_
_
_
_
Tribuna:LECTURAS DE A?O NUEVO
Tribuna
Art¨ªculos estrictamente de opini¨®n que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opini¨®n han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opini¨®n de personas ajenas a la Redacci¨®n de EL PA?S llevar¨¢n, tras la ¨²ltima l¨ªnea, un pie de autor ¡ªpor conocido que ¨¦ste sea¡ª donde se indique el cargo, t¨ªtulo, militancia pol¨ªtica (en su caso) u ocupaci¨®n principal, o la que est¨¦ o estuvo relacionada con el tema abordado

Las bodas de Agripina

Salvador Garmendia (Barquisimeto, Venezuela, 1928) ha escrito libros de cuentos y novelas. Fue miembro fundador del grupo creado alrededor de la revista Sardio, de gran influencia en su pa¨ªs. Las bodas de Agripina es un relato cercano e intimista en el que se recrea la memoria y cuyo protagonista es el tiempo.

El caso es que ella se llamaba Agripina, y yo no hab¨ªa cre¨ªdo, hasta ese momento, que nadie pudiera llevar tranquilamente ese nombre por el mundo. Porque si alguno de esos nombres que tienen su patr¨®n en la historia cae de improviso en medio de nosotros, el mismo azar deber¨ªa asignarle a su due?o, cuando menos, una figura significativa o una conducta poco regular; pero nada de esto pasaba con ni? pobre Agripina; mujer madura, chata y obediente, si las hay.Desde el mismo momento en que ella se agreg¨® a la familia, mis hermanas principiaron a llamarla Agripa, desechando una part¨ªcula final que les parec¨ªa encontrar cargada de veneno, mientras que, por su parte, mis dos artificiales sobrinitas, ni?as de reposter¨ªa casera, a quienes no me atrev¨ªa a tocar pensando que estar¨ªan llenas de hormigas, siempre que aparec¨ªan en casa de visita, le gritaban despectivamente iiiiiiiinai, alargando una i deliberadamente nasal; as¨ª que yo tuve que contentarme con el mango y llamarla solamente Agri, part¨ªcula c¨ªtrica y amu?onada, incapaz de ocasionar la menor repercusi¨®n en la historia.

Pues bien, en este momento, mi paciente Agripina (de un tiempo a esta parte he preferido devolverle la totalidad de sus s¨ªlabas) se ha parado junto a mi hamaca, que cuelga como de costumbre en la mitad del corredor principal de casa, frente a un jard¨ªn cristalizado que nunca tuvo alma y que ahora, al igual que todo el resto de la casa, no es m¨¢s que una forma del silencio.

Ha venido a traerme, la pobre, mi segunda tacita de caf¨¦ de la ma?ana, lo que prueba que ya han dado las diez; y a medida que esos dedos gruesos y mojados me acercan la taza observo, por en medio de ellos, un pedacito de luz del patio y la mancha de un moscard¨®n que traza c¨ªrculos alrededor de una mota de polen, y se me ocurre pensar que en las evoluciones de ese zumbido negro podr¨ªa compendiarse con holgura casi la totalidad de mi existencia.

Entonces, mientras paladeo mi caf¨¦ y mientras ella aguarda como un cactus al lado de mi hamaca, im¨¢genes enfriadas que proceden de un pasado reciente, incapaces ahora de causar da?o, parece que se pasean de nuevo por entre los muebles, la gran mesa del comedor y sus silletones de suela, donde hasta hace muy poco tiempo ejerci¨® el mando mi hermana Adelaida, con su fidelidad casi fan¨¢tica a la l¨ªnea recta, sin una gota de agua en las carnes, y conduciendo sus ojos azules, inm¨®viles, como si fueran una reliquia de otro siglo.

Teodosia, la segunda en edad, tuvo siempre a su cargo la vigilancia de unos ej¨¦rcitos de helechos y palmas, que a¨²n hoy permanecen en formaci¨®n a lo largo de los dos grandes corredores de la casa; un suelo de pereza, donde el sol hace vibrar hasta el suplicio, durante todo el a?o, los mosaicos del piso, los sillones de mimbre del recibidor, los z¨®calos y las columnas pintadas al aceite.

