El Congreso anula la ley que permit¨ªa impedir la entrada de comunistas en EE UU
El Congreso norteamericano, tan s¨®lo pocos d¨ªas despu¨¦s del ¨¦xito popular obtenido por Gorbachov en EE UU, ha anulado la legislaci¨®n que permit¨ªa impedir la entrada de comunistas en el pa¨ªs. Aunque los dos hechos no est¨¢n conectados, las dos C¨¢maras del Parlamento han aprobado una modificaci¨®n legal que impedir¨¢ al Ejecutivo denegar por motivos Ideol¨®gicos y pol¨ªticos visados de entrada a extranjeros que quieran viajar a Estados Unidos.
Con la resoluci¨®n del Congreso comienza el parcial desmantelamiento de la infamante (en opini¨®n de los defensores de los derechos civiles) ley McCarran-Walter, aprobada en 1952 en plena fiebre de la caza de brujas del senador McCarthy. Apoy¨¢ndose en esta legislaci¨®n, los diferentes Gobiernos norteamericanos elaboraron una lista negra de miles de nombres (se ha hablado de 40.000) a los que se vetaba la entrada al pa¨ªs, entre otros al Nobel de Literatura colombiano Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, al autor de teatro italiano Dario Fo, al escritor mexicano Carlos Fuentes, al brit¨¢nico Graliani Greene, a Pierre Trudeau -antes de ser primer ministro canadiense-, a la viuda de Salvador Allende y al general de la OTAN Nino Pasti.Si Ronald Reagan firma la ley -que es en realidad una enmienda a una ley general de apropiaci¨®n de fondos para el Departamento de Estado- a partir del pr¨®ximo 1 de enero la negativa de entrada en Estados Unidos no podr¨¢ basarse en "opiniones, declaraciones o asociaciones pasadas, actuales o potenciales".
La actual legislaci¨®n permite impedir la entrada a comunistas y otras personas cuya admisi¨®n pueda ser perjudicial "para el inter¨¦s nacional". Todav¨ªa, por ejemplo, en los formularios para solicitar visados que hay que rellenar en la Embajada de EE UU en Madrid se pregunta -de acuerdo con la ley McCarran-Walter- si el peticionario milita o ha militado en el partido comunista.
La ley, modificada, seguir¨¢ en vigor y permitir¨¢ negar visado discrecional -no apelable y que no tiene que ser explicada- a los extranjeros sospechosos de estar vinculados con el terrorismo o que claramente amenacen la seguridad nacional. Existe, sin embargo, un compromiso legislativo para crear, antes del 1 de febrero de 1989, una nueva legislaci¨®n que arrumbe definitivamente la ley de inmigraci¨®n McCarran-Walter.
"Durante los ¨²ltimos 35 a?os", explic¨® el senador dem¨®crata por Nueva York Patrick Moynihan, promotor de la nueva legislaci¨®n, "la ley que excluye la entrada de extranjeros por motivos ideol¨®gicos ha expuesto a nuestra naci¨®n a un rid¨ªculo innecesario y ha minado el respeto por la libertad de expresi¨®n que EE UU confia promover alrededor del inundo". Adem¨¢s de la exclusi¨®n por motivos pol¨ªticos, la ley fija otros 33 motivos de prohibici¨®n. Los homosexuales y los anarquistas est¨¢n incluidos en esa lista. "En 1988 acabaremos tambi¨¦n con esto", ha prometido el congresista Barney Frank, copatrocinador con Moynihan de la reforma.
Herencia de la guerra fr¨ªa
La ley McCarran, nombre de un senador de Nevada, fue aprobada en plena guerra fr¨ªa contra el veto del presidente Harry Truman, quien afirm¨® que "raramente una ley ha reflejado ladesconfianza que evidencia ¨¦sta por los ciudadanos y por los extranjeros por igual". La enmienda que ahora ha aprobado el Congreso extiende a los extranjeros los derechos constitucionales de libre asociaci¨®n y expresi¨®n de que disfrutan los norteamericanos. Esta reforma temporal -estar¨¢ en vigor un a?o, hasta que que se apruebe una nueva legislaci¨®n- proh¨ªbe cualquier deportaci¨®n que est¨¦ pendiente por motivos ideol¨®gicos.Durante los a?os ochenta se han negado unas 800 visados anuales, de acuerdo con la ley McCarran-Walter. El ¨²ltimo caso conocido fue, el pasado a?o, el de la periodista colombiana Patricia Lara, encarcelada a su Regada a Nueva York y posteriormente deportada por sus supuestas conexiones con Cuba, con la guerrilla colombiana y por haber escrito cr¨ªticamente sobre la pol¨ªtica de Reagan hacia Centroam¨¦rica. Patricia Lara hab¨ªa entrado en Estados Unidos con un pasaporte y un visado en regla.
La ley no obliga a las autoridades a explicar los motivos de la negativa a conceder el permiso de entrada o de la expulsi¨®n.
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