"Uno no puede vivir s¨®lo de puerros"
La cajetilla de Kent, la divisa m¨¢s preciada entre los sufridos rumanos
Son las tres de la tarde, hace bastante fr¨ªo. Tras la pausa del mediod¨ªa, el mercado (estatal) de la plaza Unirii, uno de los principales de la ciudad de Bucarest, abre sus puertas, ante las que se agolpan numerosas personas que, a empujones, corren a situarse ante los tenderetes, para formar largas colas. El objetivo principal es intentar comprar dos sacos de patatas y otros tantos de manzanas.
La carne es pr¨¢cticamente inexistente: s¨®lo una pasta grasosa para la cual tambi¨¦n se forman largas hileras. Adem¨¢s, algunos tomates, cebolletas (con la cabeza cortada), lechugas, zanahorias viejas y puerros, entre los productos frescos. "Pero uno no puede vivir s¨®lo de puerros", comenta un rumano. No hay leche fresca, ni pr¨¢cticamente ning¨²n producto l¨¢cteo.Pegado a este mercado oficial se encuentra otro de los agricultores libres. Antes, seg¨²n los del lugar, era enorme. Ahora se ha quedado reducido a poca cosa y con escasa oferta. No es que haya hambre, pero hay malnutrici¨®n. Y esto es Bucarest, una ciudad que recibe estos d¨ªas una atenci¨®n especial pues en ella concluye hoy la conferencia del Part do Comunista Rumano.
Oficialmente, no hay inflaci¨®n, pero hay poco que comprar. De ah¨ª la necesidad del mereado negro en el que los precios son dos o tres veces m¨¢s altos. En este mercado la gente ha inventado su propia divisa: el paquet de cigarrillos norteamericanos Kent. No vale otra marca.
Ayuda extranjera
La Asociaci¨®n Internacional para la Defensa de los Derechos Hunianos, basada en Frankfurt, propuso d¨ªas atr¨¢s montar un puente para enviar alimentos a Ruman¨ªa, y especialmente a la minor¨ªa alemana de este pa¨ªs, cuesti¨®n que probablemente aborde el ministro de Asuntos Exteriores de la RFA, Hans Dietrich Genscher en Bucarest, adonde llega hoy. "No hemos solicitado ni necesitamos ayuda alimentaria de nadie", dijo ayer en una conferencia de prensa el ministro adjunto de Asuntos Exteriores rumano, Trian Pop, quien abri¨® una sola puerta: los regalos a los familiares.
Pop tambi¨¦n se enfad¨® al ser preguntado cu¨¢nto hay que pagar Ipor la emigraci¨®n de cada rumano alem¨¢n. Seg¨²n fuentes occidentales, la RFA paga -no directamente, sino a trav¨¦s de cr¨¦ditos especiales y otras ventajas- 14.000 marcos (casi un mill¨®n de pesetas) por cada emi grarle. Y seg¨²n Pop, 11.000 de estos rumanos alemanes emigraron este a?o, pero, asegur¨®, s¨®lo pagando las tasas de emigraci¨®n y el pasaporte.
El lunes, el presidente, Nicolae Ceaucescu, afirmaba que "hay que adoptar una actitud m¨¢s firme ante la propaganda del exteirior que, en nombre de los llamados derechos humanos, despliega una campa?a de corrupci¨®n y robo de la inteligencia para enajenar a la gente de este pa¨ªs, y ponerles al servicio de los que les quieren explotar".
Ruman¨ªa ten¨ªa medios y materias primas: era el granero de la regi¨®n. Exportaba petr¨®leo y ahora es un importador neto de crudo. La gesti¨®n de la econom¨ªa ha sido mala, como lo ha reconocido el propio Ceaucescu.
Para ello, la gente se tiene que apretar el cintur¨®n "a¨²n a costa de romperse la columna vertebral seg¨²n se?alaba un diplom¨¢tico occidental. El Gobierno ha reducido en un 30% m¨¢s en noviembre el consumo el¨¦ctrico en los hogares, con unas cuotas que corresponden a menos de cuatro bombillas de 40 vatios encendidas durante siete horas al d¨ªa. La temperatura interior de las casas no puede superar, en general, los 12 o 14 grados, mientras en la calle hiela. Y todo ello cuando el consumo dom¨¦stico de energ¨ªa, seg¨²n datos oficiales, no supera el 7% del total. "Mire usted", explica Nicolas Andrei, ministro adjunto de la Cooperaci¨®n Econ¨®mica Internacional, "verdad que en la RFA ning¨²n alem¨¢n deja la luz encendida cuando sale de una habitaci¨®n o de su casa? Tenemos que educar a nuestro pueblo".
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