Tanto ella como Adelaida paseaban por estos lugares sus aires de grandes amas de llaves, blancas como merengues.

Blancas, s¨ª. Lo he dicho todo.

El blanco sobre blanco de la piel, en su manifestaci¨®n original, ad¨¢nica, signific¨® en todo momento, para mis hermanas, la ¨²nica marca de identidad, confiable, de la especie. Blanco era el llano vulgar; blanco, blanco significaba ya una se?al digna de ser tomada en cuenta, mientras que blanco, blanco, blanco...

Y aqu¨ª Adelaida fue interrumpida en una ocasi¨®n por Agripina, quien dej¨® sus manos sepultadas en un gran bloque de masa de ma¨ªz, para elevar el siguiente lamento:

-?Blancos, blancos, blancos? ?Ay, se?oritas, por Dios! En este pa¨ªs no hay quien aguante esos tres golpes.

Se?oritas, ¨®igase bien. Porque mis hermanas, as¨ª como partieron, intocadas, del vientre materno, as¨ª conquistaron la blanda madurez, y puedo decir que asimismo volvieron, intactas, al suelo, sin que la posici¨®n horizontal les hubiese deparado otra cosa que sue?os, seguramente ins¨ªpidos.

?Por Dios! Me hab¨ªa olvidado de mi pobre Tomasa, la menor de las tres; nuestro habitante de las cavernas, que hizo su vida en el interior de las habitaciones, removiendo olores, vaciando y llenando floreros, recogiendo estearina caliente en los retablos, polillas en los escaparates...

Sus hermanas mayores formaban las dos caras de una moneda que se escuchaba tintinear a cada momento en cualquier lugar de la casa, mientras ella, con su blandura de mu?eca de trapo y su carita ape?uscada y sin color, rara vez se aventuraba a respirar aire libre, y apenas si lleg¨¢bamos a darnos cuenta de sus apariciones cuando asomaba, como un blanco gusano, por los agujeros de esta gran pera abrillantada que era nuestra casa.

LA "RASPADURA"

Tomasa, pues, a quien por muy visibles razones llam¨¢bamos en familia La Raspadura, fue el resultado, obtenido con visible desgana, de esas ¨²ltimas gotas de l¨ªquido reproductor, retrasadas y casi vergonzantes, que han poblado los santos hogares de monstruillos.

Cuando Agripina se coloc¨® de mucama con nosotros, nuestra vida en com¨²n, que era una de las m¨¢s comunes vidas que pudieran pensarse, navegaba, como si dij¨¦semos, en alta mar; un mar descerebrado y seguro.

?C¨®mo entonces, pobre de m¨ª, en medio de esta traves¨ªa confortable, hubiera podido presentir siquiera el drama que se avecinaba y que parec¨ªa marchar en direcci¨®n a mi persona inexorablemente?

Agripina... Pero todav¨ªa debo completar, para ustedes, el cuadro familiar agregando a mi hermano Lucio, que fue administrador de las rentas del apellido, y a quien nos hab¨ªamos acostumbrado a mirar a nuestro lado como un f¨®sil indestructible. Pero esta piedra se apag¨® un buen d¨ªa, y nos dej¨® en herencia un peque?o motor financiero perfectamente conservado, que s¨®lo fue necesario echar a andar nuevamente para que continuara funcionando, parejamente, hasta el d¨ªa de hoy.

