El mensaje del Rey
LOS MENSAJES con que el Rey suele dirigirse a la sociedad espa?ola en fechas tan se?aladas como la Navidad, o a las Fuerzas Armadas con motivo de: la celebraci¨®n de la Pascua Militar, desempe?an el papel de poner de relieve las atribuciones y competencias que el art¨ªculo 56 de la Constituci¨®n le asignan, especialmente las de simbolizar la permanencia y unidad del Estado y de moderar el funcionamiento de las instituciones. Llenan de contenido este marco constitucional las referencias reales a los problemas que preocupan a los espa?oles y a las amenazas que se proyectan sobre su convivencia.No cabe duda de que el terrorismo re¨²ne: ambas connotaciones, y a ¨¦l se refiere el Rey en su mensaje navide?o de 1987. La cobarde agresi¨®n a la convivencia en paz de todos los espa?oles que entra?a la actividad criminal lleva a don Juan Carlos a pedir una clara actitud de rechazo no s¨®lo para quienes hacen correr la sangre de los espa?oles v¨ªctimas de sus atentados, sino tambi¨¦n para "quienes los amparan, disculpan o justifican, cualesquiera que sean sus posiciones pol¨ªticas, sociales o religiosas". No hace falta forzar el texto del mensaje para ver en la frase una referencia a la reciente pastoral de los obispos vascos, que, m¨¢s all¨¢ del ¨¢mbito del juicio moral propio de su misi¨®n, se adentra en el delicado terreno de la contingencia pol¨ªtica.
A diferencia del anterior r¨¦gimen dictatorial, en la democracia espa?ola todos los problemas, sea cual sea su naturaleza, pueden encontrar soluci¨®n si se tiene voluntad de entendimiento, por lo que no tiene justificaci¨®n alguna ni el apoyo ni la comprensi¨®n para quienes pretenden imponer por la fuerza sus concepciones pol¨ªticas. Por ello, en un sistema que reconoce ampliamente los derechos y libertades fundamentales de la persona, afirma don Juan Carlos que "s¨®lo pueden estrecharse las manos que no est¨¢n ensangrentadas por el crimen y la indignidad". En ese marco, el Rey dedica un recuerdo especial a las v¨ªctimas de la ¨²ltima fechor¨ªa del terrorismo de ETA en Zaragoza.
El rechazo frontal del terrorismo se entrelaza en el mensaje del Rey con una preocupaci¨®n permanente en sus intervenciones institucionales: la paz y la concordia entre todos los espa?oles. En realidad, la superaci¨®n para siempre de la intolerancia y del enfrentamiento fratricida entre los espa?oles es la gran raz¨®n de ser de la actual Monarqu¨ªa parlamentaria. Por eso don Juan Carlos advierte sobre la necesidad de "mantener tenazmente el camino emprendido hace a?os, unidos en la democracia, donde las razones, el di¨¢logo y la participaci¨®n sustituyen al dogmatismo y la tentaci¨®n hist¨®rica de la discordia y de la fuerza".
Junto a la defensa de la actual convivencia, sobre la que no deja de planear amenazante el embate terrorista, el Rey no deja de mencionar graves realidades que debilitan la actual cohesi¨®n social de los espa?oles: los grupos de marginados y las personas en. paro. Su existencia ensombrece las conquistas sociales y econ¨®micas logradas en los ¨²ltimos a?os, y por ello don Juan Carlos anima a combatirlos con energ¨ªa, por encima de intereses y ego¨ªsmos que pertenecen a modelos de vida ya pasados.
No pod¨ªa faltar tampoco en el mensaje del Rey una referencia a lo que significa para la paz y la distensi¨®n mundiales el acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica sobre la destrucci¨®n de misiles nucleares. La Espa?a democr¨¢tica ha roto el aislamiento de anteriores lustros y ocupa un lugar en todos los foros internacionales, tanto en Europa como en el mundo entero. Es normal que no le sea ajeno cuanto ocurra allende sus fronteras. Y si hay algo que haya sido positivo para la paz mundial, y, en consecuencia, para los espa?oles, es el acuerdo hist¨®rico firmado por las dos grandes potencias para la eliminaci¨®n de los misiles de alcance medio en suelo europeo, as¨ª como para combatir la amenaza de una guerra nuclear en el planeta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Maniobras militares
- Pol¨ªtica nacional
- Discursos Reales
- Opini¨®n
- Orden p¨²blico
- Fuerzas armadas
- Navidad
- Constituci¨®n
- Atentados mortales
- Juan Carlos I
- Seguridad ciudadana
- Fiestas
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Atentados terroristas
- Actividad legislativa
- Parlamento
- Iglesia cat¨®lica
- Lucha antiterrorista
- Monarqu¨ªa
- ETA
- Cristianismo
- Defensa
- Grupos terroristas
- Gobierno
- Casa Real