El Gobierno prepara una legislacion contra el ruido

Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s ruidosos del continente, seg¨²n estimaciones de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Europeo (OCDE), y no s¨®lo por la cultura muy mediterr¨¢nea del grito en la comunicaci¨®n, sino sobre todo porque no existen controles reales sobre los ruidos industriales y derivados de las m¨¢quinas de automoci¨®n. Ahora el Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo (MOPU) ha elaborado dos borradores de real decreto para luchar contra la contaminaci¨®n ac¨²stica.

Los textos, redactados por expertos de la direcci¨®n general del Medio Ambiente en la l¨ªnea de las directivas de la Comunidad Econ¨®mica Europea sobre esta materia, est¨¢n destinados a controlar los niveles m¨¢ximos permitidos tanto de emisi¨®n como de inmisi¨®n de ruidos. La nueva reglamentaci¨®n podr¨ªa entrar en vigor antes de la pr¨®xima primavera, una vez que sea aprobada por un Consejo de Ministros que fuentes de la Administraci¨®n calculan no muy lejano.El primer borrador de pro yecto de real decreto est¨¢ destinado a establecer los niveles m¨¢ximos de determinadas fuentes de emisi¨®n de ruido exterior, sobre todo en las m¨¢quinas y materiales utilizados en obras de construcci¨®n -motocompresores, gr¨²as de automoci¨®n, grupo electr¨®geno de soldadura o de potencia, martillo picador, cortadora de c¨¦sped-. Esta normativa completar¨¢ la ya existente sobre el nivel sonoro admisible de motocicletas y en general veh¨ªculos de motor (Real Decreto 2028/86).

Todos los objetos enumerados que sean productores de ruidos deber¨¢n cumplir una serie de especificaciones t¨¦cnicas y estar¨¢n sometidos a un r¨¦gimen de sanciones en caso de que se produzcan infracciones a las normas establecidas sobre nivel m¨¢ximo de emisi¨®n de ruidos.

El l¨ªmite m¨¢ximo de tolerancia de ruido se situar¨¢, de acuerdo con el real decreto, en 65 dB(A) (decibelios en escala de ponderaci¨®n A), que es el nivel sonoro equivalente diario adoptado como m¨¢ximo por la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos.

La poblaci¨®n en general est¨¢ expuesta, como ha explicado el especialista del MOPU Jos¨¦ Manuel Sanz, a unos niveles de ruido que oscilan entre los 35 y los 85 decibelios [dB(A)]. Estudios recientes muestran que por debajo de 45 dB(A) de nivel sonoro equivalente nadie se siente molesto. Un 10% de la poblaci¨®n siente molestias cuando el ruido alcanza los 55 dB(A) y un ruido superior a 85 dB(A) produce molestias en todo el mundo.

?reas urbanas

Las grandes ¨¢reas urbanas son por lo general las que est¨¢n expuestas a niveles sonoros superiores a los m¨¢ximos permitidos. Seg¨²n un estudio sobre el nivel sonoro de tr¨¢fico realizado por un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, hecho p¨²blico el pasado mes de junio, el ruido de la mitad de las calles del centro de Madrid superaba el l¨ªmite m¨¢ximo de contaminaci¨®n ac¨²stica recomendado por la OCDE para sus pa¨ªses miembros.El segundo borrador de proyecto de real decreto pretende fijar los niveles m¨¢ximos de inmisi¨®n de ruidos (o ruidos que proceden del exterior, de los que conviene defenderse). Este nuevo texto legal pretende b¨¢sicamente defender de los ruidos los edificios destinados a usos residenciales (viviendas) y en especial los centros hospitalarios, los centros de ense?anza y los centros culturales, aunque tampoco se dejan a un lado los locales comerciales e industriales.

Ninguno de los centros destinados a este tipo de finalidad recibir¨¢ la licencia de construcci¨®n si el nivel equivalente de presi¨®n sonora medido en leq (niveles sonoros continuos equivalentes) excede los l¨ªmites admitidos por las Comunidades Europeas (entre 65 y 75 leq). La protecci¨®n contra el ruido exterior exigir¨¢, por tanto, en las construcciones de nueva planta unas medidas previas de aislamiento.

Por otra parte, en un plazo de 10 a?os las viviendas, hospitales, centros educativos y culturales que no se encuentran adaptados a los niveles m¨¢ximos permitidos, deber¨¢n adecuar su aislamiento. En estos casos el Gobierno subvencionar¨¢ las obras de adaptaci¨®n de los edificios a las nuevas normas. En contrapartida, la Administraci¨®n sancionar¨¢ el incumplimiento de estas normas.