-Ambrosio -comenz¨® diciendo Adelaida aquel d¨ªa, durante el almuerzo, pegando un manotazo por el costado a nuestra embarcaci¨®n que me hizo saltar sobre mis nalgas-. Es tiempo ya de que vayas pensando en tu matrimonio (la sola menci¨®n de esa palabra, enteramente extra?a a nuestro vocabulario familiar, me aplast¨® en seguida bajo un ba?o de plomo). Eres joven todav¨ªa; est¨¢s en la mejor edad del hombre, la edad m¨¢s adecuada para contraer matrimonio (Tomasa, mientras tanto, ru?¨ªa ensimismada un trozo de costilla gorda que hab¨ªa sacado del hervido). Eres el ¨²nico var¨®n de la familia, y nosotras, Teodosia y yo, no queremos dejar este mundo... (Agripina ha tropezado en este momento mi hombro con su brazo redondo, en medio de una mixtura de ajos y cebollas que escapa de su cuerpo; pero ¨¦ste fue un roce involuntario, es la verdad; ella solamente ven¨ªa a dejar, en medio de la mesa, una fuente de pl¨¢tano frito) sin antes saber que el apellido no se pierda ni se rebaje, t¨² me comprendes... (El reloj de Teodosia, cuya cabeza ten¨ªa la apariencia de una esfera de reloj de pared machucada, aprob¨® este discurso de su hermana mediante un crujido de dientes.) T¨² sabes bien que blancos verdaderos ya venimos quedando pocos, muy pocos, en este pa¨ªs, donde todo es una mezcolanza horrorosa...

Todav¨ªa a la altura del arroz con leche, mi hermana manten¨ªa en alto su discurso; el mismo que en los d¨ªas y semanas siguientes fue convirtiendo el tema de mi matrimonio en un ruido chirriante y destemplado que aflojaba mis dientes, mientras mi afligida persona se hund¨ªa cada d¨ªa m¨¢s, en cuerpo y alma, en un estado de melancol¨ªa y desventura que apagaba mis deseos de vivir.

Sent¨ªa que nos mov¨ªamos a bandazos en unas aguas que se hab¨ªan vuelto malhumoradas y sombr¨ªas... ?Hasta cu¨¢ndo y d¨®nde ten¨ªa que prolongarse ese tormento?

SALUD RUTINARIALa rutinaria buena salud de que hac¨ªan gala mis hermanas acrecentaba mi desesperacH¨®n en este punto, ya que en el fondo, aunque debo decir que este fondo iba ascendiendo cada d¨ªa hasta casi juntarse con la superficie, estaba convencido de que s¨®lo la desaparici¨®n f¨ªsica, por lo menos de dos de ellas, pod¨ªa llegar a conj¨²rar de manera efectiva la amenaza que bajaba sobre mi descanso.

Pero ?qu¨¦ clase de muerte, reflexionaba a este respecto, pod¨ªa sobrevenir con ¨¦xito sobre estas criaturas de carpinter¨ªa, seguramente invulnerables? Con toda seguridad, cualquier foriria de fallecimiento, m¨¢s o menos natural, les andaba muy lejos.

Y as¨ª, meci¨¦ndome con lentitud en mi hamaca, saboreaba con detenimiento esos ¨²ltimos sorbos del sopor de los d¨ªas, que sent¨ªa desplomarse despaciosamente a mis pies. El canturreo lejano de Agripina, que escog¨ªa granos en la mesa del comedor, resbalaba como un hilo de agua turbia por una l¨¢mina de vidrio, y mientras tanto, mi cerebro o mi alma, o una amalgama de los dos, iban destilando una especie de odio sublimado y pur¨ªsimo contra mis hermanas.

Precisamente, en esos mismos d¨ªas, algunos recuerdos remotos de mi infancia acudieron como hormigas desde los rincones. Cuando ni?o, fui un queru.b¨ªn pintado al ¨®leo, que necesit¨® a?os para secarse y que al fui pudiera rozarme sin peligro con otros cachorros. Las hermanas me proteg¨ªan y aseaban con extremo cuidado, como si fuera un objeto precioso que pudiera romperse entre sus manos. Mi cuerpecito fue requisado mil y una vez, a paso retardado, en busca de una horrible mancha gen¨¦tica que finalmente no fue hallada, y, sin embargo, se mantuvo una vigilancia constante sobre toda ¨¢rea vulnerable de mi persona ante el temor inconfesable de que el estigina, una pequef¨ªa mancha oscura, pudiera asomar a la luz tard¨ªamente.

