Claud¨ªn pide pluralidad de partidos en la URSS
Fernando Claud¨ªn, el antiguo dirigente comunista espa?ol, hoy presidente de la Fundaci¨®n Socialista Pablo Iglesias, calific¨® de "anacr¨®nica" la existencia de un partido ¨²nico e inst¨® al inicio de un "debate a fondo". entre los reformadores sovi¨¦ticos y los socialistas europeos en una conferencia celebrada en Mosc¨², adonde fue invitado tras 24 a?os de veto. Para Claud¨ªn, "lo que est¨¢ en juego con la perestroika es si la sociedad sovi¨¦tica iniciar¨¢ un curso que la lleve a un verdadero socialismo o si, por el contrario, se acentuar¨¢n y consolidar¨¢n los rasgos que permitir¨ªan considerarla definitivamente como un tipo de sistema social no capitalista, pero tampoco socialista, con estructuras de dominaci¨®n y explotaci¨®n".
Claud¨ªn, cuyos libros eran prohibidos hace tan s¨®lo dos a?os en la Feria Internacional del Libro de Mosc¨², particip¨® en unas jornadas cient¨ªficas dedicadas a El Gran Octubre y el mundo actual, organizadas por varias instituciones sovi¨¦ticas, entre ellas la Academia de Ciencias Sociales del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS) y el Instituto de Marxismo-leninismo. El antiguo dirigente comunista, que residi¨® en Mosc¨² entre 1948 y 1954 y fue expulsado del PCE en 1964, se compar¨® a un precavido mandar¨ªn chino a la hora de enjuiciar la perestroika ante un selecto auditorio de acad¨¦micos sovi¨¦ticos y representantes de la izquierda europea. Claud¨ªn, que pronunci¨® su conferencia el 9 de diciembre, se qued¨® en Mosc¨² unos d¨ªas m¨¢s, a petici¨®n propia, como hu¨¦sped del Comit¨¦ Central, entrevist¨¢ndose con distintas personalidades del mundo de la cultura, la historia y la pol¨ªtica."Todav¨ªa es pronto", dijo Claud¨ªn en su intervenci¨®n, . para llegar a una conclusi¨®n suficientemente fundada sobre las consecuencias definitivas del proceso hist¨®rico abierto por el golpe de octubre". En su opini¨®n " el actual discurso oficial confirma ( ... ) que el r¨¦gimen sociopol¨ªtico nacido de octubre est¨¢ lejos de corresponder, hoy por hoy, a los ideales socialistas de los revolucionarios de? a?o l7...".
"Es a¨²n incierto el resultado final de la aguda pugna entre reformadores y conservadores que se desarrolla actualmente en el aparato de poder y en todos los sectores de la sociedad sovi¨¦tica", se?al¨® Claud¨ªn, cuya estancia en la URS S es un ejemplo de la nueva apertura sovi¨¦tica a sectores anteriormente anatematizados de la izquierda europea.
Opin¨® Claud¨ªn que el ¨¦xito de la perestroika "tendr¨ªa una importante influencia positiva en el futuro del socialismo, no s¨®lo dentro, sino fuera del bloque sovi¨¦tico. Y no s¨®lo en relaci¨®n con el problema de la paz."
Para que el debate propuesto sea fruct¨ªfero" deben cumplirse, seg¨²n Claud¨ªn, "determinadas condiciones", tales como no considerar como "injerencia en los asuntos internos" la cr¨ªtica, "por muy radical que sea", de aspectos de uno u otro sistema, no coartar la discusi¨®n con consideraciones diplom¨¢ticas o con disciplinas del partido y que los cient¨ªficos respondan libremente, sin necesidad de autorizaci¨®n gubernamental, a las invitaciones de los centros de estudio de los partidos socialistas y las instituciones acad¨¦micas en general.
Democratizaci¨®n
Al referirse a la "democratizaci¨®n de la sociedad", Claud¨ªn dijo a su auditorio sovi¨¦tico que la democracia socialista "no ha existido m¨¢s que en el discurso y en la propaganda" en la URSS. Abog¨® por debatir sobre el pluralismo pol¨ªtico, y se?al¨® que si los otros partidos socialistas existentes en la URSS durante los a?os veinte "hubieran podido actuar, en lugar de ser definitivamente ilegalizados y aplastados, tal vez se hubiera evitado el estalinismo". Claud¨ªn se pronunci¨® por la existencia de varias opciones econ¨®micas y pol¨ªticas dentro de la perspectiva socialista para que la sociedad tenga la posibilidad de intervenir en las grandes orientaciones pol¨ªticas y econ¨®micas, y "no s¨®lo aceptando o rechazando las propuestas que vengan del poder", sino tambi¨¦n "formulando otras".Afirm¨® adem¨¢s que el "grado de complejidad estructural" y el "nivel cultural" alcanzado por la sociedad sovi¨¦tica "hacen anacr¨®nica la existencia de un partido ¨²nicoportador de la verdad y ¨²nico centro de las decisiones importantes". Concedi¨®, sin embargo, que "el proceso de democratizaci¨®n iniciado no puede resolver de golpe este problema. Ser¨ªa irrealista y posiblemente peligroso para la propia perestroika. Pero antes o despu¨¦s llegar¨¢ el momento en que el problema haya madurado no s¨®lo como cuesti¨®n te¨®rica,sino pr¨¢ctica".
A su juicio, el Rubic¨®n de la perestroika vendr¨¢ dado por la contradicci¨®n entre la din¨¢mica de democratizaci¨®n limitada con las "necesidades objetivas de la sociedad". Opin¨® que los llamados clubes o grupos informales y el establecimiento de v¨ªnculos entre ellos son un anticipo de esta contradicci¨®n.
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