar inspecciones repentinas en lugares en los que se sospecha que no se est¨¢ cumpliendo lo pactado. Falta por definir cu¨¢les ser¨ªan estos lugares. Ambas partes han acordado que se puedan realizar anualmente, durante los tres primeros a?os del acuerdo, cinco inspecciones sorpresa por cada parte. Todos los misiles cubiertos por el acuerdo ser¨¢n eliminados en ese plazo: Los de alcance intermedio largo (de 1.000 a 5.000 kil¨®metros), en tres a?os, y los de alcance intermedio corto (de 500 a 1.000), en 18 meses tras la entrada en vigor del tratado. Mosc¨² pide seguir con las inspecciones durante 10 a?os m¨¢s en las f¨¢bricas y lugares donde estuvieron instalados los misiles. Esto incluir¨ªa bases en el Reino Unido, Italia, RFA y B¨¦lgica. Washington afirma que no puede llegar a acuerdos que implican a terceros.

Adem¨¢s, seg¨²n funcionarios norteamericanos, la URSS no ha proporcionado una informaci¨®n completa sobre el n¨²mero y ubicaci¨®n de los misiles que se van a destruir, algo que, seg¨²n EE UU, es crucial. Expertos militares de EE UU quieren que Mosc¨² confirme sus estimaciones de que la URSS tiene 130 lanzadores de misiles de alcance intermedio corto, cada uno con seis cohetes.

La URSS, por su parte, ha reconocido que a¨²n no hay acuerdo sobre qu¨¦ es lo que se va a destruir.

Preparar la agenda

Portavoces norteamericanos se?alaron que Shultz piensa abordar con Shevardnadze una gama amplia de cuestiones, adem¨¢s de los euromisiles, que ser¨¢n tratadas en la cumbre: reducci¨®n en un 50% de los arsenales estrat¨¦gicos de EE UU y la URSS, el respeto de los derechos humanos, Afganist¨¢n, Oriente Pr¨®ximo y otras cuestiones regionales.Seg¨²n un funcionario norteamericano, la cuesti¨®n de los euromisiles no preocupa. "Lo que hay que hacer es preparar la cumbre", raz¨®n principal, seg¨²n esta versi¨®n, de la reuni¨®n entre Shultz y Shevardnadze.

Entre tanto ha estallado una pol¨¦mica en el Congreso norteamericano sobre la invitaci¨®n al l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, para que se dirija a una sesi¨®n conjunta del Senado y de la C¨¢mara de Representantes. Un grupo de 75 legisladores republicanos publicaron el mi¨¦rcoles una carta en la que piden que se retire la invitaci¨®n a Gorbachov, quien, en caso contrario, se convertir¨ªa en el primer dirigente comunista que pronuncie un discurso ante el Congreso.

La Casa Blanca parece ahora haber dado marcha atr¨¢s sobre la idea. Ayer, el portavoz, Marlin Fitzwater, dijo que una reuni¨®n le Gorbachov con un grupo de legisladores ser¨¢ m¨¢s ¨²til que un discurso.

El diario oficial Pravda se?alaba ayer que una negativa del Senado de EE UU a ratificar el tratado sobre los euromisiles "destruir¨ªa todo el proceso de control de los armamentos".

La reuni¨®n bianual del Consejo Atl¨¢ntico se celebrar¨¢ el pr¨®ximo 11 de diciembre, y no el 10 como estaba previsto, se anunci¨® ayer en Bruselas, al tener que asistir el secretario de Estado norteamericano a la cumbre entre Reagan y Gorbachov, del 7 al 10 le ese mismo mes.