Las bodas de Agripina

Teodosia me acostaba desnudo encima de sus muslos, y las dos se entreten¨ªan, horas muertas, en deslizar las yemas de los dedos por cada cent¨ªmetro de una pieI que ellas imaginaban ba?ada en polvo de oro. Alguna de las dos hund¨ªa un poquito un dedo en la carne, lo retiraba un momento despu¨¦s, y se quedaba conteniplando el reflejo de una sangre pur¨ªsima, azulada, que ascend¨ªa disip¨¢ndose suavemente al alcanzar la superficie, y entonces sonre¨ªa empalagada, como si estuviera presenciando la alborada de la especie.Un a?o transcurri¨® en medio de esos vientos hostiles, pues mis hermanas, uniendo la acci¨®n a la palabra, estuvieron barajando prospectos femeninos aptos, seg¨²n ellas, para efectuar conmigo el acoplamiento gen¨¦tico. A todas las vi aproximarse con pavor; m¨¢s no porque experimentase alguna clase de aversi¨®n al sacralinento en s¨ª, sino porque toda sacudida a mi hamaca, todo trastorno o alteraci¨®n en mis costumbres, se me presentaba como la anticipaci¨®n de una cat¨¢strofe que iba a desencadenarse sobre el ¨²nico trozo de la humanidad que pod¨ªa despertar mi inter¨¦s; quiero decir, mi propia persona.

A todas ¨¦stas, cumpl¨ª 48 a?os; pero sab¨ªa que, si la vejez se aproximaba, ello no me infund¨ªa temor, sino una suerte de curiosidad reflexiva, como si me preguntara a mi mismo: ?c¨®mo quedar¨¦ cuando llegue el momento? Ya que el tr¨¢nsito ten¨ªa que producir se, para m¨ª, sin dolor ni molestiais. Un d¨ªa cualquiera, de repente, acaso al final de una siestecita, me ver¨ªa despertar convertido en un anciano enclenque.

Bueno (recordemos la escena de la primera p¨¢gina)... Ahora mismo, Agripina recibe de mis manos la taza de caf¨¦ ya consumida. Sonr¨ªe (ese ¨²nico lado visible de su alma, inmune a la contaminaci¨®n terrenal). Dentro de unos instantes la escuchar¨¦ trasteando en la cocina. Todo ha vuel.o a ronronear en paz alrededor de m¨ª. Entonces, ?qu¨¦ clase de milagro ha tenido lugar que ha devuelto a la casa su clima verdadero?

Ahora, cuando el silencio vuelve a ser el due?o de todo cuanto me rodea, traigo de nuevo a la imaginaci¨®n un cuadro que no presenci¨¦, pero que me agrida pintar y mostrarlo a todos, como aqu¨ª lo hago, ostentando con orgullo mi firma.

Una ma?ana, que ya empieza a parecer algo lejana, Teodosia encontr¨®, en la mesita del recibidor por donde pasaba el plumero, una hoja de papel con un mensaje escrito de mi pu?o y letra, pisada con una esquina del florero. Llam¨® inmediatamente a su hermana y ley¨® en alta voz lo que sigue: "Queridas hermanas: cuando lean estas l¨ªneas, ya no estar¨¦ en casa; pero no se alarmen por mi desaparici¨®n, que s¨®lo ser¨¢ moment¨¢nea. Antes de una semana estaremos todos reunidos una vez m¨¢s, y esta vez espero que sea para siempre. Pero, eso s¨ª, les anuncio que volver¨¦ a casa en compa?¨ªa de la mujer que he elegido como la compa?era de mi vida, y cuya identidad ser¨¢ para ustedes, no lo dudo, toda una sorpresa. Con esto espero que habr¨¦ dejado satisfechos sus nobles deseos para conmigo".

