En la calle
Me gustar¨ªa desde aqu¨ª lanzar una sonora protesta hacia el excelent¨ªsimo Ayuntamiento de Madrid, que de un tiempo a esta parte se est¨¢ dedicando con todo su empe?o a dejarnos en la calle. S¨ª, s¨ª, en la calle.Me explico. Los s¨¢bados por la tarde-noche, tras una semana agotadora de estudios, profesores, transporte (p¨²blico en su mayor¨ªa), tenemos ganas de hacer algo m¨¢s. Estar con los amigos, bailar, charlar, beber algo; divertirnos y olvidarnos, en suma, de la vida diaria.
Pero, despu¨¦s de llamar a los amigos, conseguir pelas, vestirnos y marchar, a la llegada alcentro de nuestros sue?os lo ¨²nico que vemos es un coche de la Polic¨ªa Municipal y dos defensores del orden en la puerta esperando que alguien se atreva a acercarse para matarle a palos, cosa en la que nuestra protectora y bienhechora polic¨ªa est¨¢ especializada (lo digo por experiencia propia).
Excusa: los vecinos se quejan. En general son unos cuantos vecinos que se dedican a protestar, en s¨¢bado, del ruido (contrarrestado por el de la circulaci¨®n con creces) y de la gente que frecuenta el lugar. ?La gente! S¨®lo porque nos vestimos de negro, con gomina, con boleras, con imperdibles, con gabardinas, con pantalones ajustados, con el pelo de punta... ?S¨®lo porque somos rockers, tecnos, punks, mods!...
Sala Universal, La Factor¨ªa... y tantas otras que nos cerrar¨¢n. ?Para qu¨¦? ?Creen que as¨ª conseguir¨¢n que nos estemos en casa los s¨¢bados por la noche? Se supone que vivimos en un pa¨ªs que se gobierna por los deseos de la mayor¨ªa. Analicemos en este caso qui¨¦n es la mayor¨ªa. Los que est¨¢n en contra de las salas, unos cuantos vecinos, y a favor, todos nosotros. Entonces, si somos la mayor¨ªa, ?por qu¨¦ no nos hacen caso? ?Somos ciudadanos de segunda? ?No tenemos elecci¨®n? ?Nos est¨¢n reprimiendo! ?Por qu¨¦ no cierran los bingos, los casinos, el Scala?
Hay cerca de mi casa, y a m¨ª me molestan. Pero, claro, yo s¨®lo tengo 15 a?os. ?Se supone que debo callar y aguantar? Lo siento. No es mi forma de ser, no he sido educada as¨ª. Yo y tantos como yo seguiremos luchando por nuestro derecho a divertirnos. La represi¨®n es injusta y est¨¢ totalmente desfasada.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.