El compositor valenciano Lloren? Barber dirigir¨¢ en Onteniente un concierto para cinco campanarios

El compositor valenciano Lloren? Barber, de 39 a?os, adscrito a las corrientes minimales, dirigir¨¢ ma?ana en Onteniente (Valencia) su obra Vivos Poco, un concierto para cinco campanarios. Veinte personas participar¨¢n en el happening, distribuidas en las torres de cinco iglesias, desde donde har¨¢n sonar una partitura que recupera toques tradicionales de los campaneros. De seis a siete de la tarde se cortar¨¢ el tr¨¢fico en el centro de la villa, con el fin de que no se turbe el recogimiento preciso para esta interpretaci¨®n ins¨®lita.

Lloren? Barber no ha improvisado al preparar el concierto. Le sirve su experiencia como int¨¦rprete solista de obras con un campanario port¨¢til, con el que ha actuado en m¨²ltiples ocasiones. Relacionado con las experiencias minimalistas en m¨²sica, varios proyectos originales componen su trayectoria, entre los que se puede citar un concierto para pajaritos realizado en Londres en 1979: en un parque se dibuj¨® con migas de pan una rayuela, a cada parte se le dio el nombre de una nota, y seg¨²n las aves comieran en unas u otras zonas los m¨²sicos hac¨ªan m¨²sica de acuerdo a unas combinaciones preestablecidas.Con ese ¨¢nimo experimental, Barber lleva ya varios a?os imbuido en el mundo de las campanas. Hace dos llev¨® a Onteniente su campanario port¨¢til para ofrecer un concierto, y propuso a los responsables de cultura de este ayuntamiento de alrededor de 30.000 habitantes el traspasar los l¨ªmites de lo port¨¢til y realizar la experiencia a lo grande. Veinte personas, estudiantes o m¨²sicos de banda, se han unido a una idea, financiada por el propio ayuntamiento, que cuenta con un presupuesto de 200.000 pesetas, con las que se pagar¨¢ al autor de la obra y a los colaboradores.

El compositor ha llevado 21 peque?as campanas a Onteniente para ensayar, y en los ¨²ltimos d¨ªas han reproducido a escala, en un gimnasio, los sonidos que est¨¢ previsto que suenen ma?ana desde las grandes campanas de las iglesias. Ayer ensayaron en ¨¦stas cubriendo de lana los badajos, para no molestar al pueblo.

Alejar las tormentas

La obra, con su correspondiente partitura, se llama Vivos voco (Convoco a los vivos). Seg¨²n explica Barber, el t¨ªtulo se basa en una leyenda que se repite mucho en las inscripciones que tienen todas las campanas de las iglesias. Esta tradici¨®n, que se remonta a la Edad Media, pervive. "Cuando se pone una campana", dice el compositor, "se hace una celebraci¨®n ritual, se la viste con un velo blanco y se le pone nombre". La leyenda citada, en su forma completa, dice as¨ª: "Vivos voco, mortuos plango, fulgura frango", que quiere decir: "Convoco a los vivos, lloro a los muertos y alejo las tormentas". "Son las tres funciones principales que ha tenido el lenguaje de las campanas", seg¨²n Barber.En la torre de la parroquia de Santa Mar¨ªa, cuya campana es conocida popularmente como la Petra, Barber dar¨¢ ma?ana el toque primero, con el que comienza la obra, y a partir del cual los dem¨¢s campaneros sincronizar¨¢n sus relojes. Las iglesias m¨¢s lejanas distan alrededor de 800 metros, y las m¨¢s cercanas, 200, y forman una especie de tri¨¢ngulo is¨®sceles.

El compositor ha escrito en la partitura una tipolog¨ªa elemental de sonidos. "Los toques tradicionales de las iglesias espa?olas", dice, "son de una gran eficacia, conseguida a base de utilizar muy pocos elementos r¨ªtmicos con mucha precisi¨®n y fantas¨ªa; yo he realizado cinco tipolog¨ªas b¨¢sicas de ese lenguaje tradicional, reutiliz¨¢ndolas libremente, porque aqu¨ª no se trata de avisar de que hay fuego o de alg¨²n entierro, sino de la utilizaci¨®n musical sin lectura inmediata de los sonidos que los viejos campaneros -que ahora van muriendo y, desgraciadamente, son sustituidos por la electrificaci¨®n de los campanarios- desarrollaron durante siglos".

Lloren? Barber cuenta c¨®mo en el pueblo ha sido muy bien recibido su proyecto, y que se han dado informaciones por las radios locales sobre cu¨¢les son los lugares m¨¢s indicados para escucharla. El tutti de las campanas no se producir¨¢ al final, sino en el medio de la obra, y Barber espera que la gente pueda escuchar la obra desde diferentes lugares, ya que su duraci¨®n permitir¨¢ a los oyentes pasear por las calles mientras est¨¢ sonando. Radio 2 grabar¨¢ el espect¨¢culo.