Y, efectivamente, algunos d¨ªas despu¨¦s, mudas y horrorizadas, mis hermanas me vieron aparecer en la puerta, despejado y sonriente, pasando mi brazo por la gran circunferencia del talle de mi esposa..., ?la asustada Agripina!..., s¨®lida y enteriza, que apenas me llegaba al hombro, y sobre todo (hab¨ªa dejado de mencionar este ¨²ltimo detalle, imaginando que, siendo tan obvio como me parece, se habr¨ªa de revelar por s¨ª solo) ?negral, negra desde los cabellos rijosos que empezaban a deste?irse por los lados hasta los bloques de los pies, con los cuales, multiplicados, se hubieran podido levantar paredes.

Omitir¨¦ toda la parte de la historia, demasiado prolija, referida al asalto y conquista final de Agripina (simple fortaleza campesina, con paredes de barro ,vulnerables), as¨ª como el relato de los d¨ªas en que permanecimos juntos fuera de casa (gimi¨® como un chanchito acorralado) hasta ese momento postrero en que la realidad, la vida toda, incongruente, torcida, incomprensible, se les apareci¨® a mis hermanas en la puerta, virada en una especie de pirueta grotesca.LA VIDA FAMILIAREn cuanto a m¨ª, la vida de casa se reanud¨®, a partir de aquel d¨ªa, sin mayores disturbios.Agripina fue a ocupar su lugar de costumbre en la cocina; aunque por las noches se sum¨ªa en mi cuarto. Mi lugar sigui¨® siendo el actual. La hamaca, el corredor. Mis hermanas, en carrbio, comenzaron a desaparecer a partir de aquel d¨ªa.

La expresi¨®n resulta, en verdad, insuficiente. Sus cuerpos se empeque?ecieron; los l¨ªquidos hu¨ªan de sus carnes. Fue un desvanecimiento, un desplome de facultades que s¨®lo pod¨ªa compendiarse en un nombre: tristeza. La tristeza que las ro¨ªa hizo de ellas formas huecas que circulaban en una prision.

No llegaron a hacerme ning¨²n reproche, aunque pude ver las llorar en silencio muchas veces. Se alimentaban en sus cuartos con comidas ligeras y bebedizos arom¨¢ticos que ellas mismas confeccionaban. Mi esposa y yo, sin hacer mucho caso de ellas, nos sent¨¢bamos a la mesa, donde ¨¦ramos servidos por una jovencita acanelada que hab¨ªamos contratado para el caso (Pipina, de nombre). Con sus pantalones ce?idos y sus modales caricaturescos, copiados de anuncios de televisi¨®n, esta chiquilla r¨²stica no dej¨® de alimentar mis sue?os en torno a una rectificaci¨®n justiciera de mi estado civil.

A todas ¨¦stas, como es de suponer, Adelaida y Teodosia continuaron desapareciendo en la forma antedicha, pero sin que su desvanecimiento pudiera ocasionar ninguna clase de disturbio en la superficie esponjosa que nos sosten¨ªa. ¨²ltimamente se hab¨ªan refugiado por completo en sus habitaciones, donde fueron cediendo el lugar una despu¨¦s de otra. Adelaida lleg¨® a ser un hilo bajo las s¨¢banas. Teodosia baj¨® al fondo como un sedimento en un vaso, y en cuanto a Tomasa, se sumi¨® en la muerte de las otras y escap¨® cualquier d¨ªa, tras ellas, sin que en ning¨²n momento se hubiera dado cuenta de lo que hab¨ªa pasado.

Un solo mediod¨ªa de verano se adue?¨® en adelante de nuestra casa.

Por las noches soy libre como una golondrina. Agripina, dormida a mi lado, es una barra de granito, y yo levanto vuelo y voy a posarme en el nido de la alegre Pipina, donde nos arrullamos hasta la madrugada. Mis hermanas descansan para siempre en un cielo cauc¨¢ sico, lleno de delicias.

Murieron, como lo hab¨ªa previsto al consumar mi matrimonio con Agripina, de muerte natural, es decir, de tristeza.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
seductrice.net
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
prowp.net
webmanicura.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
kftz5k.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
casino-natali.com
iprofit-internet.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
healthandfitnesslives.com
androidnews-jp.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
britsmile.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
kakakpintar.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
rajasthancarservices.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
hemendekor.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com