Homenaje al cine documental, de Joris Ivens y Santiago ?lvarez
La obra de un documentalista cubano, Santiago ?lvarez, y de otro holand¨¦s, Joris Ivens, ocupa una de las secciones m¨¢s interesantes de esta edici¨®n del festival habanero. En las figuras de estos dos c¨ªneastas, que son parte fundamental de uno de los cap¨ªtulos m¨¢s f¨¦rtiles y menos conocidos de la historia del cine, se sustenta una de las vertientes m¨¢s variadas y ricas del cine cubano posterior a la revoluci¨®n: el documentalismo, que ha dejado importantes contribuciones a la iconograf¨ªa de la historia contempor¨¢nea.
La obra de Ivens y ?lvarez es indisociable de algunos de los grandes acontecimientos pol¨ªticos de su tiempo. El ojo de la c¨¢mara del primero arranca im¨¢genes imperecederas de la guerra civil espa?ola, la II Guerra Mundial y las revoluciones china y cubana. Por su parte, Santiago ?lvarez tiene a sus espaldas una vasta obra documental realizada en m¨¢s de 90 pa¨ªses de cuatro continentes, y suyas son las formidables im¨¢genes de Hanoi, martes y 13, que constituyen uno de los m¨¢s intensos documentos no s¨®lo sobre la guerra de Vietnam, sino sobre la tragedia de la guerra, de toda guerra.La influencia lejana de lvens e inmediata de ?lvarez sobre los documentalistas cubanos es incalculable. Que exista una escuela de documentalismo en Cuba, forjada pase a paso en las primeras l¨ªneas e combate en Vietnam, Angola, Etiop¨ªa o L¨ªbano, es en gran medida obra personal de Alvarez, cuyo magisterio entre los hombres de cine que, c¨¢mara en mano, se sumergen en los abismos de las heridas del mundo contempor¨¢neo nadie discute fuera o dentro de Cuba.
El primer, y notable, filme de ficci¨®n del cubano Fernando P¨¦rez, Clandestinos, acusa esta herencia. P¨¦rez es un veterano documentalista, curtido bajo los silbidos de las balas en los frentes de Angola, que ha sabido transmitir a su pel¨ªcula esa inimitable capacidad de los cineastas documentalistas para extraer de sus c¨¢maras la peculiar vibraci¨®n de la verdad.
Algunas secuencias de Clandestinos, que narra la tr¨¢gica aventura de un comando revolucionario urbano en los tiempos que precedieron a la ca¨ªda del r¨¦gimen de Batista, son un buen ejemplo de ese tipo de veracidad f¨ªlmica. El estilo documental contagia a los actores.
En el festival de La Habana no hay muchas conferencias de prensa, a la manera ritual de los cert¨¢menes cinematogr¨¢ficos europeos. En cambio, abundan encuentros de otro tipo, en los que los cineastas no se limitan a responder sumariamente a rondas de preguntas de car¨¢cter informativo. En un bar llamado Esperanza, situado junto al recodo de las calles 12 y 23 de La Habana, algunos de los cineastas participantes se prestan a diario a mantener una discusi¨®n abierta con otros cineastas, cr¨ªticos, informadores y estudiosos del cine, con los que entablan largas discusiones, unas veces premiosas pero otras vivas y disputadas, de tal manera que la habitual promoci¨®n comercial de los filmes ensancha sus m¨¢rgenes y se convierte en un inesperado an¨¢lisis pormenorizado, lo que con frecuencia hace derivar a la promoci¨®n comercial en lo contrario, en un desmantelamiento, en un frenazo.
Es ¨¦sta otra singularidad de este encuentro, que intenta, y con frecuencia consigue, compaginar el esp¨ªritu de debate propio de los peque?os festivales no comerciales con el aspecto de gran escaparate de ventas de pel¨ªculas de los festivales multitudinarios.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.